Tome nota: las salsas y los alimentos que le impiden tener un abdomen plano

Detrás de las rutinas de ejercicio, la alimentación sana y los hábitos saludables, se encuentra, en la mayoría de casos, el mismo objetivo: tener un abdomen plano. Para poder cumplir con esta meta, habrá que trabajar en la acumulación de la grasa corporal y reducirla a un índice muy bajo. ¿Cómo lograrlo? Hay varios factores, pero uno en especial resulta fundamental.

Aunque, en muchas ocasiones, se tiene el imaginario de que con una rutina de ejercicios localizada adecuada se podrá obtener un vientre plano, la realidad es que hace falta mucho más que eso. La alimentación, de acuerdo con los expertos, juega un papel indispensable.

“Es un error pensar que por realizar más ejercicios de abdominales, conseguiremos marcarlos antes. Todo el mundo tiene abdominales, pero si por delante tenemos una capa de grasa que los tape, no podremos conseguir verlos”, señaló Juan Ruíz López, director de un centro de entrenamiento personal, en diálogo con la revista ‘Vogue’.

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De acuerdo con Mayo Clinic, el problema con la grasa del vientre es que no se limita a la capa subcutánea. También incluye grasa visceral, que se encuentra en el interior del abdomen, alrededor de los órganos internos. Su ubicación puede traer consigo, entre otras cosas, problemas de salud como diabetes, presión arterial alta, colesterol anormal y problemas respiratorios.

Para López, es posible marcar los abdominales sin hacer un solo ejercicio localizado, pero, lo que realmente resulta una misión imposible es hacerlo sin tener una buena alimentación que reduzca el índice de grasa en el vientre. De ahí la importancia de llevar una dieta balanceada en la que se eviten algunos productos de consumo. Le contamos cuáles son.

El portal ‘Mejor con Salud’, recomienda eliminar de la dieta todos aquellos alimentos que pueden contener cantidades importantes de grasa. En su lugar, habrá que elegir alimentos saludables, entre los que se destacan las frutas y las verduras.

Estos productos se encuentran dentro de la lista de aquellos que pueden aumentar la grasa abdominal, puesto que tienen un alto contenido en carbohidratos refinados, azúcares y jarabe de maíz.

De acuerdo con un artículo del portal especializado ‘Mejor con Salud’, que fue revisado por el especialista Carlos Avila, los aderezos de origen industrial están llenos de grasas saturadas, calorías y sustancias químicas añadidas que no contribuyen a la pérdida de peso. Entre las salsas con más nivel calórico se encuentran la mayonesa, la mostaza y la salsa bechamel, a menudo utilizada en preparaciones con pasta.

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En su lugar, se aconseja sustituirlas por alimentos como nueces, pescado, y aceite de oliva. Recuerde que, ante cualquier cambio en la alimentación, debe consultar con un especialista.

Las carnes procesadas, además de haber sido catalogadas como carcinógenas para los humanos por la Organización Mundial de la Salud, tampoco resultan buenas aliadas cuando de reducir el índice de calorías se trata. Pueden dificultar los procesos metabólicos, entre los que se encuentra el control del peso.

Entre las carnes procesadas se puede encontrar el jamón, la salchicha, el tocino, la mortadela, el pavo ahumado, el salami, el pepperoni, la morcilla e incluso las salsas preparadas con esos productos. Según la OMS, el sodio que contienen incide en la inflamación del cuerpo y la retención de los líquidos.

“La evidencia actual sugiere que cuanto mayor es la ingesta de carne procesada, mayor es el riesgo de enfermedades crónicas y mortalidad”, indicó Frank Hu, profesor de nutrición y epidemiología, en una investigación de Harvard.

Pan al desayuno para acompañar el chocolate, presente en las onces con un sándwich, en el almuerzo y hasta en la cena, este producto es uno de los más consumidos por las familias. No obstante, si está en búsqueda de un abdomen plano, deberá reducir sustancialmente su consumo.

De acuerdo con el portal especializado ‘Cuídate Plus’, el plan blanco está constituido principalmente por hidratos de carbono -pues está compuesto por harina, levadura y sal-, lo que no contribuye a la pérdida de peso.

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Miguel Ángel Martínez-González, epidemiólogo de la Universidad de Navarra explicó para el ‘Diario de Sevilla’ que el pan blanco se convierte en azúcar al entrar en o con la saliva. Esto se da, según él, porque los carbohidratos de las harinas refinadas se simplifican a gran velocidad en el sistema digestivo.

La especialista Andrea Marqués, del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), aconseja para ‘Cuídate Plus’ evitar el pan blanco refinado, en tanto este no posee gran aporte nutricional. “Pierde fibra, vitaminas y minerales presentes en el grano", señala.

Varios estudios, realizados en los últimos años, han arrojado una relación directa entre el consumo de bebidas azucaradas y el aumento de peso. La Revista Sanitaria de Investigación, por ejemplo, señala que este tipo de bebidas, especialmente las gaseosas, proporcionan poco beneficio nutricional, y aumentan la ganancia de peso y el desarrollo de otras enfermedades. Así mismo, las sodas contienen azúcares artificiales y son altos en fructosa.

Aunque las gaseosas son una de las bebidas azucaradas más conocidas, no son las únicas. La dietista y nutricionista Ana Sánchez Morillas explica para el portal de salud ‘Cuídate Plus’ que los jugos en caja son una de las bebidas que más se les da a los niños. No obstante, “tienen más azúcares libres que los zumos naturales”

“Está demostrado que los alimentos que tienen un alto contenido en azúcar y/o calorías suelen acumularse como grasa en el cuerpo para descomponerla en energía cuando se necesite, pero si sigues comiendo ese tipo de alimentos día tras día en grandes cantidades, por mucho ejercicio que realices, la grasa irá en aumento perjudicando tu salud”, detalla la revista ‘Women's Health’.

Para lograr el objetivo de tener un abdomen clave, no solo se hace necesario reducir el consumo de alimentos que impiden bajar el índice de grasa, sino también llevar a cabo algunos otros hábitos. La revista ‘Women's Health’, por ejemplo, recomienda realizar ejercicio aeróbico, puesto que ayuda a quemar grasa de manera rápida y eficaz.

Se recomiendan las caminatas a buen ritmo, entre 45 minutos a 1 hora y cuarto. Los trabajos aeróbicos no necesitan tener intensidad.

De la misma manera, aconseja consumir alimentos ricos en fibra. Entre ellos se encuentran el aguacate, la acelga, almendra, avena, arroz y pasta integral, brócoli, calabaza, coliflor, espinaca, fresas, garbanzos, entre muchos otros.

REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL

EL TIEMPO