Tras conocerse oficialmente la noticia de la caída del Producto Interno Bruto (PIB) del país en un 0,3 % -el primer decrecimiento de la economía colombiana desde finales del 2020, plena pandemia--, el presidente Gustavo Petro revivió una idea que altos funcionarios de su Gobierno han venido ambientando en los últimos meses y que ha encendido de inmediato todas las alertas: que dada la crítica situación de las finanzas del país, el Estado se convierta en el gran dinamizador del gasto incluso a costa de no cumplir la regla fiscal.
Esta regla es un mecanismo que obliga, por ley, a los gobiernos a ser responsables en el manejo del gasto público, de tal manera que la estabilidad macroeconómica no se vea en riesgo y los mercados internacionales mantengan su confianza en el país, algo que se traduce en menores tasas de interés para los préstamos que recibe la Nación.
Este miércoles, el presidente Petro aseguró que "cuando baja la inversión privada, debe crecer la inversión pública". Y agregó: "En esto choco con la tesis de que hay que reducir ambas. Si reducimos ambas, mandamos a Colombia a una catástrofe económica. Por eso el pensamiento fundamentalista neoliberal, que provoca una estricta fórmula de marco fiscal, de regla fiscal, que el mismo que la construyó, la violó, pues no debe mantenerse en el país. En Colombia debe crecer la inversión pública”.
Se trata de una salida polémica, además, porque se da en momentos en los que el Gobierno Nacional enfrenta duras críticas por su falta de ejecución presupuestal.
De hecho, esa situación ha llevado a duros regaños del presidente Petro a sus ministros y otros colaboradores cercanos.
En ese sentido, el jefe de Estado había asegurado en un trino también de este miércoles: "La economía en rojos, tenemos dos caminos inmediatos: bajar la tasa de interés por parte del Banco de la República y profundizar la política anticíclica del gobierno: aumentar la ejecución de la inversión pública”.
Aunque modificar la regla fiscal es un paso que no puede dar el Ejecutivo sin pasar por el Congreso, sí se trata de una nueva señal de preocupación para los mercados. De hecho, a finales de septiembre el mismo Gobierno tuvo que salir a aclarar unas declaraciones del director de Planeación, Jorge Iván González, en las que planteó la flexibilización de la regla fiscal, esta vez con el argumento de que era necesario buscar nuevas fuentes de financiación para que el país dé el salto hacia las energías limpias.
"La regla fiscal se cumple. Planeación Nacional lo que se está haciendo es trayendo un debate que a nivel internacional ya se está moviendo sobre cómo financiamos en el mediano y largo plazo la transición energética", aseguró González en ese momento.
Por su lado, María Fernanda Valdés, viceministra técnica de Hacienda, dijo que el Ministerio de Hacienda "está completamente comprometido con la regla fiscal": "Lo han dicho los ministros y el Presidente, estamos comprometidos con la regla fiscal".
La regla fiscal, según la define el Ministerio de Hacienda, "es un instrumento de planeación financiera del Gobierno Nacional que tiene como objetivo establecer metas puntuales sobre el balance fiscal en función del nivel de deuda pública, garantizando la credibilidad y sostenibilidad de las finanzas públicas".
En esencia, su vigencia envía un mensaje de responsabilidad en el manejo de la economía que redunda en estabilidad de los indicadores económicos como el precio del dólar y en los intereses de la banca internacional.
En ese sentido, frente al debate desatado por las declaraciones de Jorge Iván González, el presidente de la Andi, Bruce Mac Master, dijo que "la regla fiscal no es una camisa de fuerza ni algo que se le quiera imponer al Gobierno, sino que es un instrumento que le sirve a Colombia para cumplir las condiciones que los mercados internacionales requieren para que le presten dinero al país a mejores tasas y en mayor cantidad".
Según explicó el dirigente gremial, "el cumplimiento de la regla fiscal les permite a los mercados internacionales sentirse tranquilo con que Colombia puede ser un buen deudor y que, por lo tanto, los bonos que emita el país o los créditos que tome serán repagados en el futuro".
En 2020 y 2021, la regla fiscal fue suspendida temporalmente. La causa fue la crisis excepcional provocada por la pandemia, y fue necesario el previo concepto de los organismos técnicos económicos que la misma ley creó para salvaguardar la regla fiscal.
REDACCIÓN ELTIEMPO.COM