En gran medida, el mercado de vehículos eléctricos en Estados Unidos se basa en políticas demócratas. Hay créditos fiscales federales para los compradores de autos, subvenciones para la fabricación de baterías, préstamos baratos para construir fábricas de autos eléctricos, subvenciones para cargadores y regulaciones que empujan a las armadoras a vender más vehículos sin emisiones.
Todo ese apoyo, que asciende a cientos de miles de millones de dólares, podría desaparecer pronto ahora que Donald J. Trump es Presidente de nuevo.
Trump y los republicanos en el Congreso de EU dicen que planean eliminar la mayor parte de la ayuda federal para autos y camiones eléctricos y revertir las reglas de emisiones, generando dudas sobre el futuro de esos vehículos y los miles de millones de dólares que los fabricantes automotrices han invertido para diseñarlos y construirlos.
Aún así, los expertos dicen que las fuerzas del mercado y el progreso tecnológico impulsarán una transición a largo plazo hacia lo eléctrico, independientemente de hasta dónde lleguen los republicanos para deshacer la agenda climática del Presidente Joseph R. Biden Jr.
Los precios de las baterías, la parte más cara de un vehículo eléctrico (VE), están cayendo rápidamente. Muchos autos eléctricos ya no cuestan más que modelos comparables a gasolina si se consideran los ahorros en combustible y mantenimiento.
La tecnología está mejorando rápidamente. Las baterías son cada vez más ligeras y pequeñas, al tiempo que permiten una carga más rápida y distancias de viaje más largas.
Las armadoras tienen un gran interés en promover los vehículos eléctricos independientemente de quién esté en la Casa Blanca. Necesitan obtener un rendimiento a las inversiones que han realizado en las instalaciones de producción. Y no mantenerse al día con la tecnología podría hacerlos vulnerables a los competidores chinos que apuestan en grande a los VEs.
El diputado Mike Johnson, un republicano de Louisiana, gran productor de petróleo y gas, dijo después de ganar la reelección como presidente de la Cámara de Representantes este mes que los republicanos intentarán derogar una legislación que incluye un crédito fiscal de 7 mil 500 dólares y subsidios para la tecnología eléctrica. “Vamos a salvar los empleos de nuestros fabricantes de autos, y lo haremos poniendo fin a los ridículos mandatos de VEs”, afirmó.
En promedio, un auto eléctrico en EU se vendió en 55 mil 105 dólares en 2024, en comparación con 48 mil 165 dólares por un auto a gasolina, afirma Cox Automotive, un proveedor de la industria automotriz.
En China, las ventas de VEs aumentaron a medida que los precios cayeron al mismo nivel que los autos a gasolina o incluso más bajos, presagiando lo que podría suceder en EU.
“Vamos a poder reducir el costo de los VEs a un precio más bajo que el de los vehículos con motor de combustión interna. A eso aspiramos”, dijo Kurt Kelty, vicepresidente de General Motors a cargo de baterías.