Juan Guillermo Zuluaga, gobernador del Meta, es uno de los mandatarios salientes que más duro elevó el tono de voz contra el presidente Gustavo Petro. Con su actitud, dicen los analistas, se posicionó como una de las alternativas para estar en el tarjetón de las elecciones de 2026. Durante su gestión enfrentó la pandemia, la ofensiva de las disidencias y, para completar, la crisis por los constantes cierres de la vía al Llano. EL TIEMPO lo entrevistó.
Gobernador, ¿cuál es el balance de su gestión al terminar su mandato?
Además de ejecutar cientos de obras y proyectos de inversión, sin precedente en el departamento, logramos lo más importante para consolidarnos como una región que se transforma y progresa: recuperamos la confianza de la gente y trabajamos de la mano con las comunidades.
¿En qué casos?
Por ejemplo, en infraestructura vial, con recursos propios de nuestro departamento y otros gestionados ante el gobierno nacional anterior, ejecutamos más de 1.7 billones de pesos, para hacer más competitivo el sector rural y consolidarnos como una gran despensa para el país y el mundo. Avanzamos también, con gran ritmo, en el objetivo de llegar al puerto de Buenaventura por el sur del departamento: la vía Uribe - Colombia (Huila) está en pleno proceso de pavimentación.
¿En salud?
En esta materia, en los dos hospitales departamentales que tenemos, se está invirtiendo la cifra más alta en toda la historia: estamos construyendo una nueva y moderna torre de diez pisos y remodelamos las salas de urgencias, cirugía y de las UCI's, además de abrir los servicios de unidad renal y de hemodinamia entre otras. Nos dotamos de equipos de última generación y consolidamos financieramente un sector que encontramos intervenido y en grave riesgo de colapso.
¿Cómo les fue con el turismo?
Logramos convertir a nuestro departamento en un gran destino turístico. Las cifras de visitantes en el cuatrienio duplicaron las de los anteriores gobiernos, con más de seis millones de visitantes. Convertimos al turismo en nuestro nuevo petróleo y lo consolidamos como un renglón muy importante de nuestra economía, sin descuidar al sector agropecuario que es nuestra vocación natural.
Usted, como los demás mandatarios, les tocó enfrentar la pandemia...
El reto más desafiante que enfrentamos fue sin duda el de la reactivación económica. Además de los estragos causados por la pandemia del COVID 19, cuando llegamos al gobierno, el cierre de la vía por varios meses había quebrado a muchos sectores. De allí que nos vimos en la necesidad y urgencia de trabajar en equipo con diferentes sectores, para impulsar la generación de empleo y lograr reactivarse. Afortunadamente lo logramos y eso habla muy bien de lo resiliente y berraca que es la gente de nuestro departamento.
Durante su mandato usted se convirtió en una de las voces más críticas del presidente Petro en el manejo del orden público. ¿Por qué?
Como todos los colombianos sabemos, en el pasado, nuestro departamento fue escenario de los horrores de la guerra, escenario en el que las antiguas Farc y el paramilitarismo, nos sumieron en el atraso y el terror.
Fue un verdadero horror...
Sí. Volaron manzanas enteras con cilindros bombas en muchos municipios, desaparecieron una generación de jóvenes y niños, que fueron reclutados o asesinados en esas zonas de influencia. Los secuestros, extorsiones, minas antipersonal e intimidación a las comunidades eran el pan de cada día. Vivíamos encerrados y ni siquiera podíamos ir a conocer el maravilloso departamento que tenemos.
¿Que lección se sacó de eso?
Esa terrible experiencia nos marcó y una vez que la superamos, nos negamos terminantemente a volver a ese cruel pasado. Definitivamente no queremos vivir otra vez esa pesadilla. La gente tiene derecho a vivir sin miedo y a trabajar con tranquilidad. Esa y no otra, es la razón por la que yo critico la gestión del conflicto que realiza el actual gobierno, bajo el amparo de la supuesta "paz total".
¿Pero no considera que en ocasiones usted fue muy duro?
Yo tenía dos caminos: esconderme en la cobardía del silencio y no meterme en líos o por el contrario, poner en riesgo mi propia vida, o ser un vocero denunciando todo lo que está pasando. Yo opté por ser consecuente con mi conciencia, mis valores y mis convicciones.
¿Usted cree que el país en materia de violencia avanzó o retrocedió en este 2023?
