Bien conocidas son las actividades humanas que contribuyen al aumento del cambio climático, como la deforestación, la combustión de materiales como carbón o gasolina, la ganadería extensiva y descontrolada, el uso de ciertos fertilizantes ricos en nitrógeno, el consumo excesivo de plástico.
Sin embargo, poco se conoce y se habla del impacto nocivo que la tenencia de animales de compañía podría tener. La finalidad de poner este tema sobre la mesa no es evitar tener una mascota en casa, sino analizar comportamientos con el fin de intentar reducir o mitigar el impacto en el ambiente.
Dieta y nutrición
Un estudio publicado en 2017 de investigadores de la Universidad de California, en Estados Unidos, asegura que la industria de los alimentos concentrados para animales aporta aproximadamente 64 millones de toneladas de dióxido de carbono cada año; esto no solo en la producción de la carne necesaria para la fabricación, sino también en la industrialización de las empresas dedicadas a la transformación de la materia prima. Esta cantidad de dióxido de carbono sería equiparable a tener 13,6 millones de automóviles en circulación.
Adicionalmente, si perros y gatos pudieran agruparse en un solo territorio, el consumo de carne en este espacio estaría justo por debajo del consumo de poblaciones como China, Estados Unidos, Brasil y Rusia.
Excrementos
Ponga atención a la disposición de la materia fecal y a la posible transmisión de enfermedades parasitarias hacia el hombre cuando no se recogen de manera adecuada. El estudio de la Universidad de California menciona que tan solo la población de perros y gatos de Estados Unidos llegaría a producir cada año 5,1 millones de toneladas de materia fecal, una cantidad comparable a los desechos sanitarios que produce cada año la población de Bogotá.
Plásticos de un solo uso
Buena parte de los elementos destinados a las mascotas, como empaques de alimentos o de juguetes y bolsas plásticas para la recolección de heces, encajarían en la clasificación de plásticos de un solo uso; es decir, aquellos que tan solo se utilizan solo durante menos de 20 minutos, pero que tardan un periodo considerable de tiempo en biodegradarse.
Otros riesgos para los animales
En conclusión, malas prácticas medioambientales serían perjudiciales para tutores, mascotas y, en general, para todos los seres vivos.
¿Cómo afecta el cambio climático a las mascotas?
En primer lugar, las altas temperaturas, la variabilidad de las temperaturas y el aumento de las lluvias permiten la proliferación de nuevos parásitos externos e internos, la aparición de enfermedades emergentes y la alteración de los ciclos biológicos de los parásitos actuales, como pulgas y garrapatas, haciéndolos presentes en otros territorios a los cuales no habían podido llegar, generando ambientes propicios para su reproducción y causando que su número crezca cuando no se hace un control adecuado.
La contaminación del aire también puede dar lugar al desarrollo de enfermedades respiratorias como faringitis o neumonía, o servir de puerta de entrada para virus y bacterias que hacen parte del complejo respiratorio de los perros.
Otra alteración se relaciona con lo que se conoce como ‘golpe de calor’, la dificultad que tienen las mascotas para regular las altas temperaturas que los lleva a desarrollar jadeos, problemas para moverse y respirar, coloración cianótica (azul) de las mucosas, entre otros signos.
¿Cómo mitigar el impacto?
Al igual que sucede con las actividades humanas, las repercusiones se pueden reducir, e incluso eliminar, realizando cambios en el día a día con las mascotas.
Adoptar
Esta sencilla actividad contribuye a reducir la sobrepoblación de perros y gatos desatendidos y en condición de calle; además, a hacer un uso más razonable de los recursos.
Esterilizar
Va muy de la mano con la adopción, ya que limita la población de mascotas, evita reproducciones indeseadas y, aún más importante, evita el maltrato animal que suponen el abandono y las continuas camadas.
Alimentación consciente
Leer muy bien las etiquetas, preferir aquellos alimentos que se produzcan de manera sostenible y garanticen altos estándares de calidad en su fabricación.
Envolturas
Los tutores deben hacer un uso consciente de los plásticos y preferir productos en recipientes biodegradables o almacenarlos en otro tipo de contenedores.
Excrementos
Hacer uso de bolsas y arena sanitaria biodegradable. Además, hacer una disposición adecuada de estos desperdicios para evitar que lleguen a contaminar suelos o fuentes hídricas.
Uso de productos químicos
Estos se usan en productos destinados al aseo y la higiene de los animales, y pueden llegar a producir problemas de piel y pelo de las mascotas, además de contaminar el agua.
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GABRIEL GARCÍA
*MÉDICO VETERINARIO