En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información aquí

Suscríbete
Disfruta de los beneficios de El Tiempo
SUSCRÍBETE CLUB VIVAMOS

¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo [email protected] no ha sido verificado. Verificar Correo

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión

Hola, bienvenido

¿Cual es la ciudad colombiana clasificada como la más peligrosa del mundo?
¿Cómo va el juicio al expresidente Álvaro Uribe?
¿Accidente de bus en Calarcá?
Frío inusual en Bogotá explicado por el Ideam

Misión Dart: la Tierra da su primer paso por la defensa planetaria

La misión Dart de la Nasa es solo una parte de la estrategia contra asteroides de EE. UU.

Dimorphos justo antes de que la Prueba de Redirección de Asteroides Dobles (DART) hiciera impacto con el asteroide, según lo observado por el equipo de la NASA

Dimorphos justo antes de que la Prueba de Redirección de Asteroides Dobles (DART) hiciera impacto con el asteroide, según lo observado por el equipo de la NASA Foto: AFP

Alt thumbnail

PERIODISTA DE CIENCIAActualizado:

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon
El pasado lunes por la noche, desde el centro de operaciones de la misión Dart, en el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins en Laurel, Maryland (Estados Unidos), científicos e ingenieros que llevaban años trabajando para que el primer intento de la humanidad de alterar el movimiento de un asteroide se materializara, veían cómo se hacia realidad en pantalla.
La transmisión de la Nasa mostraba segundo a segundo, y casi en tiempo real, cómo la nave, que habían bautizado Dart, capturaba con su cámara las imágenes de su objetivo: la luna asteroide Dimorphos, tomas que se hicieron cada vez más grandes y llenaron la pantalla, justo antes de que se perdiera la señal, confirmando que la sonda había cumplido con la misión de estrellarse a 11 millones de kilómetros de la Tierra.
Aplausos y abrazos llenaron la sala de control al ver el final de la nave espacial de la prueba de redirección de doble asteroide (Dart, por sus siglas en inglés), una misión cuya inversión se estima alrededor de los 325 millones de dólares y que fue diseñada para comprobar qué tan eficaz es estrellar una nave a la hora de cambiar la trayectoria de un asteroide a través de la fuerza cinética, desviándolo de su curso lo suficiente como para mantener a la Tierra fuera del peligro.
En esa sala se encontraba Joshua Ramírez, ingeniero de telecomunicaciones de Dart para el Laboratorio de Física Aplicada de Johns Hopkins (APL) —institución que participó con la Nasa para poner a punto todos los detalles de esta increíble hazaña—. El puertorriqueño, quien durante los últimos cinco años trabajó en el equipo que diseñó, ensambló, probó y vigiló el subsistema con el que la nave espacial se comunicó con la Tierra hasta el último segundo, le explicó a EL TIEMPO, que esta misión —que hace parte de la estrategia nacional de preparación y plan de acción para objetos cercanos a la Tierra de EE. UU.— es el primer paso a la acción de la humanidad para defenderse de una amenaza que hasta el momento se había limitado a observar y caracterizar.
El equipo Dart (al frente Ramírez, con los brazos levantados), el Dr. Thomas Zurbuchen y los invitados aplauden la confirmación de la colisión.

El equipo Dart (al frente Ramírez, con los brazos levantados), el Dr. Thomas Zurbuchen y los invitados aplauden la confirmación de la colisión. Foto:NASA/David C. Bowman

