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Entrevista
'Un preso que le quitemos al régimen de Venezuela, es una victoria para las víctimas': hija de exministro chavista
EL TIEMPO habló con Andreína Baduel, hija del exgeneral Raúl Baduel, acusado de traición y quien murió en prisión.
Con su hermano Josnars en prisión, Andreína ayuda a las familias de los presos en Caracas, incluidos colombianos.
Son más de 900 los presos políticos en Venezuela, incluyendo cinco menores de edad. Cada día la salud de estas personas se deteriora y en algunos casos, ni sus familiares han podido visitarlos.
Andreína Baduel tiene más de 70 días que no sabe de su hermano Josnars Baduel, sentenciado en 2024 a 30 años de cárcel, acusado de integrar una rebelión armada para derrocar a Nicolás Maduro.
En los últimos 20 años, la familia Baduel ha sido una de las más perseguidas Venezuela.
El exgeneral Raúl Isaías Baduel, exministro de Hugo Chávez, murió en prisión. Fue considerado traidor al chavismo y terminó encarcelado. Falleció en 2021.
Andreína ahora es activista de derechos humanos y parte del Comité por la Libertad de los Presos Políticos, que incluso ayuda a las familias de algunos de los 16 colombianos presos en Caracas y de los que colombia no ha obtenido respuesta para conocer su estado y condición.
Josnars Baduel, hijo del general Baduel, al momento de su captura en 2020. Foto:Cortesía
¿Cuál es la situación actual de los presos políticos en Venezuela?
Hay alrededor de 1.000 familias siendo víctimas de violaciones de derechos humanos, siendo víctimas de crímenes de lesa humanidad. Lamentablemente debo decir que la condición de los presos políticos y de sus familias cada día está en franco deterioro, no puedo decir que el panorama es alentador porque existe falta de atención médica, debido proceso, torturas y aislamientos prolongados como mecanismo para silenciar voces de quienes nos atrevemos a alzar la voz.
¿Cómo se encuentra su hermano Josnars Baduel?
Mi hermano tiene 75 días que no sabemos absolutamente nada de él, ni una llamada ni una comunicación con sus abogados ni una fe de vida. La única certeza que tenemos es que como él, e incluso extranjeros, está en El Rodeo I viviendo unas condiciones de reclusión inhumanas.
Familiares piden liberación de presos políticos Foto:AFP
¿Cómo es El Rodeo I?
El Rodeo I es un centro de torturas que se caracteriza por condiciones de crueldad en las que son sometidos nuestros presos políticos. Ellos están en una celda 2x2 en la que solo tienen una cama de cemento y una letrina. Tienen restricción de alimentación, hidratación y medicación. Tienen además un aislamiento prolongado en el cual no tienen ni siquiera noción del tiempo ni interacción entre sí. Las visitas -cuando las permiten- son solo 15 minutos a través de un vidrio y te comunicas por un teléfono. Pero, no conforme con ello, obligan a los familiares a colocarse una capucha para ingresar a un área de visita en donde además no tienes ningún tipo de privacidad porque son coaccionados y nosotros amenazados de que si decimos algo con lo que ellos (custodios) no están de acuerdo, las visitas van a ser suspendidas.
Las visitas -cuando las permiten- son solo 15 minutos a través de un vidrio y te comunicas por un teléfono. Pero, no conforme con ello, obligan a los familiares a colocarse una capucha para ingresar a un área de visita en donde además no tienes ningún tipo de privacidad
Andreína Baduel Foto:Archivo
¿Qué pasa con las otras cárceles? Con El Helicoide, por ejemplo
Así como en El Rodeo I se vive en esta crueldad, en El Helicoide hay 23 presos políticos en aislamientos prolongados. Por ejemplo, Freddy Superlano tiene alrededor de nueve meses en aislamiento, tiempo en el que ni siquiera una llamada le ha hecho a su esposa ni ha podido ver a sus hijas, y como él, 23 personas más.
Por esas denuncias, se le suspendió la visita a su hermano Josnars Baduel. Además su padre murió encarcelado, ¿Por qué entonces seguir denunciando?
Precisamente por eso, porque no quiero que a mi hermano le pase lo mismo que le pasó a mi papá que lo dejen morir en la cárcel. Estamos convencidos de que quizás no sea hoy, mañana o pasado, pero habrá justicia.
Seguimos haciendo lo que podemos: documentando, evidenciando, generando incidencia de que en Venezuela se siguen violando derechos humanos y se siguen cometiendo crímenes de lesa humanidad. A pesar de las amenazas y de lo doloroso que puede ser esto para uno, tengo fortaleza en Dios.
