Jóvenes que se casan con la vasectomía

Javier Forero tiene 24 años, se graduó hace poco como periodista y acaba de tomar una decisión que le cambiará la vida. No es irse a vivir a otro país ni pedirle matrimonio a su novia –no todavía–. Este joven llanero afirma que se someterá a una vasectomía porque no quiere tener hijos.

A esa determinación llegó luego de consultar con especialistas de qué se trata en realidad este procedimiento quirúrgico de esterilización, cuáles son sus beneficios e implicaciones. Y cree que este método de planificación es el mejor para su relación y para su pareja, y que los hijos son una responsabilidad que no ha contemplado.

“La vasectomía es una decisión permanente, pero tener hijos, con todas las responsabilidades que implica, también”, argumenta el médico Édgar Guarín Nieto, especialista en medicina familiar y atención obstétrica quirúrgica, para tratar de explicar por qué cada vez más jóvenes como Javier acuden a esta cirugía.

Se trata de una tendencia no solo en Colombia, añade Guarín, quien promueve el Día Mundial de la Vasectomía, actividad que se realiza todos los años desde el 2013 como celebración de la masculinidad positiva y para dar a conocer entre los hombres del planeta las ventajas de una decisión “justa, respetuosa y amable”.

El evento, que tendrá lugar en noviembre próximo, sirve para visibilizar una práctica a la que cada vez más colombianos se adhieren como método de esterilización. De hecho, en dos décadas su uso en el país creció exponencialmente. En 1995 solo era reconocido como método de planificación familiar por el 0,7 por ciento de la población y en el 2015 aumentó su prevalencia al 3,6 por ciento, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS 2015), dada a conocer el año pasado.

Ese estudio, elaborado cada cinco años por el Ministerio de Salud y con la colaboración de Profamilia a partir de miles de encuestas en todo el territorio nacional, demostró además que en hombres unidos ese método sube al 5,5 por ciento y que es la población entre los 45 y los 49 años (6,7 %) la que más se la practica. Llama la atención también que quienes más se hacen la vasectomía son los hombres que aún no tienen hijos (6,1 %), mientras que entre los que tienen 3 o 4, ese porcentaje se reduce a la mitad, según la ENDS.

Diana Torres, médica uróloga de Profamilia, sostiene que el hecho de que haya más hombres y mujeres que no quieren tener hijos obedece a que esta es una generación distinta. “Escuchando los argumentos de los hombres, muchos se dicen ecologistas, conscientes del impacto de un niño en el planeta; otros se definen como almas libres a las que les gusta viajar y la buena vida; otros aceptan ser intolerantes, que no les gustan los niños. Pero en el fondo coinciden en que la paternidad no es para todo el mundo”, señala Torres, quien lleva más de 20 años practicando este tipo de cirugías.

“Hace dos décadas llegaba un hombre cada tres meses a hacerse la vasectomía, hoy realizamos ese procedimiento dos veces al día”, agrega la especialista; y revela que el año pasado, Profamilia hizo 13.213 vasectomías a nivel nacional. El doctor Guarín complementa que tal aumento en el número de hombres que acuden a este método de planificación tiene que ver también con la desmitificación de mentiras asociadas fundamentalmente con el desempeño sexual.

“Los hombres solían relacionar esta cirugía con supuestos problemas de virilidad e incluso con esa creencia de que se dejaba de ser macho. Pero nada más alejado de la realidad”, argumenta. Y añade: “No va a cambiar nada, no se alteran los niveles de testosterona, ni la capacidad de tener erecciones ni el deseo sexual; incluso, muchos pueden mejorar el desempeño por tener la tranquilidad de que no van a tener hijos”.

Es una cirugía que interrumpe la comunicación de los testículos con el resto del aparato urinario y permite que no haya concepción durante la relación sexual. El procedimiento puede durar de 10 a 15 minutos, se hace con anestesia local, no produce inflamación ni sangrado y tiene una tasa de efectividad del 99,8 por ciento.

Interrumpe el conducto deferente que lleva los espermatozoides, con una incisión de menos de un centímetro a través del escroto. Se hace con una pinza especial que corta, liga o quema dicho canal. Los espermatozoides quedan retenidos y luego son absorbidos por células macrófagas. Pueden practicársela hombres mayores de 18 años, independientemente de que tengan hijos o no; el procedimiento está cubierto por el sistema de salud.

Existe un procedimiento para revertir la vasectomía y consiste en reconectar el conducto deferente para permitir el paso de espermatozoides, pero su éxito depende del tiempo que haya pasado desde el procedimiento inicial.

Si bien la vasectomía es un procedimiento que implica no solo menos riesgos, sino también menos complicaciones que la ligadura de trompas –la cirugía de esterilización de las mujeres–, son pocos los hombres que se la practican en comparación con las mujeres. En Colombia es una proporción de cerca de 9 mujeres por cada hombre, de acuerdo con la uróloga Torres. Para ser más exactos, la ENDS 2015 puntualiza que mientras el 3,6 por ciento de todos los consultados en la encuesta se habían esterilizado, en ellas el porcentaje era de 34,9.

Consciente de esa situación, que se da por igual en muchas regiones del mundo, Jonathan Stack, cineasta documental nominado dos veces al premio Óscar y ganador del premio Emmy, creó en el 2013, con el doctor Doug Stein, el Día Mundial de la Vasectomía “con el objetivo de inspirar a los hombres de todo el mundo a ser parte de la decisión más importante”.

Stack está en Colombia y le explicó a EL TIEMPO que actualmente es el “evento de planificación familiar enfocado a hombre más grande de la historia”, pues cada año logra realizar más de 15.000 vasectomías casi que en simultáneo gracias a más de 1.000 médicos e instituciones como Profamilia que se suman en 50 países. El año pasado la sede fue México y en el 2019 será Colombia, según adelantó.

RONNY SUÁREZ