Redescubra Cartagena hospedándose en lujosas casonas restauradas del Centro Histórico

Si algo está claro es que como Cartagena de Indias no hay dos y eso se debe, entre otras cosas, a su arquitectura. La ciudad amurallada alberga construcciones de carácter civil, militar y religioso de la época colonial que desde finales del siglo XVI evocan magia y misticismo y por lo cual fue declarada por la Unesco Patrimonio Histórico, Arquitectónico y Cultural de la Humanidad.

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“Desde sus fachadas y solares, pasando por los balcones y patios interiores, además de su ambiente, cultura y localización geográfica, Cartagena es un tesoro que toda la humanidad debe conocer”, le explica a este diario el arquitecto, experto en restauración y recuperación del Patrimonio, y director creativo de Ochoinfinito, Carlos Garzón.

Ejemplo de estas joyas arquitectónicas que han sido preservadas y restauradas son Casa Pestagua y Casa San Agustín que reflejan el fresco estilo contemporáneo de Cartagena y la colorida sensibilidad caribeña sin olvidar el legado arquitectónico que las cobija.

Ahora, convertidas en hoteles independientes de lujo, Casa San Agustín hace parte del prestigioso sello Leading Hotels of the World y es el único hotel colombiano incluido la clasificación de lujo Forbes Travel Guide 2023, mientras que Casa Pestagua es miembro de la prestigiosa marca de lujo internacional Relais & Châteaux -el único en el país- y en 2019 ganó el premio Condé Nast Johansens al Mejor Hotel Boutique en Sudamérica.

Cuando se habla de Pestagua, la palabra evoca hoy día a una exclusiva casona en el centro histórico de Cartagena de Indias convertida en un hotel de lujo. Lo que pocos saben es que le perteneció al primer Conde de Pestagua, don Andrés de Madariaga y Morales, aunque no fue él quien la empezó a construir, sino quien la terminó. Recorriéndola, uno se puede imaginar las riquezas, el poder y la influencia que llegó a acumular este abogado y rico terrateniente del siglo XVIII.

Comisionado en 1767 para notificarle a la Congregación jesuita en Mompox de su expulsión de todos los dominios del Rey Carlos III de España, el Conde era entonces alcalde de Cartagena y decidió vivir, en una casa que por entonces ocupaba toda la cuadra, disfrutando de los privilegios que le otorgaba la Corona.

La casa de Don Andrés de Madariaga y Morales, identificada hoy con el número 33‐29 de la Calle de Santo Domingo, es considerada como de primer orden dentro del conjunto amurallado y es una opción magnífica para hospedarse dentro de la ciudad amurallada tras su remodelación que tardó ocho meses y tuvo una inversión de 15 millones de dólares.

Su belleza arquitectónica refleja la suntuosidad de una época como pocas, que le permitirá trasladarse en el tiempo a través de sus colores, composiciones y arquitectura.

En el patio de entrada aún se encuentra el gran Aljibe donde se almacenaban las aguas lluvias que los techos recogían, pues en ese entonces Cartagena no contaba con un acueducto y esta casa suministraba el precioso líquido a las casas aledañas que el Conde construyó posteriormente.

Desde entonces, se entra a una realidad paralela que entre tonalidades cálidas e iluminadas potencian los vívidos azules de una imponente piscina y un gran patio interno, adornado por frondosos árboles que esconden un moderno gimnasio dotado.

En el segundo piso, donde se encontraban las habitaciones del Conde y su familia y el gran Salón de bailes y reuniones, con rico artesanado en el techo, típico elemento de la arquitectura de Cartagena, se encuentran ahora la mayoría de las habitaciones, ninguna igual a la otra, y en cuyos rincones se preserva el haber sido casa de habitación de ilustres personajes, como en 1919 cuando vivió en ella como inquilino don Luis Patrón Rosano, humanista y gobernador de Bolívar en dos ocasiones.

Ahora, restaurado y renovado, ofrece una experiencia sinigual en sus 10 espaciosas suites y 6 habitaciones que conservan la herencia colonial y hablan de un lujo vanguardista.

“El Hotel Casa Pestagua fue restauración y renovación en conjunto. La primera restauración la hizo Álvaro Barrera a Pedro Gómez hace 26 años y desde esa época no se le hacía mantenimiento. Cambiamos y repusimos la madera y le dimos un refresh a toda la casa para que sea un hotel de lujo del nivel de Relais & Châteaux sin afectar la estructura colonial y la distribución de espacios con los que ya contaba la casa”, le cuenta a EL TIEMPO Carolina Bernal, gerente de Casa Pestagua.