La megacárcel Centro de Reclusión Contra el Terrorismo (Cecot) en El Salvador. Foto:AFP
Venezuela pide a El Salvador se respete el debido proceso con los 245 venezolanos deportados desde EE.UU. a ese país, ¿Cómo el Estado hace esa petición cuando irrespeta los derechos en Venezuela?
Por primera vez las víctimas estamos de acuerdo con ellos (el Gobierno) en que se respeten los derechos humanos de los venezolanos y en eso le tomo la palabra al régimen Afuera están pidiendo garantías pero aquí adentro no reciben el Habeas Corpus, no hay atención médica, no permiten ni siquiera comunicación con familiares, no permiten comunicación con abogados. Hay víctimas de desaparición forzada en Venezuela, hay retaliaciones a quienes nos atrevemos a denunciar y en mi caso, fue así la respuesta a una vez que introduje un Habeas Corpus por la situación de mi hermano. En ese momento me judicializaron para tratar de silenciar.Ellos ni siquiera le responden a la ONU.
Con las familias de los colombianos hemos tenido la oportunidad de estrechar vínculos de cara a orientarles, acompañarles y solidarizarnos en medio de tanto horror porque sabemos lo que esto significa.
Desde la organización que integra, también han apoyado a las familias de colombianos presos en Venezuela. ¿En qué consiste esa ayuda?
Soy integrante del Comité de Familiares por la libertad de los Presos Políticos, esto se creó con la necesidad de constituir una red de apoyo y solidaridad con quienes vivimos este horror porque aunque parezca mentira o aunque parezca que estamos escuchando un cuento de horror, cada vez que habla una de las víctimas, hay un patrón sistemático para todos y entonces es como una manera de contenernos, de apoyarnos, de visibilizar y de incluso orientar. Con las familias de los colombianos hemos tenido la oportunidad de estrechar vínculos de cara a orientarles, acompañarles y solidarizarnos en medio de tanto horror porque sabemos lo que esto significa.
Si para nosotros quienes estamos aquí es desesperante, mucho más debe ser para ellos que están fuera del país y se sentirán de manos atadas
Familaires hacen una vigilia y piden por sus presos políticos Foto:AFP
¿Cómo ha sido este acompañamiento que ustedes le han brindado a estas familias colombianas?
Hemos tenido la oportunidad de enlazarlos con instancias internacionales, de orientarles sobre los mecanismos de denuncias que tienen que agotar. Se les orienta en hacer campañas de visibilización y sobre todo fortalecernos entre sí para entender que esto es una lucha de largo aliento y que solo entre nosotros y unidos podemos seguir.
Su padre, Raúl Baduel, murió en prisión, y sus hermanos han estado presos... ¿Cómo hace para mantenerse firme?
La fortaleza la tengo de Dios que nos fortalece y nos alienta. Hay días que en mi fragilidad humana por supuesto que me siento mal, pero tengo un compromiso con que esto no se repita nunca más, yo creo que ese es mi mayor arraigo. No quiero que mi hermano ni ningún venezolano viva lo que vivió mi papá que lo dejaron morir en condiciones inhumanas. Ha sido un camino muy doloroso, muy duro, muy desafiante, en el cual las amenazas han estado latentes siempre, pero las hemos afrontado con fortaleza y con dignidad.
Tenemos un ejemplo de vida y ese es mi papá que a pesar de que vivió 12 años y medio de crueldad, de tortura, de vejaciones, murió con las botas puestas, murió firme en sus principios y convicciones y yo no puedo hacer más que honrarlo y luchar para que haya justicia .
Carteles durante una manifestación frente al Helicoide en Caracas. EFE/ Miguel Gutiérrez Foto:EFE
Entre las acciones que ustedes hacen, están las vigilias en las que rezan por los presos políticos a las afueras de las cárceles, ¿Puede contarnos un poco más de estos actos?
Estamos convencidos de que esta lucha es terrenal y espiritual y es por ello que en el marco de la legalidad y sobre todo de la fe, estamos haciendo esa campaña que a su vez sirve como visibilización de la situación de los presos políticos. Inició el 8 de abril esta jornada de oración por la libertad y concluye el 14. Comenzamos en varias de las cárceles, ayer fue en El Helicoide, luego será en El Rodeo y el lunes un viacrucis en una plaza conocida del país. Seguimos visibilizando el horror que viven nuestras familias y sobre todo porque estamos convencidos de que Dios no nos desampara.
Recientemente tuvimos una fase denominada “La ruta por la justicia y la libertad”, donde agotamos las denuncias en todas las instancias del Estado y hoy después de un mes y medio no hemos recibido respuesta es por ello que seguiremos denunciando en el marco de la ley .
Hemos logrado que se liberen más de 1.000 presos políticos, porque llegamos a ser más de 2.500 familias viviendo este horror. Así sea un preso político que le quitemos al régimen, es una victoria para las víctimas.