Exclusivo suscriptores

Así es cómo la presencia de los hispanos ha cambiado la identidad de los texanos

Texas se ha vuelto un estado de migrantes, en especial de hispanos de segunda y tercera generación.

NYT: La cifra de residentes hispanos nacidos en Texas rebasa el número de personas blancas nacidas en el Estado. Foto: Desiree Rios/The New York Times

J. David Goodman, Edgar Sandoval  y Robert Gebeloff - the new york times

19.12.2023 14:50 Actualizado: 19.12.2023 16:08

Comentar

ODESSA, Texas — Con su silueta contrastando con el cielo del oeste de Texas antes del amanecer, un grupo de trabajadores de campos petroleros se preparaba para la ardua labor que les esperaba un día de septiembre —limpiar un derrame en una plataforma— hablando una mezcla de inglés y español.

Los 80 empleados de la compañía, Premier Energy Services, son hispanos, lo que refleja una transformación en la expansión al oeste rica en petróleo de Texas.

Donde un trabajador petrolero —el símbolo manchado de grasa de la identidad económica de Texas— alguna vez fue comúnmente un hombre blanco, el trabajador promedio de un campo petrolero ahora es un varón hispano nacido en Texas.

“Cuando era niño, mi papá solía llevarme a su trabajo en los campos petroleros”, recordó un capataz, Alfredo Ramírez, de 31 años, un mexicano-estadounidense de tercera generación. “Era una industria de hombres blancos. Hoy somos nosotros, los latinos”.

Con más de 30 millones de habitantes, Texas está dando forma al rumbo de EU. Su economía es una de las más grandes del mundo y crece más rápido que la del país en general. El Estado tiene mucho tiempo de ser definido por el cambio demográfico. Pero a menudo se ha malinterpretado la naturaleza de esos cambios y cuán profundos se han vuelto.

The New York Times recopiló años de datos del Censo de EU, analizó patrones migratorios y viajó a comunidades por todo Texas para comprender lo que sucede en el segundo Estado más poblado del país, un lugar que ofrece una ventana al futuro de la política nacional y de los intentos por abordar cuestiones de identidad. Lo que destacó fue el grado al que Texas se ha convertido en un Estado de inmigrantes.

El grupo demográfico de más rápido crecimiento se compone de hijos de inmigrantes, principalmente hispanos nacidos en Texas. Los blancos, que durante mucho tiempo habían sido el grupo demográfico más grande, ahora son rebasados por los hispanos, incluso entre texanos nativos.

Hace 30 años, un visitante en el Estado se habría topado con dos blancos nacidos y criados en suelo texano por cada latino nacido ahí. Hoy, esos grupos son casi del mismo tamaño.

Texas también ha sido un imán para gente que se muda de otros estados, un hecho celebrado por sus líderes republicanos, quienes hacen alarde de atraer negocios de California y NY a los impuestos más bajos, las vivienda más barata y las políticas más conservadoras de su Estado.

Aunque profesionistas blancos sí se están mudando a Austin, el Estado está sumando dos personas de color por cada migrante blanco.

En 1990, cuando unas 6.000 personas vivían en Frisco, en las afueras de Dallas, el Censo listaba sólo 29 residentes asiáticos. Ahora, casi una cuarta parte de sus 220.000 residentes es asiática.

Texas también encabeza la nación en crecimiento de su población de raza negra.

Para muchos estadounidenses, la identidad texana es evocada rápidamente: Vaqueros y fútbol americano. Armas y petróleo. Camionetas y música country. En realidad, es una mezcla compleja: los suburbios de Dallas acaban de organizar una liga de cricket profesional, que atrajo a miles de fans, y celebraron el regreso de un salón de baile de música country remodelado de los 50.

“La identidad de ser texano ha cambiado totalmente”, dijo Ray Benson, quien se mudó de Pennsylvania hace mucho tiempo y cuyo grupo de western swing, Asleep at the Wheel, se presentó en la reinauguración del salón de baile. “Vine a Texas para convertirme en texano. Pero ahora creo que más gente que se está mudando a Texas simplemente trae su cultura anterior”.

Por: Este artículo fue escrito J. David Goodman, Edgar Sandoval  y Robert Gebeloff

Sigue toda la información de Internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.