“Antes de eso se habían hecho observaciones para identificarlos, Dart es la primera vez que hacemos una prueba física para defender el planeta. Esa iniciativa incluye al mundo entero, por ejemplo, Dart llevaba consigo un satélite más pequeño, que tomó las fotos del impacto, y era de Italia. También teníamos gente contribuyendo de la Agencia Espacial Europea, quienes harán una misión en 2026 llamada Hera, que va a pasar por Dimorphos y va a mirar el impacto y a caracterizarlo más”, explica el experto.
Y es que Dart, aunque ya cumplió con su primer objetivo de golpear con éxito a Dimorphos, un asteroide de un tamaño aproximado de 160 metros de diámetro (casi dos veces la Estatua de la Libertad) que órbita alrededor de uno más grande, Didymos (780 metros, aproximadamente la altura del Burj Khalifa en Dubai, el edificio más alto del mundo), apenas inicia su fase científica.
Hoy los expertos lidian con todos los datos recopilados del impacto por telescopios en tierra y en el espacio para monitorear cómo cambió su órbita alrededor de Didymos, al que normalmente le tomaba 11 horas y 55 minutos completar, y si fue alterada en 10 minutos, como esperan, o en 73 segundos, lo que también considerarían como un éxito. Un seguimiento a la magnitud del impacto que es quizá el componente más significativo, como explica el astrofísico Jorge Zuluaga, profesor de la Universidad de Antioquia.
El docente recuerda que esta iniciativa de la agencia espacial estadounidense ya tenía antecedentes, por lo que no es la primera vez que se impacta un objeto con un cuerpo artificial, en el 2005 la Nasa lanzó la sonda Deep Impact con el objetivo de hacer un cráter en un cometa para estudiar su composición.
“Científicamente el cambio de la trayectoria del asteroide a mi no me parece tan relevante, porque de eso no hay ninguna duda. La segunda parte de la misión es más interesante. Con el impacto se levanta material de la superficie del asteroide y se puede conocer de qué está hecho y entender un poco cómo puede ser por dentro por los ecos del golpe, eso de alguna manera es lo que vamos a entender por los telescopios en Tierra y la misión que sigue”, detalla el astrofísico.
El esquema de la misión DART muestra el impacto en la luna pequeña del asteroide (65803) Didymos. Las observaciones posteriores al impacto de los telescopios ópticos terrestres y el radar planetario medirían, a su vez, el cambio en la órbita de la luna sobre el cuerpo principal.

El esquema de la misión DART muestra el impacto en la luna pequeña del asteroide (65803) Didymos. Las observaciones posteriores al impacto de los telescopios ópticos terrestres y el radar planetario medirían, a su vez, el cambio en la órbita de la luna sobre el cuerpo principal. Foto:Laboratorio de Física Aplicada de la NASA / Johns Hopkins

Información que el científico considera puede ser importante también para abordar en un futuro otras alternativas de defensa planetaria, como explotar un asteroide o para otros campos, como la minería espacial.

¿Amenaza real?

Aunque, como señala el ingeniero Ramírez, los 325 millones de dólares que se invirtieron en Dart son una cifra pequeña comparada con otras misiones espaciales (se estima, por ejemplo, que cada lanzamiento del cohete SLS y la cápsula Orión del programa Artemis a la Luna le costará a la Nasa unos cuatro mil millones de dólares, de acuerdo con el portal Space) sigue siendo una suma considerable que habla de la seriedad con la que países como Estados Unidos se están tomando el tema de la amenaza de los asteroides.
De acuerdo con la agencia espacial, un punto de inflexión lo marcó el evento de Cheliabinsk, cuando, el 15 de febrero de 2013, un asteroide de unos 18 metros no detectado ingresó a la atmósfera de la Tierra y explotó sobre esta ciudad rusa, provocando un estallido en el aire y una onda expansiva que afectó a seis ciudades de la región.
Para la Nasa fue un recordatorio de que los objetos potencialmente peligrosos pueden ingresar a la atmósfera de la Tierra en cualquier momento y que incluso los relativamente pequeños pueden ser motivo de preocupación. Los astrónomos estiman que hay aproximadamente 25.000 asteroides cercanos a la Tierra de un tamaño cercano a los 140 metros o más grandes, lo suficiente como para causar una devastación regional si chocaran contra la Tierra, aunque no tan grandes como el que acabó con los dinosaurios.
Dentro de una sala limpia en Johns Hopkins APL, la nave espacial Dart se trasladó a un contenedor de envío especializado para su traslado a la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg cerca de Lompoc, California, donde está programado el lanzamiento de Dart.

Dentro de una sala limpia en Johns Hopkins APL, la nave espacial Dart se trasladó a un contenedor de envío especializado para su traslado a la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg cerca de Lompoc, California, donde está programado el lanzamiento de Dart. Foto:NASA/JOHNS HOPKINS APL/ED WHITMAN

