Seis formas de mantener la calma ante un temblor u otro desastre natural

Experimentar un temblor puede ser una experiencia aterradora, pero hay medidas que se pueden tomar para mantener la calma y garantizar la seguridad individual y de los demás durante un evento sísmico. 

Cuando una persona enfrenta este tipo de situaciones, mantener la calma es esencial. Debe respirar profundamente y tratar de controlar su ansiedad. El pánico puede intensificar la situación, dificultando la toma de decisiones adecuadas en medio del caos.

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La reacción de pánico durante los temblores es natural y puede ser atribuida a una combinación de factores psicológicos, emocionales, así como a la falta de preparación.

Primordialmente, el temor a lo desconocido juega un papel importante, ya que los temblores suelen ser eventos impredecibles y repentinos. La falta de comprensión sobre la naturaleza del temblor y cómo responder ante él puede generar ansiedad y miedo.

La sensación de falta de control también contribuye al pánico. Los temblores son fuerzas naturales que escapan al dominio humano, lo que puede llevar a las personas a sentir que no tienen ninguna influencia sobre la situación. Este sentido de impotencia puede exacerbar el miedo y la ansiedad.

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La psiquiatra Isabel Zuluaga Sánchez, explica que "un ataque de pánico es un episodio de inicio súbito caracterizado por un nivel de ansiedad muy elevado asociado a síntomas que denominamos neurovegetativos. Dentro de estos encontramos palpitaciones, náuseas, sudoración, sensación de calor frío, inminencia de desmayo". 

Para evitar esta situación y posteriores secuelas post-traumáticas, es importante seguir los siguientes pasos. 

Es complejo saber en qué momento se pueden presentar estos episodios o cómo actuará una persona ante un evento como este. Por eso, más allá de seguir las recomendaciones para mantener la calma, los expertos explican cómo ayudar a quienes lo necesitan.

La psicóloga Paola Gonzáles Gil asegura en Top Doctors que lo más importante es hablarle, explicarle que nada malo sucederá y que todo aquello que experimenta es normal.

"Lógicamente, va a depender si son personas que tienen algún factor de riesgo de alguna patología cardíaca o de cualquier otro tipo de alteración, como puede ser diabetes, que se puedan descompensar, tenemos que hacer primera atención a ese tipo de variables, pero en cualquier caso el comportamiento de la persona que puede estar a su lado es calmarlo y hablarle despacio para que se pueda producir un ritmo calmado de tal manera que la otra persona se tenga que adaptar", explica la experta.

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Cabe señalar que la falta de preparación adecuada es un factor adicional que contribuye al pánico. La mayoría de las personas no están suficientemente informadas sobre cómo actuar durante un temblor. La ausencia de conocimiento sobre las medidas de seguridad y dónde encontrar refugio puede intensificar la respuesta de pánico.

Para mitigar la tendencia al pánico durante temblores, es crucial aumentar la conciencia pública sobre la preparación y respuesta ante desastres. Realizar simulacros y prácticas de evacuación puede ayudar a las personas a estar mejor preparadas, lo que a su vez puede reducir el pánico al proporcionar conocimiento y confianza en la toma de decisiones en situaciones de crisis.