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Investigación
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Así se cocinó el asilo del expresidente panameño Ricardo Martinelli y así está viviendo en Bogotá
Ex-M19 fue clave para salida del condenado político desde Panamá. Congreso ya empezó a indagar.
El expresidente de Panamá, Ricardo Martinelli, llegó a Colombia el pasado 10 de mayo. Foto: Archivo particular
Desde tres lujosos restaurantes de la zona rosa, en uno de los Sanadresitos del sur de Bogotá, en reuniones con una abogada, en el gimnasio de un hotel en el barrio La Cabrera...
El expresidente de Panamá Ricardo Martinelli, condenado en su país por corrupción, ya completa siete días celebrando el sorpresivo asilo que el gobierno Petro le otorgó.
El trámite se mantiene bajo reserva, pero EL TIEMPO investigó y estableció que incluyó una carta que fue llevada a Casa de Nariño, los buenos oficios de un exmilitante del M-19 y hasta el uso de un carro diplomático colombiano para que Martinelli no fuera capturado.
Martinelli en el avión hacia Colombia. Foto:Archivo particular
Y aunque en los últimos años Colombia ha refugiado a perseguidos por regímenes dictatoriales como el de Maduro y a políticos ecuatorianos y de otras nacionalidades, el caso Martinelli ha cobrado relevancia por varios aspectos polémicos.
Voces cercanas a funcionarios del propio Gobierno, como laexembajadora en Panamá, Ángela Benedetti –hermana del ministro del Interior, Armando Benedetti- salieron a señalar supuestos “pagos” detrás de ese asilo. Y desde otras orillas, como la de la exvicepresidenta Marta Lucía Ramírez, se cuestiona que alguien con una sentencia en firme por blanqueo de capitales haya sido recibido como “perseguido político”.
A eso le suman los ataques de Martinelli al presidente Petro a quien sugirió ponerle “bozal”.
Ángela Benedetti, exembajadora de Colombia en Panamá; y Ricardo Martinelli. Foto:Cancillería
Y en el terreno del control político, EL TIEMPO estableció que a la Cancillería ya le llegó un requerimiento del Congreso para que explique ese amparo. De hecho, la oposición indaga si se está ambientando el uso de ese recurso para futuros casos de funcionarios del Gobierno involucrados en corrupción.
La información disponible señala que hubo viajes relámpago a Bogotá, llamadas entre presidentes y acuerdos confidenciales detrás del asilo al expresidente, de 73 años.
En Panamá todo estaba listo para que la primera semana de abril Martinelli se fuera a Managua tras permanecer un año en la embajada de Nicaragua.
¿Por qué Colombia?
Daniel Ortega, presidente de Nicaragua. Foto:Redes sociales
Con ese mecanismo le hizo el quite a la condena de 10 años y seis meses que la Corte Suprema de su país le ratificó, por el llamado caso ‘New Business’.
Pero el régimen de Daniel Ortega se enteró de que Panamá ya no iba a votar por su candidata a secretaria general del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA). Y en una carta, donde acusa al presidente de Panamá, José Raúl Mulino, de difamar y ofender a su gobierno, notificó que en reciprocidad no recibiría a Martinelli.
EL TIEMPO estableció que ante el inminente desalojo del condenado de la sede diplomática y del vencimiento de un salvoconducto de 72 horas para moverlo a Managua, se empezó a desplegar un plan b.
“Martinelli envió al menos tres solicitudes de asilo a países como Honduras y Colombia y esta última, a pesar de ser a un gobierno de izquierda, afín a la dictadura de Ortega, le terminó respondiendo, tras un par de llamadas gobierno a gobierno”, señaló una fuente diplomática desde Ciudad de Panamá.
Y agregó que el presidente Mulino, exministro de Martinelli y a quien este le hizo el guiño para que ganara las presidenciales de 2024 (tras quedar inhabilitado por la condena), estuvo enterado de cada paso.
La carta de Martinelli
Fabio Mariño, embajador de Colombia en Panamá. Foto:Congreso Visible
Fuentes del alto Gobierno le dijeron a este diario que el embajador de Colombia en Panamá, Fabio Mariño, fue clave. Se trata de un excomandante del M-19, de 71 años, muy cercano al presidente Petro.
Cuando Martinelli le radicó una carta en la embajada de Colombia pidiendo asilo, Mariño tomó un avión a Bogotá.
