¿Por qué el rol de los padres es fundamental en la autoestima de los niños? Este es su impacto en la salud mental

En consecuencia, expertos coinciden que durante los primeros años se deben reafirmar algunas habilidades que contribuyen a la autoestima saludable. 

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Paola Andrea Uribe Marín, Magíster en Asesoría Familiar y Gestión de Programas para la Familia y profesora del Instituto de la Familia de la Universidad de La Sabana, explica que los niños no nacen con su autoestima desarrollada, por lo que deben formarla a lo largo de su vida.

“El rechazo es una de las principales causas de una autoestima baja y, cuando proviene de los padres, genera una herida profunda difícil de sanar; si una persona no es querida al interior de su familia, no espera ser querida o aceptada por nadie”, asegura.

Por tal motivo, la experta reitera que la clave es demostrar ante los hijos coherencia y consistencia. “No se puede dar de lo que no se tiene. Los padres somos los responsables de guiar a los hijos a encontrar su mejor versión, al animarlos a ir más allá y mostrarles que son seres virtuosos e inacabados”, cuenta.

En ese orden de ideas, Uribe Marín es enfática en señalar que es necesario que desde los padres se apliquen una serie de estrategias que podrán contribuir a desarrollar la autoestima de los niños.

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En primer lugar, la asesora familiar señala que el amor incondicional es la base sobre la cual se construye la relación entre padres e hijos. Estar por encima de su buen o mal comportamiento implica educar en el respeto y corregir en el amor. Establecer normas y límites proporciona un marco donde los niños pueden desarrollar responsabilidad y comprender la importancia de la interdependencia. 

"La disciplina y la confianza se forjan en este contexto", explica la experta y recomienda recordarles a los niños todos los días que son amados, nutriendo así ese vínculo fundamental.

Por otro lado, utilizar un lenguaje positivo es una herramienta poderosa en la crianza. Frases como "Puedes darme un momento para escucharte" o "Pero lo que sí puedes es seguir intentándolo" generan un ambiente de apoyo y estímulo. Fomentar el pensamiento, habla y respuesta positiva y respetuosos aumenta la capacidad de afrontamiento de los hijos ante la adversidad, reduciendo su ansiedad y tensión.

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Siguiendo esta línea, Uribe Marín explica que reconocer a los hijos por quienes son es esencial para su desarrollo emocional. Evitar comparaciones con hermanos u otras personas permite que los niños se sientan aceptados y seguros en su identidad. Los padres tienen el papel de ayudar a sus hijos a descubrir y potenciar sus capacidades, demostrándoles su confianza en ellos.

"La comunicación constante y fluida es clave en la relación padre-hijo. Los niños deben sentir que pueden acudir a sus padres en cualquier momento para compartir sus sentimientos o lo que sucede en su entorno. Esta apertura fortalece el vínculo familiar y brinda un espacio seguro para la expresión emocional", explica la asesora familia de la Universidad de la Sabana.

Por último, resalta que animar a los hijos a ver los errores como oportunidades de aprendizaje es fundamental para su crecimiento personal. "Enseñarles que el éxito no siempre llega fácilmente y que todos enfrentan desafíos les da la confianza para perseguir sus metas", indica y advierte que cuando los padres comparten sus propias experiencias y los acompañan en su proceso de aprendizaje, los hijos se sienten respaldados y capaces de enfrentar cualquier desafío con optimismo y determinación.

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