Huracanes: esto se conoce sobre lo que podría ocurrir en la temporada 2023

Según estimaciones del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), que existe la posibilidad de que para 2023 la temporada pueda adelantarse 15 días y empezar a mediados de mayo.

Aunque los expertos de la entidad aclaran que esto no implica que a partir de esta fecha comenzarán a aparecer huracanes en el Caribe -se espera que empiecen a ocurrir hasta septiembre y octubre-, las altas temperaturas que se están empezando a presentar en los océanos, una de las causas del posible adelanto de la temporada, también tenga impacto sobre el número de eventos que ocurran este año.

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Según explica la mayor Diana Carolina Rueda, jefe de la oficina de pronósticos y alertas del Ideam, cuando el océano Pacífico está cálido, este genera un impacto sobre la temperatura del océano Atlántico, que es donde se forman los ciclones tropicales. "Esa compensación termodinámica hace que de alguna manera el número de huracanes que podría presentarse para la temporada 2023 sea menor", señala.

Sin embargo, la funcionaria del Ideam también indica que, de acuerdo con el reporte de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) sobre la estimación de cuantos huracanes pueden ocurrir este año, se pronostican unas 13 tormentas nombradas, seis huracanes y de ellos dos podrían llegar a ser de gran intensidad (categoría 4 o 5).

Esta proyección no presenta una reducción significativa respecto a las trazadas por la entidad para 2022, un año en el que, por ejemplo, se esperaba que ocurrieran tres huracanes mayores. A partir de estos datos, los expertos del Ideam infieren que, por ahora, el fenómeno de El Niño no tendrá impacto en la temporada de huracanes.

De acuerdo con la OMM, durante la temporada de huracanes en el Atlántico de 2022 se produjo un total de 14 tormentas con nombre, con vientos de 63 km/h (39 mph) o superiores, de las cuales 8 se convirtieron en huracanes, con vientos de 119 km/h (74 mph) o superiores.

La entidad internacional también señala que cada año en la cuenca del Atlántico se producen en promedio 14 tormentas con nombre, 7 huracanes y 3 huracanes de primer orden. 

Dos de ellos, Fiona e Ian, se intensificaron hasta convertirse en huracanes de primer orden, cuyos vientos superaron los 178 km/h (111 mph), según el balance de final de temporada de la Oficina Nacional de istración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos.

Sobre la posibilidad de que alguna tormenta o huracán pase cerca a costas colombianas, como el archipiélago de San Andrés y Providencia, desde el Ideam indican que aún es muy pronto para generar conclusiones al respecto, pues no se cuenta con datos suficientes para generar pronósticos sobre este tipo de eventos, sobre los que siempre hay mucha incertidumbre.

"Iota, Eta, Otto, Matthew y todos los huracanes que han tenido alguna afectación sobre el archipiélago empiezan a generar un histórico de climatología en el cual puede llegar a haber algún tipo de trayectoria", explica la mayor Rueda, quien añade que, aunque desde la entidad entienden que los datos sobre la trayectoria y la fecha en la que podrían llegar a pasar huracanes por zonas habitadas generan mucha preocupación en la comunidad internacional, a pesar de los esfuerzos adelantados por la OMM, siguen siendo variables sobre las que se tiene mucha incertidumbre.

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"Lo que podemos hacer es un monitoreo frecuente y una vez tengamos los conos de pronóstico del sistema y sepamos que de pronto pueda llegar a tener una afectación sobre el Caribe colombiano, articular inmediatamente el boletín del protocolo nacional de preparación por ciclones tropicales", comenta la jefe de la oficina de pronósticos y alertas del Ideam, quien se encuentra precisamente en San Andrés adelantando procesos de socialización con las comunidades sobre los protocolos de preparación.

"Quisieramos tener las respuestas específicas y concretas que podrían llevar a que la comunidad se pueda sentir cobijada, o de pronto saber fechas de impacto, lugar o sitio, pero es uno de los problemas más grandes que tenemos como meteorologos y es que no podemos darle solo enter al modelo numérico y tener las condiciones finales, sino que eso exige un poco más de seguimiento cercano", manifiesta la mayor Rueda.

Conforme se acerque el pico de la temporada de huracanes (septiembre y octubre), los expertos del Ideam esperan contar con más información para reducir los umbrales de incertidumbre de los modelos. 

REDACCIÓM MEDIOAMBIENTE