Con el objetivo de hacer frente a esa amenaza espacial, EE. UU. cuenta con la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria (PDCO), que istra su misión de defensa contra este tipo de amenazas espaciales, de la que Dart es solo una parte: esta dependencia también proporciona detección temprana de objetos potencialmente peligrosos, cuyas órbitas predicen que se acercarán a 7,5 millones de kilómetros de la del planeta y que son de un tamaño lo suficientemente grande (30 a 50 metros) para dañar la superficie, los rastrea y caracteriza para emitir advertencias de los posibles efectos de impactos potenciales, estudia estrategias y tecnologías para mitigar los impactos y desempeña un papel principal en la coordinación de la planificación del gobierno de EE. UU. para responder a una amenaza real.
Sin embargo, según Ramírez, la amenaza hoy sigue siendo lejana, a pesar de la decisión de estar preparados con misiones como Dart. “Los científicos dicen que en los próximos 100 años no va a pasar algo así, pero hay que estar preparados y tener alguna forma de defendernos por si sucediera”.
Según explican los expertos de la Nasa, los asteroides, como la Tierra y los demás planetas, orbitan alrededor del Sol, pero se vuelven peligrosos solo si su camino y el nuestro se cruzan en el mismo punto y tiempo. La clave para prevenir un impacto es la capacidad de predecir eso con mucha anticipación y luego alterar la trayectoria del asteroide, incluso levemente, con métodos como el de Dart.
De acuerdo con el astrofísico Zuluaga, aunque se han planteado otras alternativas para desviar estos cuerpos —entre ellos destruirlos como en la película Armageddon— un impacto cinético sigue siendo la opción más realista. Sin embargo, para hacerlo con objetos más pequeños, como el de Cheliábinsk, deben seguirse perfeccionando las estrategias de búsqueda, que también se pueden dificultar ante el creciente número de satélites artificiales que reducen la visibilidad de los telescopios.

Prueba sin riesgo

Aunque jugar al billar con cuerpos celestes, como lo hace esta misión, puede parecer un riesgo, según el ingeniero Ramírez, los detalles de Dart fueron calculados milimétricamente, tanto así que desde hace meses se sabía el minuto exacto en el que el impacto se daría a las 7:14 p. m. hora del este del 26 de septiembre del 2022.
El sistema de Didymos y Dimorphos se eligió porque cumplía con características como su relativa cercanía, que permitía observar el impacto desde la Tierra para su análisis, pero a una distancia suficiente para hacer este proceso seguro. Además, gracias a cálculos y simulaciones en computador y al amplio estudio que se ha hecho de estos cuerpos también se previó que todo el proceso estuviera libre de efectos secundarios para el nuestro y otros planetas.
Y ¿qué ocurre si se comprueba que el impacto cinético es efectivo? El siguiente paso no es construir una nave siempre lista para abordar la amenaza que se presente. De acuerdo con el ingeniero Ramírez, se trata más de aprovechar la nueva información para adaptarla al caso que la humanidad enfrente en el futuro.
Por ejemplo, se espera que el análisis del impacto y del material que se desprendió de Dimorphos les permita a los científicos identificar de qué está hecho y su respuesta a la colisión permitiría calcular mejor las variables como la velocidad a la que se debería ir para conseguir los resultados deseados y, además, se espera que todos estos datos mejoren las simulaciones por computador que se hacen de estos cuerpos y sus trayectorias.
“Si es efectivo, el método se tiene que emplear con muchos años de adelanto, se identificaría el cuerpo con suficiente tiempo para hacer otro Dart. Ya sabemos cómo hacerlo, el próximo tardaría menos tiempo”, concluye el ingeniero de APL.
ALEJANDRA LÓPEZ PLAZAS
REDACCIÓN CIENCIA
EL TIEMPO

Sigue toda la información de Vida en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon

Conforme a los criterios de

Logo Trust Project
Saber más
Sugerencias
Alt thumbnail

BOLETINES EL TIEMPO

Regístrate en nuestros boletines y recibe noticias en tu correo según tus intereses. Mantente informado con lo que realmente te importa.

Alt thumbnail

EL TIEMPO GOOGLE NEWS

Síguenos en GOOGLE NEWS. Mantente siempre actualizado con las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en Google News.

Alt thumbnail

EL TIEMPO WHATSAPP

Únete al canal de El Tiempo en WhatsApp para estar al día con las noticias más relevantes al momento.

Alt thumbnail

EL TIEMPO APP

Mantente informado con la app de EL TIEMPO. Recibe las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en tu dispositivo.

Alt thumbnail

SUSCRÍBETE AL DIGITAL

Información confiable para ti. Suscríbete a EL TIEMPO y consulta de forma ilimitada nuestros contenidos periodísticos.