El suero es una solución líquida que se utiliza para reponer los electrolitos y líquidos perdidos por el cuerpo debido a la deshidratación. Conozca cuáles son sus beneficios y por qué no debería abusar de su ingesta.
Esta solución es ampliamente utilizada en el campo de la medicina y la nutrición para tratar una variedad de condiciones que causan deshidratación, como la diarrea, la fiebre y el vómito.
Y se puede istrar por vía oral o por intravenosa, aunque esta última suele ser común cuando el paciente ya se encuentra hospitalizado o es un caso de deshidratación extrema.
Según la Clínica Mayo, el suero puede contener una variedad de electrolitos y nutrientes, como sodio, potasio, cloruro, calcio, magnesio y glucosa, dependiendo del propósito para el cual se está utilizando.
Los sueros también se pueden utilizar para reponer los líquidos y electrolitos perdidos durante la actividad física extenuante o la sudoración excesiva. Estos son más conocidos porque se consiguen en cualquier farmacia y son de venta libre, bajo algunas marcas como Pedialyte o Electrolit.
Aunque el suero puede ser beneficioso para la salud en determinadas situaciones, no es recomendable consumirlo diariamente a menos que sea bajo la supervisión de un médico.
De acuerdo con la nutricionista Andrea Boldt, citada por el portal especializado Healthline, el consumo excesivo de electrolitos y nutrientes puede ser perjudicial para el cuerpo.
Además, el exceso de sodio en el suero puede aumentar la presión arterial y causar problemas de salud a largo plazo.
Entonces, ¿qué dosis es sana para que el organismo recupere estos líquidos sin tener consecuencias perjudiciales para la salud?
La cantidad de suero que una persona debería consumir para recuperar líquidos después de hacer ejercicio o ante una diarrea depende de varios factores, como la edad, el peso, la intensidad del ejercicio, la duración de la diarrea, entre otros.
En general, se recomienda beber pequeñas cantidades de suero con frecuencia en lugar de beber grandes cantidades de una sola vez. Esto ayuda a prevenir la sobrecarga de líquidos y electrolitos en el estómago y a facilitar la absorción de los nutrientes.
Para una persona adulta promedio, se recomienda consumir alrededor de 1 litro de suero oral por cada litro de líquidos perdidos debido al ejercicio intenso o la diarrea. Si la pérdida de líquidos es muy alta o si hay otros factores en juego, como la fiebre o la sudoración excesiva, la cantidad de suero recomendada puede ser mayor.
Pero lo mejor siempre será consultar con un experto que pueda establecer una dosis de acuerdo a cada caso, y así evitar el exceso de este producto y sus componentes.
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO
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