‘El gran problema es que el sistema de salud colapsa y el Gobierno mira para otro lado’

Esta semana continúa en la plenaria de la Cámara de Representantes la discusión de la reforma de la salud. Este nuevo articulado, más corto pero que conserva la esencia del proyecto que se hundió en abril de este año. Mientras tanto distintas voces del sector continúan advirtiendo un deterioramiento en el sistema de salud colombiano que no solucionaría el actual proyecto. 

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De acuerdo con varios expertos, entre ellos un grupo de exministros y exviceministros de salud, hoy hay varios problemas: el primero es que la reforma de la salud no resuelve la crisis actual del sistema; la segunda es que la situación financiera ha ido empeorando, impactando directamente a los s que son el eslabón más relevante de la cadena; y el tercero es que la UPC se mantiene desfinanciada, lo que podría llevar a un déficit de 5 billones en 2025.

A esos llamados de alerta por la situación financiera del sector se suma los que ha hecho la senadora Norma Hurtado, quien fue una de las nueve congresistas que a inicios de este año apoyaron el archivo de la reforma de salud en la Comisión Séptima del Senado. En entrevista con EL TIEMPO, Hurtado destaca que el Gobierno no ha escuchado las voces expertas y que, de seguir así, los más afectados serán los pacientes (como ya está sucediendo).

El Sistema General de Seguridad Social en Salud está en alto riesgo por la crisis financiera en la que se encuentra sumido. Son múltiples los hechos que saltan a la vista para afirmar que la actual istración y rectoría del sistema no toma las medidas correctivas necesarias. Se evidencia negación en la entrega de medicamentos, fallas en la oportunidad de citas y en la realización de procedimientos.

Entramos a la etapa final de un gobierno que se ha negado a escuchar razones desde los diferentes sectores que advierten escasez, insuficiencia, mala planeación presupuestal y total vulneración de los derechos de miles de colombianos. Se ha dicho desde el mismo Ministerio de Salud que harán falta $ 10 billones para financiar el aseguramiento del año 2025, mientras los pacientes sufren por la falta de recursos o la deliberada demora en el flujo de los mismos.

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Se percibe un gobierno lejano, displicente, apático ante una crisis hospitalaria en el hoy, por falta de recursos para atender sus obligaciones, pagarles a sus trabajadores y proveedores. La crisis ya llegó y, sin lugar a dudas, estallará en las manos del Ministro de Salud, del Superintendente de Salud y del Presidente de la República. El gobierno no quiere reconocer que los recursos de la UPC son insuficientes, y que ello está causando graves afectaciones a los pacientes.

¿Por qué son insuficientes? A pesar de que grupos de expertos, de académicos serios, han sustentado, sin perjuicio de otros factores, que la dinámica poblacional del país cambió, apreciando una pirámide poblacional muy diferente a la de hace 50 años, donde la base era ensanchada, por los grupos poblacionales menores de 30 años, siendo mayoría respecto a la población adulta mayor, ubicada en el vértice de la pirámide. Hoy la pirámide poblacional se ensancha en el centro, mostrando crecimiento de la población adulta. Colombia está envejeciendo aceleradamente. Las tasas de natalidad y de fecundidad son menores en las últimas dos décadas, factores que inciden en la estructura poblacional, pues se disminuyeron los nacimientos.

Esta situación demográfica tiene un efecto contundente sobre el incremento de los pacientes con mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas no transmisibles. Estos pacientes de mayor riesgo en salud, requieren consultas más frecuentes, medicamentos y procedimientos más costosos. Estas patologías, por lo tanto, elevan los costos de atención. De allí que el porcentaje de siniestralidad esté por encima del 100 %, es decir, las atenciones no contempladas en el Plan de Beneficios en Salud superan de lejos los recursos asignados para su atención.

Esta información es revelada desde los informes que nos allegó el Ministerio de Salud en el marco del control político. Esos $ 2.8 billones son tan solo una de las caras de la moneda de la gimnasia financiera y la mala planeación presupuestal que hace el MinSalud con la anuencia del MinHacienda.

El gran problema es que el sistema de salud colapsa y el Gobierno mira para otro lado. Nótese que también coloqué en evidencia cómo, a corte del 13 de noviembre, se habían trasladado $ 5 billones del aseguramiento al denominado ‘Apoyo a Programas de la Ley 100’, de los cuales han devuelto apenas $ 1.9 billones, dejando pendientes cerca de $ 3,1 billones para reintegrar al sistema de aseguramiento que, casualmente, es la cifra que necesita el sistema para cerrar el año 2024.

Podemos dar ejemplos concretos de las afectaciones a los pacientes por estas decisiones. La ‘Nena’ Arrazola quien denunció no poder acceder a sus tratamientos contra el cáncer que la afecta. Juan Manuel, de 11 años, quien falleció por la enfermedad de Gaucher y epilepsia refractaria. La lamentable historia de Valentina Reyes, una niña de 4 años, fallecida a causa de una epilepsia convulsiva, entre muchos otros casos.

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El común denominador de estas historias, según sus familiares, es la negación de medicamentos, procedimientos y oportunidad en las citas médicas, lo cual está fuertemente correlacionado con la débil rectoría que se ejerce actualmente en el sistema de salud.

Recientemente se denunció por parte de un grupo de expertos la tendencia al deterioro de enfermedades en los últimos 24 meses, en especial las crónicas no transmisibles. No es un panorama fácil para los pacientes, basta con revisar que las peticiones, quejas y reclamos, que pasaron de 117.241 mensual a 143.292 mensual entre el primer y el segundo trimestre de 2024.

Quisiera ser optimista y pensar que se harán los ajustes necesarios, de lo contrario se seguirá ahondando la crisis financiera, porque el Gobierno nacional ha dicho de múltiples formas que no tiene caja para el año entrante. Los hechos saltan a la vista con la caída del recaudo tributario, el recorte presupuestal de este año, la negación del presupuesto en el Congreso y la advertencia del presidente sobre decretar una emergencia económica.

Volviendo a las recientes declaraciones de los expertos, que concuerdan con lo expuesto en nuestro debate de control político en la Comisión Séptima del Senado, se desconoce el presupuesto que le corresponderá al sector salud en el año 2025, aunque queda la noción que será el que inicialmente presentó el Gobierno al Congreso. Por su parte, sobre la UPC para el año entrante esperamos y confiamos que el Ministerio de Salud realice un análisis técnico y actuarial; de no hacerlo, se agravaría aún más la prestación de servicios en salud y la protección financiera de los colombianos.

Concluiremos el debate manifestándole al MinSalud y MinHacienda sobre las posiciones que no compartimos respecto a lo dicho en el debate de la insuficiencia de recursos del sistema de salud. El doctor Guillermo Alfonso Jaramillo tuvo la oportunidad de hacer una intervención con altura, entregando argumentos sobre sus actuaciones que permitieran, al menos, tratar de entenderlas, pero se dedicó a irrespetar a la Comisión Séptima del Senado, a descalificar las intervenciones de los senadores, a desconocer los actores que esperaban una respuesta técnica en torno a la suficiencia de los recursos del sector, llegando incluso a afirmar que yo mentía, retándome a demandarlo si cabía alguna actuación legal por los traslados presupuestales de los recursos del aseguramiento. Tendremos la oportunidad de votar la satisfacción o no de las respuestas entregadas por la cartera de salud y hacienda.

EDWIN CAICEDO

Periodista de Medioambiente y Salud

@CaicedoUcros