Hace dos años, Ángela recibió a su golden retriver cuando tenía dos meses de edad. Joropo, como lo bautizó, ha crecido junto a ella, son buenos amigos y él, por lo general, es cariñoso con ella.
Una mañana, recientemente, al servirle su plato de comida lo acarició cuando estaba comiendo y sin saber cómo ni por qué, el perro se volteó y la mordió en la cara de manera tan agresiva, que su dueña terminó en una cirugía plástica de varias horas. Fueron muchos puntos, dolor y, especialmente, desconcierto y tristeza por la actuación del animal.
Aunque este es un caso excepcional, las reacciones de los animales son impredecibles, por eso hay que tener en cuenta que cada mascota es distinta y tiene sentimientos, miedos y reacciones que no se pueden prever.
La médica veterinaria Carolina Alaguna, experta en comportamiento animal, nos da algunos consejos claves para tener en cuenta en el trato con nuestras mascotas.
“La primera recomendación que yo hago es que siempre hay que tener cuidado con los niños, sobre todo con los menores de 6 años, que no pueden leer las señales, como un gruñido, o cuando el perro muestra los dientes de forma amenazadora”, explica Alaguna, que trabaja en el Programa Pedigree Adóptame.
Para ella hay algunos signos de alerta que no deben pasar desapercibidos, entre ellos que el perro se niegue a salir de un escondite, que mire mal cuando están cerca de su comida o están muy desobedientes y se enfrentan al dueño ante un regaño.
“Los cambios de comportamiento de las mascotas pueden tener varias causas, desde un tema neurológico, como un tumor por ejemplo, hasta secuelas de haber sido maltratados durante su crianza. Un perro desconfiado puede reaccionar violentamente. También estos comportamientos pueden tener que ver con algún dolor o enfermedad”, explica Alaguna.
Por ejemplo, hay que ser cuidadoso cuando uno se acerca a una gata o perra que han acabado de tener sus crías, pues su instinto protector podrá hacer que tenga una reacción agresiva sin serlo realmente.
En el caso de los gatos el estrés tiene mucho que ver en su comportamiento. El que llegue una nueva mascota o un cambio de casa puede desarrollar estas conductas.
“Es claro que al detectar algún comportamiento agresivo se debe evaluar a profundidad qué lo está generando y esto lo hace un veterinario etólogo (experto en conducta) durante consulta. Inicialmente para descartar causas orgánicas o si son comportamentales, para modificarlas”, asegura Alaguna.
“Los perros sacan lo mejor de nosotros y nosotros como dueños podemos sacar lo mejor de ellos, por eso debemos estar pendientes de las señales que dan evidencia y en caso tal, buscar ayuda”, concluye Carolina Alaguna, quien enumera sus recomendaciones.
Signos de alerta
1. El perro tiene conductas de protección de recursos (no le gusta que le quiten los juguetes, gruñe o incluso muerde).
2. El perro tiene conductas agresivas cuando intentan despertarlo o moverlo de algún sitio.
3. Puede tener conductas depredadoras como perseguir presas e incluso matarlas.
4. El perro es desobediente, no atiende órdenes.
5. El perro siente miedo e intenta defenderse cuando un niño o adulto lo va a tocar.
6. Permanece mucho tiempo amarrado o aislado de los humanos.
7. Comportamiento excesivamente ansioso.
8. Las personas encargadas del perro son agresivas o que lo educan con violencia.
9. Presenta signos de agresividad cuando se le acerca un perro conocido o desconocido. Puede gruñir, ladra en exceso, lanzarse o morder.
10. Presenta signos de agresividad cuando se le acerca una persona conocida o desconocida y tener las mismas características descritas en el punto número nueve.
Mejor prevenir
* Cualquier animal es capaz de morder, inclusive a su dueño, si se le asusta o hiere accidentalmente.
* Las mascotas entradas en años pueden sentir algún dolor y tener sus sentidos disminuidos, esto los hace menos tolerantes y más propensos a mostrarse asustados o amenazados.
* Cuando el animal está comiendo se debe estar alejado. Su instinto es defenderse.
* Los niños no deben acariciar cualquier perro que se encuentren. Así el dueño diga que no hace nada, el animal puede desconocer. Es mejor no perseguirlo o acorralarlo.
* Nunca quitarle un juguete o la comida abruptamente.
* Hay que estar atento a las señales de advertencia.
VIDA