Si lo que desea es pasar una experiencia cargada de lujo y comodidad, Hotel Casa Pestagua cuenta con la Suite Conde de Pestagua que en sus 140 metros cuadrados tiene una terraza con vista 360 a la ciudad, desde donde se puede disfrutar tanto de la vista del Centro Histórico como del mar, exclusivo en ascensor y jacuzzi privado.

Su balcón ofrece una exclusiva vista a la catedral, el piso es en mármol, cuenta con tina y su techo es de doble altura. Además, al igual que el resto de las habitaciones, cuenta con ventanas totalmente insonorizadas por lo que el ruido de la calle no será un problema.

A pocas cuadras del Hotel Casa Pestagua se encuentra Casa San Agustín cuya apertura se dio en diciembre de 2008.

Casa San Agustín es una carta de amor a Cartagena. Ubicado en la propiedad que era Juan de Torrezar y Díaz Pimienta, militar, virrey interino del Nuevo Reino de Granada y fundador de la ciudad de Montería, este hotel se cataloga como refinado y relajado.

Su trío de edificios blancos de época colonial rezuma el calor de una residencia privada magníficamente decorada. Desde los frescos originales de la biblioteca hasta los techos con vigas de madera de siglos de antigüedad en las habitaciones, el arte y la arquitectura de Casa San Agustín evocan la rica historia de la ciudad como bastión español del siglo XVII.

Eso sí. Ambos espacios están pensados para que los huéspedes se sientan como en casa y resuenen en el calor del hogar.

“Adentrarse en la historia y cultura en una ciudad como Cartagena de Indias y, particularmente, de su Centro Histórico, siempre será un gran diferencial, en sí mismo, es el valor agregado. Para el Hotel Casa Pestagua y el Hotel Casa San Agustín es importante ofrecer un ambiente cálido y acogedor donde los huéspedes se sientan en casa confiados de un servicio impecable y familiar, haciendo que se sientan como en su hogar”, aclara Bernal.

Sus 20 habitaciones y 11 suites bellamente decoradas conservan el auténtico estilo colombiano, mientras que incorpora los servicios y amenidades modernos. Estilos de camas, mesas de noche, muebles y baños son únicas y exclusivas para cada habitación.

La suite del virrey es la más grande y emblemática. Equipada con un jacuzzi al aire libre y dos terrazas ofrece una vista excepcional, ropa de cama frette de lujo, salón separado y comedor.

Al igual que en Casa Pestagua, cada una de las habitaciones –y de los espacios del hotel- cuenta con aromas exclusivos diseñados originalmente. La buena noticia es que, si se enamora de la esencia, la puede adquirir en la boutique del spa de Casa San Agustín llamado Aurum y que honra las cualidades del oro al promover el despertar del poder interior y la abundancia natural.

Los huéspedes también pueden disfrutar de las amenidades exclusivas de Ortigia, línea de lujo de origen italiano y de un minibar de cortesía en las habitaciones que se repone diariamente. Asimismo, se cuenta con una app exclusiva para que los huéspedes puedan solicitar lo que requieran desde su celular.

En San Agustín se ubica un Honor bar dispuesto para que los huéspedes puedan leer, pasar un momento de reflexión o disfrutar de una agradable conversación en un espacio rodeado de imponencia. Todos los días, a las 5 p. m., se ofrece un espacio de té en este lugar.

En ambos hoteles están disponibles el uso de bicicletas para recorrer la ciudad sin costo para los huéspedes. Y se puede hacer uso del gimnasio de Pestagua si se está quedando en San Agustín.

Los huéspedes pueden disfrutar de un día de arena y mar en Acasi, playa privada diseñada única y exclusivamente para los huéspedes de Casa San Agustín.

Ubicada en la isla Barú, a media hora de Cartagena, se podrá pasar un día para tomar el sol y disfrutar de la desconexión sin ir más lejos de la ciudad. El hotel ofrece transporte privado para que se pueda ir y volver según los horarios de cada grupo.

Para rematar su visita al Hotel Casa Pestagua y a Casa San Agustín no puede dejar de visitar los restaurantes Alma –ubicado en Casa San Agustín- y Ánima -en el hotel Casa pestagua-.

Dirigidos por Heriberto Eljach, uno de los chefs más reconocidos de Colombia, los restaurantes evocan las raíces de la comida caribeña, colombiana e internacional. Una experiencia que, sin duda, lo va a querer hacer repetir.