Un informe publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), señala que la mayoría de países del mundo han tenido avances significativos en la lucha contra la epidemia global del tabaquismo, en un proceso creciente que se inició en el 2003, cuando se adoptó el convenio marco para el control del tabaco.
Sin embargo, la agencia advierte que este progreso está amenazado por la industria tabacalera que de manera permanente reinventa formas para atraer nuevos fumadores, obstaculizar la adopción de políticas de control y promocionar nuevos productos como los cigarrillos electrónicos, los dispositivos de calentamiento, posicionándolos como más saludables.
El informe, el séptimo bianual que realiza la OMS, asegura que “este año se centró en la disposición de tratamientos específicos para eliminar el tabaquismo y analizar las amenazas que para la salud pública significan los nuevos productos desarrollados por las tabacaleras”, y deja claro, que estos últimos tienen tanto riesgo como los cigarrillos convencionales, por lo que advierte a los gobiernos sobre la inconveniencia de incluirlos como herramientas para cesar el consumo.
Este año se centró en la disposición de tratamientos específicos para eliminar el tabaquismo y analizar las amenazas que para la salud pública
Con cifras claras, el reporte recomienda que cada país debe definir la forma de abordar el problema de los cigarrillos electrónicos y que como mínimo “deberían estar sujetos a las mismas políticas de control del tabaco convencional”.
De igual forma, recomienda medidas drásticas contra el despliegue comercial de productos derivados del tabaco hacia jóvenes en forma de empaques llamativos, aromas, nuevos sabores e incluso muestras gratis para introducir campañas.
El estudio resalta el papel de Colombia que ha sido líder en el continente en cuanto a políticas para controlar el tabaco y, además, lo incluye dentro de los 10 países que subieron recientemente los impuestos como una estrategia más para disuadir consumidores.
La OMS recalca que 5.000 millones de personas en el mundo están amparadas por algún tipo de medida para protegerlos de los riesgos derivados del consumo del tabaco y sus derivados, de los cuales 3.900 millones viven en países de ingresos bajos y medianos.
En el mismo sentido, manifiesta que ha habido una creciente mejoría en cuanto a políticas antitabaco en los países de ingresos bajos, al punto que hoy la mitad de ellos tienen alguna medida específica.
En resumen, 23 países cuentan con medidas clínicas de apoyo al abandono de tabaco que “cumplen con todos los criterios referenciados en esta tarea. 116 países ofrecen algún tipo de servicio de salud con este objetivo y sufragan completa o parcialmente sus costos y 32 naciones ofrecen los servicios, pero no cubren los gastos”.
Hay que reconocer que Colombia va por buen camino, sin embargo, no hay que bajar la guardia, frente a la arremetida de las tabacaleras
Por otro lado, 91 países tienen advertencias gráficas en los paquetes, 61 incluyen advertencias legales, 48 han prohibido la publicidad total, 103 tienen prohibiciones parciales, 38 países recaudan impuestos que alcanzan el 75 por ciento del precio, 62 tienen cargas impositivas entre el 50 y el 75 por ciento de dicho precio y 61 que va del 25 al 50 por ciento.
“Hay que reconocer que Colombia va por buen camino, sin embargo, no hay que bajar la guardia, frente a la arremetida de las tabacaleras, para la imposición del cigarrillo electrónico, los vapeadores y los calentadores de tabaco, que se camuflan bajo la figura de ser más saludables, cuando la evidencia demuestra lo contrario”, dice Esperanza Cerón, Directora de Educar Consumidores, quien además hace un llamado a las autoridades de salud, para que se revisen estas estrategias y se tomen medidas sin demora.
Carlos Francisco Fernández R.
Asesor Médico El Tiempo.