Es inocultable que retrocedimos, las cifras hablan por sí solas. Aumentaron las masacres, se duplicaron los secuestros, las extorsiones y hemos perdido territorio. Hoy las disidencias de las FARC y del ELN se sienten autorizadas e impunes para realizar todas sus actividades criminales.
¿Por qué cree que pasó esto?
La generosidad del gobierno, que les regala el cese al fuego y les levanta órdenes de captura con el cuento de la "paz total", ha sido respondida por esos grupos con insolencia, provocación y franco desafío.
¿Usted cree que ya no hay nada qué hacer?
Creo que aún estamos a tiempo de enderezar el rumbo y actuar. Ellos son un monstruo de mil cabezas que no debemos dejar crecer. Sin seguridad no hay futuro.
Usted ha pedido militarizar la vía al Llano. ¿Por qué?
Porque soldado advertido no muere en guerra. Las disidencias de las Farc tienen el anhelo de retomar antiguas zonas que en el pasado eran sus dominios. Hoy la nueva Marquetalia de Iván Márquez y las mismas disidencias de Iván Mordisco, quieren hacer lo que Romaña hizo en esa zona: sembrar el terror e intimidar. Aún recordamos las pescas milagrosas y los ataques a la población civil y a la fuerza pública. Nosotros advertimos esto y también la intención de ellos, de retomar el corredor del Sumapaz para llegar a Bogotá y a Cundinamarca. Por eso se debe militarizar todo el corredor vial y prevenir que sigan creciendo y ganando terreno. La seguridad nacional está amenazada
A propósito, ¿Qué impacto tiene para el turismo, el hecho de que los violentos hayan atacado los peajes de esa arteria vial ?
Es un mensaje fatal para el propósito de atraer turismo a nuestra región. El impacto puede ser muy negativo si no se actúa con rapidez e inteligencia. Por fortuna estamos a tiempo y es urgente enviar mensajes contundentes de autoridad y de control del corredor
Siguiendo con este tema, ¿cómo vislumbra usted el futuro de la ‘Paz total’?
Las cosas no van por buen camino. Esos grupos delincuenciales y terroristas, se están burlando en la cara del gobierno y de los colombianos. La paz debe ser una prioridad y alcanzarla es uno de los más fervientes deseos de la gente, pero no puede ser a cualquier precio. La paz se puede conseguir sin descuidar la seguridad y sin que el Estado renuncie a defender el derecho que tenemos los ciudadanos a vivir tranquilos, haciendo uso legítimo de la autoridad, bajo el amparo de la Constitución y la Ley.
¿Usted qué va a hacer a partir de este primero de enero?
Con mucha serenidad voy a reflexionar sobre los temas del país. Voy a descansar unos días y ponerme al día con algunos temas de estudio y también laborales que dejé pendientes. Algunos sectores me han invitado a intercambiar opiniones y discutir temas de interés y de coyuntura y pienso participar activamente en esos escenarios.
Varios sectores creen que usted hizo la tarea para que su foto se vea en el tarjetón de las elecciones presidenciales de 2026. ¿Se ve usted allí?
Es muy temprano para hablar de elecciones presidenciales. Por ahora, le puedo responder que estaré presente en los debates nacionales, sobre todo en los temas relacionados a la seguridad nacional. No me veo callado frente a las barbaridades de los grupos ilegales y de su actuar perverso. Me veo opinando y proponiendo, siempre sin miedo. Que nadie espere de mí temor ni cobardía.
Cambiando de tema, ¿cómo cree que le salió el trino en el día de los Inocentes en que decía que el presidente lo iba a designar ministro de Defensa?
La verdad es que me sorprendió la respuesta viral y las reacciones masivas de la gente. La mayoría lo tomó por el lado amable y sonrieron, esa era la idea. A otros no les causó tanta gracia y a ellos les ofrezco excusas. Era, como ya dije, una inocentada que es algo muy propio de los colombianos. A veces con tantas noticias malas y situaciones del acontecer nacional, vale la pena darnos un pequeño espacio para el humor y una sonrisa.
Finalmente, además de los ataques a los peajes, ahora llegan lamentablemente estos cierres parciales por el accidente del tractocamión con hidrocarburos....
Es una lástima tener que enfrentar estas situaciones, porque afectan muy duro la economía de la región. Para poder solucionar estas adversidades, es muy importante que el Gobierno Nacional se sintonice con esta problemática y articule con el concesionario y las autoridades locales, para de una vez por todas, solucionar un problema de más de 50 años.
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