Es un buen momento para ser un exterminador profesional en Asia.
Los temores de grandes brotes de ácaros han sido palpables en toda la región de Asia y el Pacífico durante semanas, amplificados por la intensa cobertura de los medios de comunicación sobre un brote en Francia a principios de este año y uno más pequeño y reciente en Corea del Sur. Esos casos, junto con un aumento generalizado de los viajes pospandémicos, han avivado temores —basados en la realidad— de que los pasajeros de aerolíneas siembren inadvertidamente brotes en otros lugares.
En Hong Kong, informes recientes sobre un avistamiento en un tren del aeropuerto llevaron a varios días de febril cobertura informativa. Y en Seúl, equipos de trabajadores en trajes protectores blancos han recorrido un aeropuerto en busca de posibles infestaciones.
Hasta ahora no se han reportado brotes importantes de ácaros en Asia este otoño, pero algunos residentes y municipios ya están contratando empresas de control de plagas o comprando abundantes suministros para el control de plagas.
Los exterminadores dicen que eso les parece bien.
“Los ácaros siempre han existido”, pero el interés de los consumidores en el control de plagas ha aumentado últimamente como resultado de la cobertura de los medios de comunicación, dijo Darian Ee, director de Ikari, una empresa de control de plagas en Singapur que ha visto un repunte del 10 al 15 por ciento en el negocio desde el brote en Francia.
Los insectos chupasangre son una característica común de la vida urbana en todo el mundo, incluyendo la ciudad de Nueva York. Pero si París es la capital mundial extraoficial de la ansiedad por los ácaros esta temporada (quizás seguida por Londres), entonces las megaciudades asiáticas como Seúl, Hong Kong y Singapur van pisándoles los talones.
En Corea del Sur, donde sólo se ha reportado un puñado de casos durante la última década, informes recientes han puesto al público y a los medios de comunicación en alerta máxima. Hasta el momento hay al menos 13 casos confirmados en todo el País. Eso fue suficiente para que el Gobierno lanzara una campaña de prevención y desinfección de cuatro semanas en dormitorios, autobuses, trenes y otros lugares públicos.
“La ansiedad pública es inevitable al seguir llegando reportes”, dijo recientemente Park Ku-yeon, funcionario a cargo de la campaña.
Otra inevitabilidad: ganancias para los exterminadores. Bloomberg News informó este mes que los precios de las acciones de varias empresas de control de plagas de Corea del Sur habían aumentado 30 por ciento o más después de las noticias sobre los ácaros.
Es inevitable que los viajeros internacionales ayuden a propagar los ácaros por todo el mundo, dijo Chow-Yang Lee, profesor de entomología urbana en la Universidad de California, en Riverside. Dijo no tener “ninguna duda” de que habría un aumento en la infestación de ácaros en Asia Pacífico similar a la que está arrasando Europa.
“Imagínese si alguien se registrara en un hotel en Bangkok que tiene ácaros, éstos viajan de raid en el equipaje y esta persona luego se registrara en otro hotel en Singapur”, dijo. “Los insectos serán transportados a la nueva ubicación, dejarán el equipaje y comenzarán la infestación en este nuevo sitio”.
Por: MIKE IVES
y AMY CHANG CHIEN
THE NEW YORK TIMES
BBC-NEWS-SRC: http://www.nytsyn.com/subscribed/stories/6997938, IMPORTING DATE: 2023-11-23 19:40:08