SEÑOR DIRECTOR:
No saben los violentos el daño que causan con sus atentados a seres del mismo pueblo, como los policías. Duele el asesinato de los siete agentes en Huila, tres de ellos de apenas 18 años y solo tres meses en la institución, y, entre otros, el intendente Wilson J. Cuéllar, que estaba cerca de su retiro y quien fue policía por pasión. ¿Qué ganan los criminales con estos brutales ataques? Solo llevar dolor y causar repudio. Así no se busca la paz, así solo despiertan solidaridad con nuestras Fuerzas Armadas y la exigencia de que sean combatidos. Ojalá lo entendieran.
Lucila González de M.
Obras en las vías de Bogotá
SEÑOR DIRECTOR:
Un caos vial lo vivimos los bogotanos todos los días. Se hacen tortuosas las largas jornadas en el transporte público, taxi, vehículo particular o cualquiera que sea el medio de transporte que usamos. Todo ello debido a las obras que se adelantan actualmente en la capital: el metro, TransMilenio, avenida Guayacanes, arreglo de calles, entre muchas otras.
La belleza cuesta y en todo sentido; si queremos ver que Bogotá avance y tenga unas vías dignas de una capital, debemos someternos a estas obras. Sin embargo, como ciudadanos sí quisiéramos que la istración distrital coordinara muy bien las vías alternas para poder desplazarnos a nuestros lugares de trabajo. Así como que las labores que se adelantan en vías se realicen en horas nocturnas, de tal forma que podamos organizarnos y tolerar un poco mejor el terrible caos vial que vivimos.
Sandra Nayibe Granada Méndez
Precisiones a una columna
SEÑOR DIRECTOR:
En referencia a la columna del periodista Fernando Quiroz ‘¿Obra de Dios?’, es necesario aclarar: el Opus Dei es una Institución de la Iglesia católica denominada Prelatura personal, que ha obedecido siempre a todas las directrices emanadas del Papa, respeta su dignidad y atiende al magisterio de la Iglesia desde su fundación, por san Josemaría Escrivá de Balaguer hace 94 años. Este es su principio fundacional y fundamental.
Los padres de familia que han fundado estos colegios han querido para sus hijos e hijas una formación académica de calidad y espiritual acorde con los lineamientos católicos, por lo que han encomendado esta tarea al Opus Dei, que fundamenta su orientación en el pleno ejercicio de la libertad y los valores; se encarga de actividades apostólicas con la juventud, en la orientación del cumplimiento de los sacramentos, para que fortalezcan e intensifiquen su fe cristiana, que no es otra que la de sus padres.
No se puede tildar o aseverar que estos padres de familia carecen de criterio, como lo sugiere esta columna.
Conozco el Opus Dei desde hace cerca de 50 años, desde que era universitario, trabajé por muchos años como educador y en la oficina central de estos colegios, aún frecuento sus centros de formación, lo que me permite dar testimonio de que en estos planteles se ejerce la formación, con toda libertad, los alumnos desde muy pequeños ejercen su criterio y la opinión, gracias a Dios, y junto con sus padres valoran los espacios y toman libremente sus decisiones.
Luis Enrique Cortés B.
Bogotá