SEÑOR DIRECTOR:
Acerca de su editorial ‘Una decisión responsable’ (25-12-2022), el costo de la adquisición de una flota de aviones de guerra es de casi la mitad de la reforma tributaria que con tanto trabajo se tramitó.
Las razones estratégicas no parecen muy convincentes, cuando el Gobierno es afín al más probable potencial enemigo y la situación de conflicto con las bandas criminales se está resolviendo mediante lo que los politólogos denominan “un enfoque híbrido”, en el que están siendo consideradas como actores legítimos para abordar soluciones.
Volviendo a la estrategia, la gran lección de la bárbara invasión a Ucrania es que un país que no ha utilizado ni un solo avión de guerra se la está cobrando caro a Putin con el uso de drones, los que están volviendo obsoletos a los aviones y los tanques.
Nuestra verdadera amenaza no viene desde afuera, sino de la explosiva situación social que sufrimos y que es el principal combustible del narcotráfico y la violencia. Ese dinero se debe utilizar en la reforma agraria, la implementación del plan Santos para la paz, e invertir en las nuevas tecnologías de sistemas aéreos no tripulados, cuya relación costo-beneficio está ampliamente demostrada.
Carlos H. Quintero B.
Desangre a ojos vistas
SEÑOR DIRECTOR:
A partir del 10 de enero el costo del pasaje en TransMilenio, según leí, será de 2.950 pesos. Adiós aumento del auxilio de transporte. Bueno, para eso es. Pero es odioso y triste que, creo yo, por lo menos el 40 por ciento no pague. Colarse se volvió normal, no porque la gente no tenga con qué, si acaso unos pocos, pero es por costumbre, por frescos, por falta de conciencia de lo que cuestan los bienes de la ciudad, que son de todos. Y lo grave es que se saltan los torniquetes a la vista de un funcionario del sistema o de un solitario policía. ¿Qué hacer? ¿Permitirá la ciudad este desangre, a ojos vistas? Por favor, esta es una muestra de desidia. Se necesitan un par de policías que controlen y multen, y cámaras para que se divulguen imágenes de los saltatorniquetes.
Ángel María Aguilar
La primera dama de la radio colombiana
SEÑOR DIRECTOR:
En este espacio del lector quiero honrar la memoria de doña Hilda Strauss Cortissoz, conocida como la primera dama de la radio, fallecida el pasado 20 de diciembre a la edad de 89 años por complicaciones derivadas de su edad. Ella nació en Barranquilla un 22 de octubre de 1933, era nieta de Ernesto Cortissoz. Fue una destacada locutora, instructora de disciplinas místicas, presentadora de radio y televisión, escritora, modelo y hasta columnista en los grandes medios de comunicación.
Su labor profesional en la radio comenzó en 1953, apareció en comerciales de televisión en marcas como Piel Roja y Postobón, y su propio programa de radio nació en 1985 y de manera ininterrumpida permaneció al aire 37 años. También fundó su propia empresa de cosméticos naturales, suplementos alimenticios y de desarrollo interior. Una brillante y fructífera existencia. Ojalá sus hijas continúen con su legado, que debe continuar.
Édgar Alberto Sánchez Moreno