Los perros guía han demostrado a nivel mundial ser la mejor opción de autonomía, seguridad y compañía para una persona con limitación visual.
Luisa Moreno quedó ciega cuando tenía 12 años por una enfermedad llamada rosácea, que no fue diagnosticada a tiempo y le causó una infección que se complicó y le hizo perder la vista hace 20 años.
“Al principio fue muy difícil, años sin salir de mi casa, una fuerte depresión, solo tenía o con mi familia”, cuenta Moreno.
Ella es una persona muy creyente y asegura que Dios le dio el impulso para seguir adelante. Pero fue su primera perra guía una labradora negra llamada Celia, en el año 2005, la que la impulsó de nuevo a salir al mundo.
“Por una tía me enteré que existía la Fundación Colombiana para el Perro Guía. Allí me di cuenta de que podía salir a la calle sola y que un perro podía ser mis ojos. En ese momento mi vida cambió totalmente, empecé a estudiar en el Centro de Rehabilitación para Adultos Ciegos (Crac), luego entré al Sena a estudiar informática, terminé mi bachillerato y trabajé. Después de algunos años entré al Instituto Nacional para Ciegos (Inci), donde trabajo actualmente, y ahora estudio Trabajo Social virtualmente”, cuenta.
Desde el 2015 camina acompañada por su segunda perrita, llamada Asahi, una golden retriever que tiene siete años y lleva cinco con ella.
Los perros guía han demostrado a nivel mundial ser la mejor opción de autonomía, seguridad y compañía para una persona con limitación visual.
Cuando me quedé ciega,
a los 12 años, me deprimí mucho;
fue mi primera perra lazarillo, en el año 2005, la que me impulsó de nuevo a salir al mundo
Para concientizar
Hoy, Luisa, recogiendo toda su exitosa experiencia y en compañía de otras personas que tienen perros lazarillos, está organizando una caminata que se realizará mañana en Bogotá (ver recuadro).
“A través de esta actividad queremos llegar a muchas más personas, no solo las que cuentan con la ayuda de estos perros, con la idea de mejorar el conocimiento, la cultura y el respeto hacia ellos. Todavía falta mucha información sobre cómo tratarlos”, asegura.
Luisa es una convencida de que hay que seguir educando a la gente para que sea más receptiva.
Ella ha tenido que padecer, por ejemplo, que un vigilante le impida la entrada a algún sitio o que al subirse a un bus de TransMilenio los pasajeros empiecen a protestar porque lleva un perro, sin caer en cuenta que es su guía.
“La gente no se da cuenta de que es una ayuda viva y que ella me orienta sobre los obstáculos y barreras físicas, más que un bastón. Tener un perro lazarillo no es lujo, es una necesidad para mí”, explica.
“Hace 15 días, un taxista no me quiso llevar con mi perra, afortunadamente un policía se acercó y le impuso una multa, mostrándole el Código de Policía”, concluyó ella, que es una optimista y seguirá trabajando por crear conciencia.
Perros especiales
-Un perro lazarillo tiene alto nivel de entrenamiento para guiar personas con problemas de visión, indicarle los obstáculos y las situaciones complicadas. Además del apoyo a nivel de movilidad brindan un gran apoyo a nivel psicosocial.
-Las razas más utilizadas son golden retriver o labrador porque son perros deportivos, les encanta el trabajo y tienen gran disposición. Son razas equilibradas que aman al ser humano, dispuestas a ayudar.
- Desde los 6 meses empieza una etapa de educación de todo perro para que aprenda a comportarse, a hacer sus necesidades en el sitio correcto, a no morder las cosas de la casa, a caminar al lado de su amo. Ya a partir del año comienza el entrenamiento básico para ser perro guía: aprender a rodear obstáculos, a proteger a la persona y a llevarla a sitios determinados.
- Al trabajar con labradores y Golden se sabe que son perros muy dispuestos, pero todo tiene que ver con el entrenamiento. Más o menos a los 2 años logran un nivel de maduración importante y ya empiezan a aprender órdenes más complejas. Esto se llama adiestramiento instrumental, que consiste en desarrollar respuestas concretas en situaciones que le brinden seguridad a la persona ciega a la que va a acompañar.
- La adaptación con su nuevo amo es tal vez la parte más compleja, generalmente todos los perros se gradúan como perros guía pero a veces hay unos perros más activos otros más calmados, entonces se estudia el perfil de cada persona para saber cuál es el temperamento que necesita. Si por ejemplo es un profesor de universidad pues debe tener un perro muy calmado, por otro lado si es una persona depresiva pues necesitará un perro más alegre.
- Luego las personas acuden a la fundación durante 4 semanas, que es la etapa de acoplamiento que es donde se conocen y empiezan a trabajar juntos. Es la parte fundamental para que esta llave funcione.
- Los s aprenden algo que se llama movilidad con perro guía, es decir, hay ciertos movimientos y viven cierto proceso que van en pro de la seguridad. Luego se acompañan en su residencia con apoyo permanente para ir madurando el trabajo.
Asesoría: Juan Carlos Guerrero, instructor de perros guía para ciegos certificado de la Fundación Colombiana para el Perro Guía Vishnú del Cypres.
Caminata de Perros Lazarillos en Bogotá
Personas con discapacidad visual se han unido, y con el apoyo del Instituto Nacional para Ciegos (Inci), realizarán mañana 9 de junio una caminata para que la ciudadanía reconozca la importancia de los perros lazarillos para las personas ciegas. Estos perros entrenados serán los protagonistas del día.
La cita es a las 11:30 a. m. en el del Museo Nacional (Carrera 7 n°. 28-66).
El recorrido continuará por la carrera Séptima con calle 39 y terminará en el parque contiguo al Teatro Petra, donde se presentará la obra Edipo Rey con audio descripción. La entrada a la función tendrá un costo de $45.000 para el ingreso de dos personas.
Esta iniciativa busca concientizar a los colombianos de la importancia de que los perros guía puedan entrar a establecimientos comerciales, clínicas y medios de transporte. Por eso están convocadas personas de todas las ciudades del país.
CECILIA MONTOYA