En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información aquí

Suscríbete
Disfruta de los beneficios de El Tiempo
SUSCRÍBETE CLUB VIVAMOS

¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo [email protected] no ha sido verificado. Verificar Correo

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión

Hola, bienvenido

¿Cual es la ciudad colombiana clasificada como la más peligrosa del mundo?
¿Cómo va el juicio al expresidente Álvaro Uribe?
¿Accidente de bus en Calarcá?
Frío inusual en Bogotá explicado por el Ideam

El hombre del espejo

Vi a un hombre ojeroso, arrugado, barbón, cabellón, lo miré de frente insinuándole un cambio y cambié; desde ahí, no he dejado de hablar con el espejo.

Adolfo Pacheco Anillo

Adolfo Pacheco Anillo Foto:

Alt thumbnail

Actualizado:

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon
Nací en un hogar católico, con una madre devota y un padre religiosamente comprensible. Fallecida mi madre a los 8, mi padre me internó donde el Maestro ‘Pepe Rodríguez’, el colegio de mi pueblo; un liberal uribista, pero de Uribe Uribe, con costumbres conservadoras como muchos en Colombia: rezo para acostarse con cabeza gacha, fila para la misa, respeto al superior y santo temor a Dios. Había compuesto a los 5 años una puya indígena, 'Mazamorrita crúa'; pero en el instituto, cero canciones. Ser interno en Cartagena me alegró por contraste y se me desató mi inspiración musical; el viejo Miguel –aunque no quería que fuera músico, iraba mis décimas, que solía hacer en cartas para pedirle dinero– siempre iró y me recitaba dos décimas que luego ya mayor llevé al acetato.
Después de mi fracaso como estudiante de ingeniería de la Javeriana, por la ruina de mi padre, volví a mi pueblo a buscar la terrible libreta que no me dejaba trabajar y desaproveché una beca que me ofreció la Universidad de la Amistad de los pueblos de Moscú. Me vinculé luego al Instituto Rodríguez como profesor de elemental, y al sustituirme comenzó entonces mi viacrucis con tres hijos, conociendo así la pobreza absoluta.
La música fue mi salvación; me convertí en intérprete suplente y compositor de planta de Andrés Landero, el cual aproveché para hacer mi juglaría andando por todos los pueblos de la Costa. En una de mis correrías, Landero me llevó a conocer en Algarrobo (Magdalena) a un personaje alcoholizado que dormía en los pretiles, pero con una voz y una nota nostálgica diferente: era Juancho Polo Valencia. Landero le dijo adiós y respondió: “A Dios se le dejan las cosas cuando remedio no tienen”. Cediéndole el acordeón, mi compadre entonó las notas de su obra 'Alicia adorada': “como Dios en la tierra no tiene amigos, / como no tiene amigos anda en el aire, / tanto le pedí y le pido, ay, hombe, / siempre me manda mis males”. Comencé a llorar enternecido por semejante expresión nostálgica.
Llegué impresionado a mi casa y Judith, mi mujer, había comprado un espejo grande y me miré en él; con sorpresa, vi a un hombre ojeroso, arrugado, barbón, cabellón, con canas prematuras a mis 28 años; insulté a la imagen, lo miré de frente insinuándole un cambio y cambié; desde esa ocasión, no he dejado de hablar con el espejo. Comencé debido a los sucesos anteriores a componer un paseo titulado el 'Hombre del espejo', con muchos cuestionamientos religiosos; pero mi vinculación al Pío XII, de monjas, como profesor de matemáticas, me hizo dejar ‘mocha’ la canción.
Invitado este año al Festival Bolivarense del Acordeón, en Arjona (rey de reyes), a mis años vi imposible mi participación, pero me acordé de la frase del barón Pierre de Coubertin en su discurso para las Olimpiadas: “Lo más importante en los Juegos Olímpicos no es ganar, sino participar; porque lo esencial en la vida no es lograr el éxito, sino esforzarse por conseguirlo”. Entonces vino a mi mente la canción ‘mocha’ de mis años mozos; la arreglé, concursé y gané al lado de Romualdo Britto, Rosendo Romero, Sergio Moya, Mateo Torres, Wiston Muegues, Robert Oñate, Chuto Díaz y otros grandes.
Adoso parte de la canción.
Qué es la vida, qué es la muerte /
Se preguntan, yo comento/
La vida pal palenquero es un
sufrimiento /
La muerte lo pone alegre y toca el
‘pechiche’ /
Y yo como soy cristiano, la muerte
me pone triste /
La vieja me trajo al mundo
dicharachero y contento /
No quiero solemnidades, tampoco
me carguen luto /
Que suenen los acordeones y
gaitas para el difunto. /
Coro.
Si me muero, quémenme de la cabeza
a los pies /
Si estoy vivo, quiéranme, soy un
man de buena fe.
Adolfo Pacheco Anillo

Sigue toda la información de Opinión en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon

Conforme a los criterios de

Logo Trust Project
Saber más
Sugerencias
Alt thumbnail

BOLETINES EL TIEMPO

Regístrate en nuestros boletines y recibe noticias en tu correo según tus intereses. Mantente informado con lo que realmente te importa.

Alt thumbnail

EL TIEMPO GOOGLE NEWS

Síguenos en GOOGLE NEWS. Mantente siempre actualizado con las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en Google News.

Alt thumbnail

EL TIEMPO WHATSAPP

Únete al canal de El Tiempo en WhatsApp para estar al día con las noticias más relevantes al momento.

Alt thumbnail

EL TIEMPO APP

Mantente informado con la app de EL TIEMPO. Recibe las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en tu dispositivo.

Alt thumbnail

SUSCRÍBETE AL DIGITAL

Información confiable para ti. Suscríbete a EL TIEMPO y consulta de forma ilimitada nuestros contenidos periodísticos.