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¿Qué es el síndrome de Ulises y cómo afecta la psicología de las personas que emigran?
Se trata de un cuadro psicológico relacionado con vivir situaciones muy duras en la migración.
El mundo ve cada día más masivas migraciones. En Europa, con migrantes africanos; en América latina, con miles de personas cruzando en cifras récord el Darién para fijar rumbo a Estados Unidos; en Asia, a raíz de los conflictos armados que hy enfrentan algunas regiones. Lo cierto es que, de acuerdo con ONU Migración, según la estimación más reciente, en 2020 había en el mundo aproximadamente 281 millones de migrantes internacionales, una cifra equivalente al 3,6% de la población mundial.
De hecho, la cifra global de migrantes internacionales ha aumentado en las últimas cinco décadas. El total estimado de 281 millones de personas que vivían en un país distinto de su país natal en 2020 es superior en 128 millones a la cifra de 1990 y triplica con creces la de 1970.
Migrantes rescatadas la semana pasada cerca a la isla de Lampedusa. Foto:EFE/Esther Camps / Open Arms
Es justo ese desarraigo de la cultura, la dificultad de tejer nuevas redes de apoyo y el dejar atrás lo que se ha vivido siempre, lo que enfrenta a las personas migrantes con diferentes retos. Entre ellos el llamado síndrome de Ulises.
Este síndrome toma su nombre del héroe de la mitología griega que Homero recreó en la Odisea. Un semidiós que afronta múltiples peligros lejos de los suyos y que, no obstante su condición divina, sufre.
¿Qué es el síndrome de Ulises y cómo afecta a los migrantes?
Se trata de un cuadro psicológico de estrés muy intenso, relacionado con vivir situaciones muy duras en la migración. Es decir, no es migrar en buenas condiciones, con familia y trabajo, sino hacerlo con dificultades importantes como soledad, miedo e indefensión.
Esto genera una respuesta en las personas con sentimientos de tristeza, dificultades para dormir, dolores de cabeza, entre otros. El síndrome de Ulises no es una enfermedad, es una respuesta reactiva a una situación tan compleja como esta.
Según explicó a EL TIEMPO el doctor Joseba Achotegui, psiquiatra español conocido por haber descrito el síndrome de Ulises en 2002, este síndrome no pertenece a la clasificación de trastornos mentales. Es más bien un cuadro relacionado con la salud emocional.
“Se podría decir que está en el límite entre el bienestar y la enfermedad mental, es una frontera, como en la que viven los inmigrantes lo que les genera riesgo potencial de que su situación se deslice hacia un diagnóstico verdadero, por eso es importante prevenirlo”, resalta Achotegui.
El psiquiatra resalta que es importante que los migrantes conozcan este síndrome, y que también los médicos y expertos en el área de la salud se familiaricen con el mismo, con el objetivo de que pueda ofrecerse un mejor diagnóstico que considere también la salud mental dentro de la sintomatología del paciente.
“El migrante en general es una persona fuerte, resiliente, una persona con capacidad que tiene un padecimiento porque vive un contexto horroroso, pero eso no quiere decir que esté enfermo. Entonces si convertimos un dolor de estómago en algo que tratamos como si fuera una úlcera, pues no estamos ayudando. Se generan problemas añadidos. Creo que en lo somático es muy importante hacer un buen diagnóstico”, resalta Achotegui.
El experto destaca que el síndrome de Ulises se define por sus estresores. Dichos estresores serían vivir las circunstancias extremas en los siete duelos universales de la migración: familia, lengua, cultura, tierra, estatus social, tipo de pertenencia y los riesgos físicos.
“A nivel familiar, se puede imaginar una madre que emigra dejando a su hijo pequeño. También pensemos en la lengua y las costumbres en niños que llegan a algunos lugares y que no entiende nada de lo que ocurre en su entorno, esto tiene que ser un duelo muy fuerte. En cuanto a la cultura, vas a un lugar con otras costumbres y se puede tener un duelo por la tierra porque pueden llegar a lugares más fríos o que no les gustan. Por otro lado, el estatus social cambia porque cuando se migra se deben hacer trabajos con una cualificación más baja. Por supuesto, sin papeles no tienen muchas garantías, sin dejar de lado el racismo”, agrega el experto.