El uso de esteroides estaría relacionado con el riesgo de padecer cáncer de próstata: estos son los motivos

El cáncer de próstata es la segunda neoplasia más frecuente entre los hombres a nivel global, con cifras alarmantes que lo colocan como una de las principales amenazas para la salud masculina. 

De acuerdo con los datos de Globocan, en 2022 se reportaron 1.467.854 nuevos casos diagnosticados en todo el mundo. En Colombia, esta condición lidera las estadísticas de cáncer masculino y constituye la segunda causa de mortalidad por esta enfermedad, especialmente en hombres de mayor edad.

La Sociedad Americana contra el Cáncer destaca que cerca del 60% de los diagnósticos ocurren en mayores de 65 años, mientras que en menores de 40 son raros. Las probabilidades de desarrollar cáncer de próstata a lo largo de la vida son de aproximadamente 1 en 8, y 1 de cada 43 hombres muere a causa de esta enfermedad. 

Aunque la edad es el factor de riesgo predominante, otros aspectos, como el origen étnico afrodescendiente y los antecedentes familiares, también juegan un papel determinante.

Existen también factores modificables que pueden influir en el riesgo, como una dieta rica en carnes rojas y lácteos, el sedentarismo, el sobrepeso, el consumo excesivo de alcohol y la exposición a contaminantes químicos. La identificación de estos factores es clave para implementar estrategias preventivas efectivas.

Los esteroides anabolizantes androgénicos (EAA), una clase de compuestos que incluye tanto derivados sintéticos como andrógenos naturales como la testosterona, se han utilizado ampliamente para mejorar el rendimiento deportivo. Sin embargo, su abuso con fines no terapéuticos ha generado preocupación debido a sus efectos nocivos en la salud.

En Estados Unidos, encuestas de 2022 revelaron que el uso indebido de esteroides es significativo entre jóvenes, con tasas de consumo del 0,8% en estudiantes de 8º grado, 0,5% en 10º grado y 1,3% en 12º grado. Aunque estas cifras pueden parecer bajas, el impacto en la salud de quienes los consumen es considerable.

Uno de los riesgos más debatidos es su posible relación con el cáncer de próstata. Los EAA alteran la producción hormonal, provocando cambios irreversibles con el uso prolongado. Estudios sugieren que pueden acelerar la carcinogénesis en diversos tejidos, incluida la próstata, aumentando el riesgo de desarrollar cáncer.

Otros factores como la hormona de crecimiento y el factor de crecimiento similar a la insulina (IGF-1) también han sido vinculados al cáncer de próstata. Investigaciones preclínicas y datos epidemiológicos muestran que el uso crónico de estas hormonas, especialmente en dosis altas empleadas por atletas, puede favorecer la progresión tumoral. Además, la combinación de esteroides con otras sustancias aumenta la complejidad de los riesgos asociados.

Para reducir los daños asociados al uso de esteroides, es esencial contar con una supervisión médica rigurosa y un ajuste adecuado de las dosis en contextos terapéuticos. Paralelamente, es crucial promover campañas educativas dirigidas a jóvenes atletas, quienes son especialmente vulnerables al consumo de estas sustancias.

El cáncer de próstata puede tener un crecimiento lento y limitado a la glándula, lo que facilita su tratamiento en etapas iniciales. Las pruebas de detección, como el examen del antígeno prostático específico (PSA) y el tacto rectal, son herramientas esenciales para hombres mayores de 50 años. Detectar la enfermedad a tiempo permite acceder a más opciones terapéuticas y mejorar el pronóstico.

Adoptar medidas de prevención y promover hábitos saludables no solo disminuyen el riesgo de cáncer de próstata, sino que también contribuyen al bienestar general de los hombres.