La deshidratación es una afección causada por la pérdida de demasiado líquido del cuerpo. Generalmente ocurre cuando el organismo pierde más líquidos de los que ingiere y su cuerpo no tiene suficientes líquidos para funcionar bien.
Una persona puede experimentar esta condición en distintos grados y no tienen por qué aparecer todos los síntomas asociados a la vez. Sin embargo, en cuanto aparezcan es importante rehidratar a la persona.
Los síntomas más habituales que nos pueden ayudar a detectar la deshidratación son:
- Boca seca o pegajosa.
- Fatiga o debilidad.
- Irritabilidad.
- Mareos o sensación de mareo.
- Náuseas y vómitos.
- Dolores de cabeza.
- Estreñimiento.
- Sequedad de piel.
Es importante identificar a tiempo estos signos, puesto que, según expertos los casos de deshidratación más severa pueden llegar a poner en riesgo la vida. Si además de los síntomas mencionados, la persona presenta confusión, no orina durante horas, se le acelera el corazón y la respiración o se desmaya es, importante acudir a los centros de salud más cercanos.
Las personas que están en mayor riesgo de experimentar esta afección son los mayores que van perdiendo la sensación de sed a medida que envejecen y, por tanto, pueden no reparar en que deben rehidratarse. Otra población en riesgo son los
los niños pequeños porque dependen de un adulto para darles de beber.
Asimismo, los expertos aseguran que las personas con patologías crónicas que les provoquen más sudoración o mayor frecuencia de orinar también se encuentran en mayor riesgo de deshidratación. Esto también implica a personas que estén tomando fármacos que provoquen el mismo efecto.
La recomendación general para evitar la deshidratación es consumir mínimo dos litros de agua diarios. Para mantener el cuerpo correctamente hidratado es necesario beber líquidos siempre antes de tener sed.
La sed es el mecanismo que alerta a nuestro cuerpo de que ha entrado en situación de deshidratación, por lo que es muy recomendable beber antes de llegar a este punto. Tener una botella de agua fresca siempre a mano y a la vista puede facilitar esta tarea.
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