Bendito es quien sabe para qué es bueno y con esa claridad traza su camino de vida. Hace 50 años, por encargo de la Presidencia de la República de ese entonces, el arquitecto Benjamín Villegas escogió un manuscrito, lo diseñó con sugestivas imágenes, lo marcó con el sello de su apellido, y bajo el título Dos naciones hermanas lo convirtió en el primer libro de gran formato, que abrió la puerta a la que es hoy la mayor empresa cultural colombiana en el campo editorial.
Si bien desde su edad escolar, cuando fundó un periódico que circulaba entre sus compañeros bachilleres, ya se mostraba interesado en esta actividad creativa, no fue sino hasta 1973 cuando su nombre, apenas conocido por el diseño y la coordinación editorial de algunas revistas hermosas, se proyectó con reconocimiento en el escenario editorial.
Con su espíritu de gestor cultural, ha luchado y sigue luchando por convencer y obtener de los sectores público y privado, los patrocinios necesarios para impulsar sus ideas desde esta empresa que se propuso crear, con su esposa Clara Lucía Salazar.
Sí; Villegas Editores, con sus publicaciones, ha hecho y sigue haciendo país. Ha contribuido a mostrar lo positivo de nuestra identidad y nuestra cultura y a llenarnos de orgullo por lo que vamos siendo como colombianos y latinoamericanos en un mundo tan globalizado. La más reciente de sus publicaciones de lujo, Nieves, de Consuelo Lago, aguda, ligera y alegre, hace ya parte del patrimonio cultural caleño.
Ha contribuido a mostrar lo positivo de nuestra identidad y nuestra cultura y a llenarnos de orgullo por lo que vamos siendo como colombianos y latinoamericanos.
Ha recibido 253 premios por sus libros, 231 internacionales. Es un editor iberoamericano muy prestigioso en el International Latino Book Awards, competencia que se realiza en USA, en la que participa desde hace 23 años, con 196 premios, ya que le encanta competir para constatar que sigue vigente.
Con 300 libros de gran formato, 130 de interés general en pasta blanda, y 30 ediciones de libros infantiles y juveniles, todos primeras ediciones originales, y un equipo de profesionales de lujo que se han formado bajo su liderazgo, esta editorial ha alcanzado los más altos niveles de calidad integral. En Japón, Hong Kong, Singapur, Italia y España se han impreso muchos de los ejemplares de esta poderosa colección.
Este campeón de la cultura editorial tiene 75 años y aspira a seguir con sus publicaciones sobre Colombia. No duda al afirmarse satisfecho con el aporte cultural que le ha hecho al país.
Agrega que para atraer a las nuevas generaciones, quiere ilustrar en forma escrita y gráfica y documentar con lujo de detalles, pero en formatos más delgados, más pequeños y más económicos. Quiere imprimirlos y encuadernarlos tan bien que permanezcan en el tiempo, y que sirvan, años adelante, para mostrar el país en el que tuvo la suerte de vivir, y al que conoció mientras lo investigaba.
En cada ocasión en la que Benjamín Villegas encuentra un nicho, un vacío cultural dentro de Colombia, caben el diseño, la impresión y la publicación de uno de sus libros, que favorecen, arte y artistas, literatura, biografías, gastronomía, historia social y política, temas empresariales, y libros por encargo, que le aporten a la historia del país y de diversos sectores de la actividad colombiana.
Los libros de Villegas Editores son tesoros culturales de nuestra nación para ser compartidos. En la dimensión de las utopías, si en el hogar de cada uno de los colombianos se contara por lo menos con uno de ellos, se estaría garantizando un mínimo del derecho de a la cultura consagrado en nuestra Constitución nacional. Ojalá así lo vieran y lo apoyaran tanto nuestros empresarios como nuestros gobernantes nacionales, regionales y locales.
MARTHA SENN