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Estudiantes buscan potabilizar el canal El Salitre, en Bogotá
Han desarrollado prototipos para generar energía con los sedimentos del canal y potabilizar el agua.
Cuatro estudiantes del colegio Minuto de Dios de la localidad de Engativá quieren ayudar a potabilizar el agua del río y obtener de sus sedimentos energía para los hogares. Foto: Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación
El río Bogotá tiene una extensión aproximada de 380 kilómetros, en su cuenca viven cerca de 9 millones de personas, la mayoría en la capital del país. Bordea 5 localidades de la ciudad, 46 municipios aledaños y desemboca en el río Magdalena.
Desde hace 100 años se viene hablando de la descontaminación de sus aguas, sin embargo, no se han dado los resultados deseados. A pesar de esto, cuatro estudiantes del colegio Minuto de Dios de la localidad de Engativá no pierden la motivación y sueñan en grande: ayudar a potabilizar el agua del río y obtener de sus sedimentos energía para los hogares.
Parece una idea titánica, imposible quizás, pero para Dylan Hernández Patiño, de 16 años, los grandes logros siempre empiezan con ideas pequeñas. Su grano de arena, y el de sus compañeros Juan Camilo Abril (14), Samantha Puentes Pinzón (15), Shaiel Mateo Jiménez, y del profesor Jorge Fiquitiva, es empezar a limpiar el canal El Salitre, donde solo caen aguas residuales, y que aportan vertimientos al río Bogotá, dejándolo anóxico.
“El canal El Salitre siempre huele mal. En nuestra comunidad y colegio se ha visto una afectación ambiental y en la calidad de vida. Por lo que nos hicimos la pregunta ¿por qué no empezar un proyecto que ayude a limpiar ese canal y ayude en el tratamiento de aguas residuales? Es una problemática de ciudad porque el río Bogotá está muy contaminado”, expresó Dylan.
Por lo anterior, desde hace tres años emprendieron un proyecto para conocer la pertinencia de implementar un dispositivo con una Celda de Combustión Microbiana (CCM) para la generación de energía alterna y un filtro para la potabilización de aguas residuales. Los resultados, aunque pequeños todavía, pueden ser una alternativa para la problemática.
La primera parte del proyecto consiste en usar los sedimentos del canal El Salitre para la generación de energía a través de una Celda de Combustión Microbiana. Foto:Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación
La primera parte del proyecto consiste en usar los sedimentos del canal El Salitre para la generación de energía a través de una CCM. El principio básico es que la celda está compuesta por dos secciones, una cámara anaeróbica, donde no hay oxigeno (la inferior), una cámara aeróbica (superior), y electrodos. Los microorganismos de estos sedimentos, por medio de su metabolismo, se comen la materia orgánica y generan pequeñas cantidades de electricidad.
“Estamos implementando una manera de energía asequible y renovable. Nuestro electrodo recolecta esa electricidad, que puede ser de 0,3 voltios, es muy poco, pero nuestro objetivo es tener varias celdas y poder almacenar esa energía en baterías recargables para el uso de la comunidad”, explicó Dylan.
La segunda parte del proyecto busca la potabilización de aguas residuales del canal El Salitre. En lo que todavía es un prototipo de máquina se vierte el agua y en un tanque se da la sedimentación, los solidos quedan abajo y las grasas en la parte alta. Sin estos materiales, el agua pasa a un segundo tanque para luego pasar a un filtro que tiene gramilla, carbón coque y carbón activado, que por su porosidad retienen partículas más pequeñas de materia sólida. Después, por medio de una luz herbicida se hace la desinfección de virus y bacterias. Paso seguido, un motor lleva el agua a otro envase en el que, con una pastilla potabilizadora a base de cloro, asegura el tratamiento del agua.
“Hasta el momento solo puede ser usada para labores en el hogar, bajar la cisterna, lavar la ropa, baños, loza. Lo que buscamos es que pueda llegar a ser potable para el consumo humano”, dijo Juan Camilo.
Los estudiantes apuntan a convertir el proyecto en un negocio, pues quieren instalarlo en las cajas de aguas negras de los hogares de la comunidad. Incluso, piensan en grande, a nivel distrital, para instalarlo masivamente y tratar toda el agua del canal El Salitre o el río Bogotá. Lo mismo ocurre con la energía, aspiran a lograr la autosuficiencia energética en los hogares.
Las aspiraciones del equipo son grandes, pero ese deseo hizo que fueran seleccionados para participar la final y X Encuentro Nacional ‘Ciencia y Territorio 2021’ del programa Ondas del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, que se realizará entre el 24 y 26 de noviembre en Barranquilla.
El equipo está conformado por Dylan Hernández Patiño, Juan Camilo Abril, Samantha Puentes Pinzón, Shaiel Mateo Jiménez, y el profesor Jorge Fiquitiva. Foto:Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación
“En Colombia hay mucho talento, lo pudimos ver en los encuentros regionales antes de llegar a la final. El programa Ondas da una oportunidad inmensa a nuestras ideas, pero en el país muchas veces no se toman en serio las ideas de los niños. Colombia necesita un cambio en lo referente al desarrollo de proyectos de ciencia desde las escuelas”, aseguró Dylan.
No conocen la capital del Atlántico, van con ansías de ganar, pero sin remordimientos si no lo logran. Seguirán con su proyecto, que también es una carta de presentación para ingresar a la universidad. Dylan quiere ser ingeniero aeroespacial o aeronáutico; Juan Camilo ingeniero aeroespacial o mecánico; Samantha ingeniera aeroespacial o de sistemas. Estos jóvenes se suman a los más de 85 niños que participarán en la final del X Encuentro Nacional ‘Ciencia y Territorio 2021’ del programa Ondas, que ven en la ciencia un proyecto de vida.
Además, reconocen que haber empezado a hacer ciencia e investigación desde temprana edad los ha ayudado para desarrollar habilidades como trabajo en equipo,
“Estamos adquiriendo conocimientos en un tema que no conocíamos. La investigación no servirá a nosotros para el futuro a entrar a las universidades y seguir ayudando a nuestra comunidad”, aseguró Samantha.
Su profesor Jorge no puede estar más orgulloso. Manifestó que sus estudiantes son el futuro del país y los referentes de los alumnos de grados menores, pues han demostrado que la ciencia es divertida, pero, sobre todo, necesaria para el cambio.
“Llevo como profesor de matemáticas 17 años, los primeros 10 cometí el error de ser un profesor clásico, de tablero. Cuando entré a un colegio que le apuesta a la investigación, descubrí que los jóvenes gozan explorando. Quiero que se sientan agentes activos para un cambio social. Las ideas están en el colegio, pero en ocasiones no escuchamos a los niños”, manifestó el docente.
Lo que empezó como un pequeño proyecto de un grupo de investigación del colegio Minuto de Dios es finalista de uno de los espacios más importantes de ciencia, tecnología e innovación del país. Quizá, si son elegidos entre los ganadores, irán a eventos internacionales a representar a Colombia. Y quien sabe, si siguen con determinación podrán descontaminar el río Bogotá.