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¿Su hijo está viviendo los cambios de la pubertad? Los comentarios que debe evitar
Este proceso puede iniciarse entre los 8 y 13 años en niñas y entre los 9 y 14 años en niños.
La adolescencia es una etapa de transformación tanto física como emocional para los jóvenes y sus padres. Durante este período, es crucial tener en cuenta ciertos aspectos al comunicarse con ellos, según destacan expertos en psicología.
La Asociación Española de Pediatría (AEP) señala que la pubertad se caracteriza por la aparición de características sexuales secundarias, como el crecimiento de las mamas y la aparición de vello corporal.
Es importante destacar que el inicio de la pubertad varía de una persona a otra. Sin embargo, según la Asociación Española de Pediatría (AEP), en la mayoría de los casos, las niñas suelen comenzar entre los 8 y 13 años, mientras que en los niños puede ser entre los 9 y 14 años de edad.
Héctor Lazo, psicólogo de SANNA Clínica San Borja, enfatiza que la pubertad puede ser una etapa confusa para los padres, quienes se enfrentan al desafío de adaptarse al cambio de sus hijos de niños a adolescentes.
Aunque los cambios físicos son los más evidentes, durante esta etapa también se experimentan transformaciones psicológicas significativas. Entre estos, Lazo destacó los siguientes:
. Foto:iStock
- La lucha entre la independencia y la dependencia
En la pubertad, es frecuente que la relación entre padres e hijos se vea afectada debido a que los jóvenes anhelan alcanzar la madurez rápidamente, buscando independencia tanto física como emocional.
Por consiguiente, es común observar un aumento en la desconfianza y los enfrentamientos hacia los progenitores, lo que puede generar cambios en el estado de ánimo del adolescente.
Durante los primeros años de la pubertad, se manifiestan los cambios físicos más notables, lo que puede generar gran preocupación en los jóvenes, así como sentimientos de extrañamiento y rechazo hacia sus cuerpos en transformación.
Esta experiencia suele dar lugar a nuevas inseguridades. Además, debido al desarrollo hormonal que caracteriza este período, comienza el despertar de la sexualidad y la autoexploración.
Con la llegada de la pubertad, las amistades adquieren una relevancia considerable en la vida de los jóvenes, relegando a los padres a un segundo plano.
En este sentido, los adolescentes buscan integrarse en grupos con intereses afines, lo que les permite establecer conexiones sociales intensas y emocionales durante esta etapa.
- Desarrollo de la identidad
Durante la pubertad, los jóvenes a menudo tienen una percepción distorsionada del mundo en la que tienden a verse a sí mismos como los protagonistas principales.
Por naturaleza, suelen ser algo egocéntricos, enfocándose en desarrollar su propia identidad y buscando mayor autonomía, lo que puede manifestarse en el rechazo a la intervención de sus padres y en la búsqueda de mayor intimidad.
Realice el test para saber qué piensan sus amigos. Foto:iStock
- Control de impulsos
A causa de la incertidumbre y la fragilidad respecto a sus propios pensamientos, es común que los jóvenes enfrenten dificultades para expresar y gestionar sus emociones.
Antonella Galli, psicoterapeuta de la Clínica Ricardo Palma, destaca que los jóvenes se vuelven más sensibles ante los comentarios sobre su apariencia física debido a los cambios visibles que experimentan durante la pubertad.
“Como ya hay cambios visibles, como el vello corporal, el acné y el ensanchamiento del cuerpo, es normal que se sientan un poco inhibidos por los comentarios o las miradas de los demás. Incluso, es común que se pongan más sensibles y frustrados ante esta observación de sus familiares o amigos”, aclaró la especialista.
¿Cómo comunicarse asertivamente?
La aplicación del SAP en decisiones de custodias de hijos afecta, mayoritariamente, a mujeres que a hombres. Foto:iStock
Para comunicarse efectivamente con los hijos durante esta etapa, Lazo sugiere crear espacios de conversación que les brinden tranquilidad y les permitan resolver sus dudas. Sin embargo, es crucial evitar comentarios que puedan afectar su autoestima, como mencionar cambios físicos de forma negativa.
“No existe una hoja de ruta para padres e hijos, sobre todo porque cada ser humano es distinto, además de que el púber está viviendo muchos cambios que a veces ni él mismo entiende”, sostuvo Héctor Lazo.
A causa de esa vulnerabilidad, es común que los jóvenes se vuelvan más sensibles a ciertos comentarios, especialmente cuando se refieren a su apariencia física.
Por lo tanto, es importante tener en cuenta que ninguna frase o crítica debe ser tomada a la ligera, ya sea constructiva o no. Como padre, siempre es fundamental cuestionarse si el comentario que se quiere hacer es apropiado o necesario.
“Se le debe explicar que los cambios son naturales, enseñar con el ejemplo y compartir cómo fue su experiencia cuando tenían su edad. Lo principal será normalizar esos cambios físicos y corporales, además de resaltar la importancia de este período de transición”, recalcó la especialista.
Galli recomienda normalizar los cambios físicos y resaltar aspectos positivos del nuevo aspecto de los jóvenes para reforzar su autoestima. Evitar comentarios como "te salió un vello" o "necesitamos ir urgente al dermatólogo" puede ayudar a evitar que los jóvenes se sientan avergonzados o inseguros.
“Si sus padres no refuerzan su autoestima, es posible que el chico o chica tenga una percepción errónea de los cambios que está viviendo debido a lo que pueda o no escuchar en la escuela”, señaló la psicoterapeuta.
*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en la información publicada por El Comercio de Perú (GDA), y contó con la revisión de la periodista y un editor.