Está cada vez más de moda el batch cooking o cocinar por lotes, como sería su definición exacta en español. Consiste básicamente en pasarse la tarde del domingo cocinando todos los platos de la próxima semana, un aliado para nuestro reloj, pero también para nuestra salud.
Consiste básicamente en pasarse la tarde del domingo cocinando todos los platos de la próxima semana, un aliado para nuestro reloj, pero también para nuestra salud. Le contamos aquí cuál es la razón de esta práctica y por qué puede ser un aliado para mantener una dieta saludable, a la vez que puede ahorrarle tiempo.
Para esto, le preguntamos a la dietista-nutricionista y coach nutricional Gabriela Uriarte, especialista en el tratamiento del sobrepeso y de la obesidad, y que ha publicado Hacer dieta engorda (Vergara), un manual en el que dedica varios apartados a esta nueva moda a la hora de cocinar y que comparte totalmente.
“Es cocinar por adelantado y guardar la comida en recipientes (plásticos, de vidrio o aluminio, que se cierra herméticamente y sirve para conservar o llevar alimentos) para consumir en la semana. Es algo que se ha hecho toda la vida realmente. Tiene una parte de confeccionar los menús, y luego decidir de lo planificado qué es lo que quiere cocinar por adelantado”, explica.
A su juicio, esta práctica es una de las pautas “más efectivas” para lograr mantener una alimentación saludable: “Con el ritmo de vida que llevamos, con la vida moderna, plantearnos cocinar cada día es una misión imposible y esta metodología permite no solo fabricar nuestros propios menús sino también tener una planificación con los mismos. De alguna manera, también libera espacio mental y permite llevar una dieta saludable sin tener que estar pendiente todo el rato de ella”.
Es algo que se ha hecho toda la vida realmente. Tiene una parte de confeccionar los menús, y luego decidir de lo planificado qué es lo que quiere cocinar por adelantado
Aquí, Gabriela Uriarte resalta que una de las preocupaciones que existe en torno al batch cooking es el tiempo que dura la comida: “La realidad es que en la nevera dura en perfecto estado la comida unos cinco días en los recipientes de vidrio”.
Así, defiende que con el batch cooking ahorramos no solo tiempo físico, sino también espacio mental y dinero a la hora de hacer las compras porque compraremos lo justo y necesario y evitaremos desperdiciar comida.
“Con el batch cooking no compraremos de más porque todo lo tendremos planificado, desde qué vamos a comer hasta lo que tenemos que comprar, y si hacemos alguna ración de más no debemos preocuparnos ya que podemos congelarlo y comerlo en otra ocasión”, aclara.
‘Batch cooking’ de éxito
En primer lugar, según la dietista-nutricionista, a la hora de establecer el menú semanal lo idóneo es seguir la distribución del plato saludable de Harvard, donde predominan los vegetales, una media de 200-250 gramos.
Por otro lado, dice que a la hora de diseñar una planificación semanal, pueden sernos útiles las 5 formas de cocción de la verdura: asada, sartén, hervida, triturado y crudo. “Se debe combinar las verduras y las proteínas de manera distinta, de forma que cada receta de verdura vaya acompañada por una proteína diferente, siendo las más saludables las legumbres, las aves y el pescado”, agrega.
Con el ‘batch cooking’ no compraremos de más porque todo lo tendremos planificado, desde qué vamos a comer hasta lo que tenemos que comprar
La coach nutricional recomienda también rellenar una planilla para tener un menú semanal hecho y una vez completado pensar qué recetas se pueden adelantar en esta tanda de cocinado.
Aconseja, igualmente, dejar la verdura preparada, ya que es lo que más tiempo lleva, y dado que tiene que estar siempre presente en los menús, siendo la parte más predominante.
Gabriela Uriarte considera, a su vez, que a la hora de la compra es importante no ir con hambre, ya que de esa manera evitaremos comprar cosas innecesarias, así como llevar una lista hecha de las cosas que necesitamos. Sugiere que es mejor ir al mercado del barrio y no al supermercado, donde tenemos más al alcance los pasillos de ultraprocesados.
EUROPA PRESS
(Madrid)
¿Qué recipiente escoger?
El nombre de estos recipientes, Tupperware, se origina en la marca de plásticos estadounidense que los lanzó al mercado en la década de 1940. Hoy no todos son de plástico y hay otras opciones.
Los requisitos básicos para elegir un recipiente es que sea hermético, que se pueda usar en el horno microondas, que pueda apilarse, de material durable, que deje ver el interior y que sea ecológico.
La característica más importante es que sea hermético, porque para cargar y conservar comida en un recipiente es fundamental que no haya fugas, así como evitar que entre aire.
Para guardarlos apilados es recomendable que sean cuadrados o rectangulares, los circulares o redondos ocupan más espacio, y que sean pequeños.
La alternativa más económica son los de plástico, teniendo en cuenta que sea de material durable, de buena calidad y que no contengan bisfenol A (BPA), sustancia que en grandes cantidades resulta tóxica. Esto se puede comprobar examinando el símbolo triangular con un número en el envase. Si tiene el 3 y el 7, son materiales plásticos que pueden contener BPA en su composición.
También hay de material semitransparente y no pesan mucho. La desventaja es que duran poco y su lavado es dispendioso, para eliminar la grasa y el olor de las comidas. Los de vidrio son limpios y ecológicos, y no presentan BPA. También duran más y sirven para microondas. Su único defecto es que son los más pesados. Los hay metálicos, pero no se pueden meter al congelador ni usar en microondas.
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