“(...) Me dirijo con preocupación e inquietud al gobierno de Colombia al encontrarme en estos momentos en una situación que representa una amenaza a mi integridad mental así como al pleno ejercicio de mis derechos humanos fundamentales y mi integridad física”, se lee en la carta, fechada el 30 de abril.
Ricardo Martinelli llegando a Colombia en su jet privado. Foto:Archivo particular
Y en otro par de párrafos dice que se ampara en los principios de la Convención de la Habana, de 1928. Y, tras citar otras normas, recalca que estaba corriendo un riesgo inminente por razones políticas y por eso pedía asilo territorial y político.
La carta también menciona el vencimiento del salvoconducto para desplazarse a Managua.
Mariño fue visto tanto en Casa de Nariño como en la Cancillería afinando el tema.
¿Quién firmó?
Gustavo Petro, presidente de Colombia; y Raúl Mulino, presidente de Panamá. Foto:Redes sociales
Martinelli entendió que ya había luz verde y ordenó que le alistaran su jet privado, de matrícula N799 RM, para viajar a Bogotá con su perro Bruno, un Yorkshire Terrier.
Bruno, la mascota de Martinelli, llegó con él a Bogotá. Foto:Archivo particular
Casi de inmediato, el presidente Petro le envió una carta a Mulino en donde le comunica: “He decido otorgar el asilo político a Ricardo Alberto Martinelli”. Y hace referencia a la tradición de asilos de Colombia.
El rol de la cartera de Exteriores, a cargo de Laura Sarabia, fue la encargada de coordinar que la aceptación del asilo –estudiada, resuelta y firmada por el mandatario-, fuera notificada a Migración Colombia.
En Panamá se habla de una llamada entre Petro y Mulino, y de una consulta a la Interpol en Lyon (Francia) para descartar que existiera una circular roja en contra del condenado exmandatario. Esa verificación corrió por cuenta de Panamá.
La exprocuradora
Ricardo Martinelli, expresidente de Panamá en Colombia. Foto:Archivo particular
Luego, se acordó poner a disposición de Martinelli un carro diplomático de Colombia para que no fuera capturado cuando saliera de la embajada nicaragüense al hangar privado donde estaba el jet.
“Con la molestia de Nicaragua era probable que el tema se filtrara. Además, la Cancillería de Panamá cometió la infidencia de comunicar el asilo antes de que el jet despegara”, explicó una fuente enterada.
A diferencia de otros asilados, el propio Martinellí se ha encargado de hacer visible su presencia en Bogotá. Además de la ruidosa fiesta de celebración, se ha movido por conocidos restaurantes, en donde se le ve bebiendo whisky y anunciado que volverá a Panamá.
Ana Matilde Gómez, exprocuradora de Panamá. Foto:Redes sociales
En el hotel cinco estrellas donde se queda, ha recibido a varios de sus alfiles. Y se ha tomado decenas de fotos con ellos y con su perro Bruno.
Al respecto, Ana Matilde Gómez, procuradora durante la istración de Martinelli, le dijo a EL TIEMPO que desconoce si hubo una negociación turbia para el asilo, pero anunció que se debe acudir a instancias internacionales para que se revise: “El señor Martinelli le debe responder a la justicia por los casos en los que está siendo investigado y cumplir la condena que se le impuso. Desde Panamá deben solicitar formalmente a los altos tribunales la extradición del expresidente y alertar a la Interpol. Es posible que pretenda salir de Colombia. Martinelli no está siendo perseguido por nadie”.
Habla su abogado
Ricardo Martinelli y su perro Bruno. Foto:Archivo particular
EL TIEMPO buscó a Matinelli, pero en el hotel informaron que estaba fuera.
No obstante, su abogado, Carlos Carrillo, explicó que en el llamado proceso 'New Business' (lavado) se agotaron las instancias ordinarias en la justicia.
Pero están pendientes de resolver recursos extraordinarios de inconstitucionalidad ante la Corte Suprema, por haberse violado el principio de especialidad y el debido proceso.
Y agregó que hay una demanda contra de Panamá, en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por violación a sus derechos. Sobre el asilo solo dijo: "Fue una cuestión diplomática, de estado a estado”.
Ahora se sabe que el exmandatario -que tiene un patrimonio de más de mil millones de dólares- se iría a vivir a Cartagena porque la altura de Bogotá le estaría afectando.