El parque Nacional

SEÑOR DIRECTOR:

Me refiero a su editorial (19-12-2024) acerca del parque Nacional. Este es un parque casi centenario, histórico, un pulmón de la ciudad, que debe ser cuidado por todos.

Recuerdo que allí asistíamos hace unos años a ver los famosos pesebres decembrinos en movimiento, que eran la iración de chicos y grandes. Allí se acercaba uno a la naturaleza y era paseo en los domingos, era sitio mañanero de deporte, de entrenamiento. Desde allí han partido marchas políticas y de toda índole y, además, allí ha habido muestras de cultura.

Es nuestro parque, es de todos los habitantes de Bogotá y ha costado 2.500 millones de pesos recuperarlo. Así que démosle un buen uso, cuidémoslo, sintamos orgullo de este maravilloso lugar y aprovechémoslo muy bien, porque sitios como este cada vez serán más escasos.

La columna de José Antonio Ocampo (15-12-24) sobre la economía en el 2024 habla de elementos positivos, pero también plantea interrogantes. Dice que este gobierno recibió una economía recalentada, con desequilibrios macroeconómicos del 2022. Fuerte déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos. Inflación elevada y déficit fiscal alto. Esto último se redujo para el 2023 y ha seguido reduciéndose para el 2024.

También son positivos el aumento de exportaciones de café, otras no tradicionales. El turismo, con notorio incremento, así como la inversión extranjera.

El punto más bajo de la economía fue en el 2023. Desde fines del año pasado hay síntomas de reactivación e incremento del empleo.

En resumen, el incremento económico es de 2 % para 2024 y 3 % para 2025. Los retos son insistir en lo que se ha logrado con la balanza de pagos e inflación. El Gobierno debe respaldar la reactivación, como lo ha hecho apoyándose en el sector privado y el bancario.

A nuestra manera de ver, hay resultados económicos, pero el Gobierno debe ser más coherente con sus propuestas, pues habla de concertación, pero siguen con las críticas al sector privado, al Legislativo y a las cortes.

Son recomendables más consejos de ministros, con los entes territoriales y con los gremios de la producción.

El anarquismo como parte de la conducta humana es aquel que se place acabando lo bueno para tratar de imponer lo peor. Una acción irracional como bien los identifica logró por allá por los 80 que un restaurante que funcionaba dentro de la Universidad de Cartagena cerrara no obstante el valor simbólico que de cada almuerzo se cobraba. ¿La razón? Un grupo reducido de anarquistas armó una huelga porque las directivas habían decidido incrementar el valor del mismo a otro valor simbólico. Más allá del daño que esto les causó al resto de estudiantes, el recuerdo que siempre viene a mi memoria fue verlos fuera de las residencias universitarias festejar con música y varias botellas de ron el gran logro que esa acción significó para ellos.