Científicos insisten en retirar proyecto para limitar uso de animales en investigación

Esta semana se adelantó una mesa técnica presidida por la senadora Andrea Padilla para discutir con varios expertos y representantes de entidades del Estado los contenidos de su proyecto de ley que busca regular el uso de animales en actividades de investigación académica y científica.

Un espacio en el que se hicieron de nuevo evidentes las críticas que la comunidad científica del país ha expresado frente a una iniciativa que, según han detallado, pondría trabas a la actividad investigativa en el país. Entre los reparos, como ha resaltado el grupo de profesionales Biodiversos, se destacan problemas de definiciones y conceptos, redundancia dentro del articulado, problemas para la investigación y docencia, falta de financiación y aumento en la burocracia.

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La propuesta de la senadora Padilla, presentada el pasado 25 de julio, tiene "por objeto regular las actividades de investigación académica y científica, las pruebas de toxicidad, los estudios biológicos y las actividades de educación en las que se utilicen animales vivos, con el fin de garantizarles a los animales un trato respetuoso y digno, en razón de su sintiencia".

Como ya lo han manifestado en varios escenarios, los expertos reiteraron que la propuesta presenta problemas en la precisión de algunas de las definiciones que incluye. Por ejemplo, biólogos de Sociedad Colombiana de Mastozoología y ecólogos del Colegio Nacional de Ecólogos manifestaron en la mesa técnica que conceptos como “sintiencia”, “escala zoológica”, “nivel de dolor” y “uso de los animales” son ambiguos, carecen de rigor y limitan la investigación científica.

Además, consideran que algunas de las definiciones y conceptos se enfocan más en fauna criada para investigación, lo que hace que no sean son aplicables para la fauna silvestre sin ir en contra de las actividades de investigación y docencia.

La comunidad científica que participó de la mesa técnica también le transmitió a la senadora Padilla y a su equipo las problemáticas que encuentran en un proyecto que no considera que ya existen múltiples normas y actores que ya regulan lo tratado en la propuesta legislativa. "Minciencias menciona que hay más de 100 actores involucrados en la investigación científica con animales e insiste en que es más importante en la articulación con lo que ya hay", reseñaron desde Biodiversos sobre la intervención que hizo la viceministra de Conocimiento, Innovación y Productividad, Andrea Navas.

Mientras que el Instituto Nacional de Salud recalcó que la propuesta legislativa no adiciona elementos nuevos, sino que hace referencia a temáticas para las que ya hay normatividad vigente y entidades responsables, por lo que resaltaron la necesidad de una mayor articulación.

Una posición similar a la expuesta por la Asociación Primatológica Colombiana, cuyos representantes manifestaron que la academia ya cuenta con regulaciones suficientes con los permisos de colecta, los comités de ética y la obligatoriedad de que todos los datos de los individuos colectados sean reportados a plataformas como el Sistema de Información sobre Diversidad, requisitos que también son supervisados por la comunidad científica internacional, para que las investigaciones estén bajo los estándares mundiales.

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Según explica el profesor de la Universidad Javeriana, Germán Jiménez, quien participó del encuentro, en el planteamiento del proyecto hay una confusión de conceptos que ponen en riesgo la interpretación de lo que ellos hacen. El biólogo e investigador plantea, por ejemplo, que en los artículos 10 y 11 hay planteamientos que tocan no solo a la investigación biomédica, sino también la que se hace desde las ciencias naturales, la ecología y la conservación.

"Hay confusiones a lo que se pide reglamentar. Entre otras cosas, se desconoce que a pesar de que se diga que no todas las universidades tienen comité de ética, de todos modos las investigaciones que se hacen deben tener un rigor científico y considerar  aspectos éticos, porque si usted va, por ejemplo, a presentar una propuesta de investigación para que le den fondos, eso debe tener una aprobación bajo unos estándares", plantea el docente.

Otros de los puntos tratados en la mesa técnica fueron las trabas que algunos de los contenidos del proyecto de ley pueden representar para la actividad científica y educativa. Por ejemplo, se resaltó como el artículo 6 habla de no repetir investigaciones que ya se hayan hecho, lo que desconoce el quehacer científico, "ya que parte del proceso de construcción del conocimiento necesita de la replicación. La ciencia se basa en la verificación y la reproducibilidad", señalaron los expertos.

Preocupa especialmente a los expertos las limitaciones que la propuesta puede tener en el campo educativo. "Se pretende reglamentar que los estudiantes de biología o ecología solo manipulen los animales en los dos últimos años de carrera. Eso implicaría reconstruir los pensum de los programas de pregrado solo porque una ley lo está exigiendo, sin hacer consideración que para construirlos requirió un proceso de reflexión y construcción académica y pedagógica", explica Jiménez, quien añade que hay unas lógicas que explican que los alumnos deben tener o desde los primeros años con su objeto de estudio.

Desde el equipo de la senadora explican que hasta el 4 de septiembre recogeran comentarios y aportes para el proyecto de ley. Sin embargo, lo que han reiterado de la comundiad científica es la necesidad de retirarlo, como ya pasó con una propuesta similar hecha en Cámara por el representate Juan Carlos Losada, debido a que los problemas del planteamiento son de fondo.

Aunque ven como positivo la apertura al diálogo de la mesa, investigadores como Jiménez ven como una derrota la rotunda negativa que la senadora ha dado frente a la solicitud de retirar la propuesta legislativa. Los científicos del país han sido insistentes en que esos espacios de construcción conjunta deben darse antes de llevar las propuestas al plano legislativo de una manera impositiva y desconociendo el saber que pueden aportar quienes trabajan todos los días en el campo que se quiere reglamentar.

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"Se debió haber hecho una consulta con los grupos de investigación, reunir a las principales universidades y decirles se está planteando un proyecto de ley bajo estos términos. Como lo vemos nosotros es que muchas de las quejas de la comunidad animalista están orientadas a cosas que se han hecho desde la investigación biomédica, no de la ecología, taxonomía o conservación", le dijo Jiménez a El Tiempo.

Para los expertos de las ciencias biológicas, ecológicas y de la conservación es preferible detener el tránsito del proyecto de ley y construir juntos una nueva propuesta. 

REDACCIÓN CIENCIA