El error político de Uribe por su video con Epa Colombia / Análisis

A pesar de la puesta en escena, al expresidente Álvaro Uribe no le salió bien —al menos en las reacciones iniciales— la planificación para poner al aire

—aprovechando la audiencia del partido de la Selección Colombia— el video que hizo con la influenciadora Epa Colombia, Daneidy Barrera Rojas. En cambio, para ella se trata de un éxito mediático.

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El líder del partido gobernante Centro Democrático (CD) perdió por lado y lado. Por una parte, sus seguidores amanecieron este lunes sorprendidos porque para ellos Epa Colombia es uno de los símbolos de las violentas protestas que se han realizado en Colombia.

De hecho, el Tribunal Superior de Bogotá la condenó a 5 años y 15 días de prisión por los delitos en daño en bien ajeno y perturbación en servicio de transporte público.

La pena fue impuesta por sus acciones —que ella misma difundió en sus redes

sociales— cuando, en noviembre de 2019, fue llamada a imputación por parte de la Fiscalía, por actos de vandalismo en una estación de TransMilenio.

La joven lleva un martillo y va destruyendo ante las cámaras las estaciones del sistema de transporte masivo.

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Los militantes del Centro Democrático, por el contrario, pregonan el absoluto respeto a la ley y condenan los actos vandálicos, sobre todo, las marchas de ese tipo, que precisamente fueron hechas contra las políticas del presidente Iván Duque, de esa colectividad.

Desde la otra orilla, los adversarios del expresidente han recibido un impulso para atacarlo sin freno.

De hecho, entre los comentaristas radiales y los s de las redes sociales se le recuerdan episodios pasados en los que él se mostraba a favor de personas con cuentas pendientes con la justicia.

En efecto, el 9 de julio de 2006, él mismo les dijo a sus senadores y colaboradores en una reunión que mientras no estuvieran en la cárcel votaran por sus políticas. 

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En aquella época, el ingreso de seguidores de Uribe a las instalaciones penitenciarias era el pan de cada día por cuenta de lo que se conoció como la 'parapolítica'.

Aunque los que crearon el video, dice Carlos Arias, experto en comunicación política y docente de esta área, justifiquen la aparición de Uribe con Epa Colombia para conectarse con todo lo que representa ella, "su historia de mujer emprendedora y de superación empresarial que fue en exceso castigada por decisiones judiciales, es una contradicción por esa misma representación en la que ella transgredió la ley".

Para Arias, el video de Uribe es la manifestación de que las elecciones del 2022 acudirán al espectáculo y lo popular para mover las emociones de los colombianos, en especial de aquellos sectores donde se encuentran la mayoría de los votantes del país; en los estratos 1, 2 y 3.

"Tan estéril y pandito es nuestro debate político que Epa es la que nos pone a hablar. Necesitamos elevar nivel", escribió Gabriel Cifuentes, el exsecretario de Transparencia y profesor universitario.

El encuentro de la influenciadora con el exsenador opacó la crucial reunión del Centro Democrático para evaluar el mecanismo de elección interna para definir un único candidato presidencial por este partido político.

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Mientras que Uribe analizaba los perfiles de los precandidatos Óscar Iván Zuluaga, Paloma Valencia, Rafael Nieto y María Fernanda Cabal, la tendencia en la red social Twitter la marcaba Epa Colombia.

“El día de mañana, a las 7:30 a. m., los precandidatos del Centro Democrático tendremos reunión con nuestro presidente Álvaro Uribe Vélez. Ahí definiremos cuál es la fórmula de selección del candidato del Centro Democrático y aspiramos a que el año entrante vaya a una consulta con los demás partidos donde tengamos afinidades ideológicas”, les dijo a sus seguidores la precandidata presidencial María Fernanda Cabal.

“Este video tiene en mi opinión dos mensajes: el primero es el de la moda de ganar adeptos o generar polémicas en la 'campaña permanente' que las nuevas tecnologías imponen como reto para ser vigentes", dice el analista político Pedro Viveros.

"Y el segundo aspecto —agrega— es de la luchas de ambos protagonistas contra la istración de justicia, el expresidente ya nos acostumbró a ese enfrentamiento y la señora que acabó con el servicio público de los bogotanos parece iniciar su activismo para clamar por una rebaja de penas de la enemiga consuetudinaria del uribismo: la justicia”.

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