Luego de tres días de encierro en Hatogrande, el presidente
Iván Duque y sus ministros determinaron esta semana hundir el acelerador en todas las áreas de la istración
poniéndose metas más ambiciosas para el segundo año de mandato.
El Presidente asumió personalmente el liderazgo del encuentro y durante las tres jornadas, de manera intensa, impartió tareas y señaló controles para medir los resultados.
Una de las instrucciones más claras de Duque a sus ministros fue salir ya a contarles a los colombianos sus logros. Comunicar mejor.
Las reuniones del mandatario con su gabinete tuvieron lugar los días martes, miércoles y jueves de esta semana en la hacienda presidencial, ubicada en las afueras de Bogotá.
Las jornadas fueron intensas y tuvieron una alta participación de todos los integrantes del equipo de gobierno, especialmente en las discusiones sobre los tres ejes del Ejecutivo: equidad, legalidad y emprendimiento.
Dos de las metas concretas que el jefe de Estado les puso a sus funcionarios fueron lograr un crecimiento económico del 4 por ciento este año y que en 2022 el desempleo haya bajado al 7,9 por ciento, dos cifras bastante ambiciosas.
Según contaron varios de los presentes, Duque fue enfático en que el crecimiento económico impacta de manera directa todos los sectores y que por ello debe ser la punta de lanza de la nueva estrategia.
En ese sentido, quedaron como compromisos para el equipo económico el aumento de la productividad laboral y el mejoramiento de Colombia en el escalafón mundial de competitividad.
Otra de las metas fue enfocarse en el crecimiento de las exportaciones de productos no minero-energéticos. En este ítem, la cifra esperada es pasar de 23.000 millones de dólares a 27.000 millones de dólares.
El timonazo oficial para los próximos tres años también contempla metas ambiciosas en materia de seguridad. Al respecto, Duque insistió en que debe tener un enfoque multidimensional.
En este sentido, quedó planteada una presencia integral del Estado con dimensión social en todos los territorios, especialmente en los que están libres de la amenaza de la exguerrilla de las Farc, sin dejar de lado la acción militar.
Se deben atacar los delitos de mayor impacto para los ciudadanos y hacer énfasis en la desarticulación de los grupos ilegales.
El Ministerio del Interior se comprometió a anticiparse a atender la conflictividad social.
También quedó en la lista de propósitos revisar el concepto de consultas previas, las cuales el Estado debe realizar a las comunidades para autorizar, por ejemplo, el avance de proyectos de infraestructura o de explotación de recursos naturales.
Otro aspecto en el cual se fijaron objetivos concretos fue en la relación del Gobierno con el Congreso, en la cual quedó claro que el Ejecutivo se la jugará con cinco proyectos este semestre: la segunda vuelta de la reforma al sistema de regalías, el presupuesto del 2020, el proyecto anticorrupción que elimina la casa por cárcel para los funcionarios condenados, otro para modernizar el mercado de capitales y la reforma pensional, iniciativa que será bautizada como de “protección a la vejez”.
Jalón de orejas
Uno de los aspectos más significativos de las reuniones de Duque con su equipo fue el jalón de orejas –cordial pero firme– del mandatario a sus colaboradores, especialmente en la manera como comunican sus logros.
Según varias fuentes, el jefe de Estado les manifestó que los notaba tímidos para socializar sus logros y los invitó a apasionarse más y compartir los buenos resultados del Gobierno.
El mandatario les dijo que los necesitaba desde el 20 de julio, cuando comienza el segundo año de trabajo legislativo, apersonándose de las comisiones del Congreso que abordan los temas de sus carteras, hablando con los congresistas y mejorando la relación con ellos.
El tema del manejo de las comunicaciones, tanto en los ministerios como en el sector central, fue uno de los aspectos más evaluados y en el que se esperan concretar mejoras.
Con sus mensajes, Duque les dejó claro a sus ministros, incluso, que tienen que ganarse el puesto todos los días.
Al final hubo una cena de integración de todo el equipo, el cual espera lograr las metas propuestas y subrayadas por el Presidente y darle una nueva cara a la istración Duque en el segundo año de su gobierno.
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