El consejero presidencial para la Seguridad Nacional, Rafael Guarìn, aseguró que no es cierto que en el país estén actuando bandas mexicanas armadas.
itió que lo que bandas de narcotraficantes de ese país sí envían emisarios para concretar las compras y que hay grupos delincuenciales locales que toman nombres mexicanos.
¿Han identificado la presencia de carteles mexicanos delinquiendo en Colombia?
El narcotráfico es un delito transnacional que como cualquier otro de esa naturaleza involucra actores de diferentes países en su ejecución. Los carteles mexicanos: Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, Beltrán Leyva y los Zetas, participan en la red de valor de esa economía ilícita como compradores de cargamentos de clorhidrato de cocaína o de pasta base de coca, con destino principalmente a Estados Unidos. En Centroamérica hay cultivos e instalaciones para transformar esa pasta en cocaína.
¿Hay carteles mexicanos con gente de ese país delinquiendo en Colombia?
Individuos de nacionalidad mexicana han sido capturados por vínculos con el narcotráfico en Colombia desde hace varios años. Desde 2015 en total 194. No es un fenómeno nuevo. Se trata de delincuentes que vienen como emisarios de los carteles para concretar la negociación de cargamentos, verificar la calidad de los mismos, el cumplimiento de la cantidad pactada y garantizar el suministro de estupefacientes. No hay bandas armadas integradas por mexicanos en territorio colombiano, sí emisarios de carteles que actúan desde Cali, Bogotá, Medellín, Cúcuta y el eje cafetero, principalmente.
¿Entonces de dónde sale la teoría de que están asesinando?
Apreciaciones superficiales de lo que sucede en las regiones e información equivocada. Por ejemplo, en Putumayo se habla de los Sinaloas y se asocia al cartel mexicano de ese nombre, sin embargo, la realidad es que esa denominación corresponde a la preferencia que tenía el cabecilla de un grupo, ya asesinado, por la cultura mexicana. Sucede lo mismo con una pandilla delincuencial en Quibdó que se hace llamar los mexicanos. No son mexicanos, son chocoanos. Ese rótulo se utiliza también para generar miedo, pero no corresponde a estructuras armadas conformadas por sicarios mexicanos.
Pero hay una investigación en terreno de la Defensoría del Pueblo que asegura que los carteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación trasladaron su rivalidad a al menos 5 departamentos y también se han dado casos en Putumayo y Chocó...
Hay que entender cómo funciona esto. La información disponible señala que la rivalidad es entre los grupos armados organizados que proveen la droga a los carteles mexicanos. La demanda de cargamentos implica el compromiso de esos grupos de proveer la sustancia, sin importar lo que haya que hacer. Eso hace que exista permanente disputa violenta de áreas de cultivos, procesamiento y de corredores de movilidad para el tráfico de estupefacientes. Mire, el narcotráfico es una actividad económica ilegal que funciona con la misma racionalidad y búsqueda de eficiencia y de maximizar ganancias que cualquier negocio legal en la economía de mercado. No es racional pretender conformar grupos con mexicanos en Colombia y disputar a los grupos armados organizados de este país el control de la producción y de la oferta. No es necesario, útil, ni eficiente. ¿Para qué van a dañar el negocio, si la ganancia de esos carteles está en el tráfico y en el expendio en las calles de los Estados Unidos, no en la producción? En Colombia un kilo de cocaína cuesta 1600 dólares, mientras que en la frontera de México y Estados Unidos es de 30.000 dólares. En las calles cuesta 120.000 dólares. El negocio no está acá. El narcotráfico es un negocio ilícito absolutamente racional.
Eso no quiere decir que se obvie que son un actor que influye en la violencia. Claro que influyen, pero no directamente con aparatos armados mexicanos, sino a través de la dinámica derivada de la necesidad de satisfacer la demanda de coca y del pago que realizan a los grupos armados organizados de Colombia, sea con efectivo o con armas.
¿Cuál es el papel de los emisarios mexicanos que vienen a Colombia?
Definen a quién le compran, los términos de la negociación, las rutas y los tiempos de envío, así como la calidad del producto, la cual verifican. Concretan la transacción, cierran la misma cuando la droga llega al lugar geográfico pactado, en el exterior. Además actúan como enlaces entre productores y transportadores, mafiosos invisibles y redes de testaferros y de lavado de dinero. El Gobierno nacional, con los organismos de inteligencia y la Fiscalía General de la Nación, al igual que con la cooperación internacional, tiene los ojos puestos en los mexicanos que llegan al país, transitan o permanecen con el fin de cumplir tareas de narcotráfico. Son objetivo para su judicialización y extradición a los Estados Unidos.
¿Con qué grupos delincuenciales colombianos tienen ese modus operandi en nuestro país?
Hay al menos 8 estructuras que actúan en áreas claves de narcotráfico, que tienen alianza con carteles mexicanos. No son las únicas. La compra de droga de esos carteles se efectúa, por ejemplo, en Putumayo a las disidencias de las FARC por medio de la Estructura “48" y “La Constru”; al “Clan del Golfo” en el sur de Córdoba y en el bajo Cauca antioqueño; a la “Local” en Buenaventura; a los “Contadores”, las “Guerrillas Unidas del Pacifico” y la “Oliver Sinisterra” en la costa nariñense, al Frente de Guerra Oriental del ELN y a los Pelusos en la frontera con Venezuela y a grupos de delincuencia organizada de Medellín . El cartel de Sinaloa es el que tiene mayor presencia. Son las mismas zonas donde se concentran diversas manifestaciones de violencia, derivadas del narcotráfico.
desarticular los grupos armados organizados y superar los vacíos de institucionalidad o con precaria institucionalidad que están en la base del problema.
¿En otras palabras los colombianos se volvieron los que se surten de droga a los mexicanos?
Los carteles del narcotráfico compran la coca donde la producen. A Colombia la pusieron a naufragar en un mar de coca. En 2012 había 47.000 hectáreas cultivadas, en 2017 llegaron a 171.000. El calculado desmonte gubernamental de la política contra los cultivos ilícitos, las multiplicaron por 4. La violencia, el ataque a líderes sociales, las masacres, tienen nombre: se llama narcotráfico. Por eso, prioridad de seguridad nacional del Gobierno del señor Presidente Iván Duque es dar una respuesta integral a través de las Zonas Futuro y de la aceleración en ellas de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial PDET: lograr la disrupción de economías ilícitas, sustituirlas por economías lícitas, desarticular los grupos armados organizados y superar los vacíos de institucionalidad o con precaria institucionalidad que están en la base del problema.
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