HONG KONG — Starbucks tiene un problema en China: clientes que quieren más por menos.
Vivian Yan probó su primer café Starbucks hace ocho años. Quería cafeína en el trabajo y la tienda estaba cerca. “Eso no significa necesariamente que adoro Starbucks”, dijo, “ni fue mi primera opción”.
Hoy cree que una taza de Starbucks es demasiado cara y prefiere comprar su café en McDonald’s. Pero lo que realmente adora es ChaGee, HeyTea y otras cadenas chinas que venden café con leche de coco, té boba con leche y frappés de té de jazmín azucarados. “Son deliciosos y ofrecen más opciones”, dijo Yan, de 35 años, originaria de la provincia de Jiangsu.
La preferencia de Yan por sabores más diversos plantea un reto para Starbucks. Está perdiendo clientes rápidamente. En octubre, Brian Niccol, el nuevo director ejecutivo, calificó la competencia de “extrema” en el segundo mercado más grande de la compañía detrás de Estados Unidos.
Cuando Starbucks abrió su primera tienda en China en 1999, el té dominaba. Pero la compañía rápidamente construyó un mercado próspero junto a una creciente clase media que estaba recurriendo a iPhones, bolsas Gucci y otras marcas internacionales para señalar su nueva riqueza.
Hoy los consumidores están menos interesados en las marcas extranjeras, están más conscientes de precios y se sienten atraídos por rivales locales que aparecen ofreciendo algo un poco diferente. Los competidores de Starbucks lanzan nuevos sabores de té y café cada semana, a precios más bajos, creando una competencia tan férrea que Starbucks experimentó una caída del 14 por ciento en ventas en su trimestre financiero más reciente.
Luckin Coffee, una marca china que abrió hace siete años, ahora genera más ingresos en el País que Starbucks. Tiene casi el triple de sucursales y abre una nueva aproximadamente cada hora.
Niccol no sólo tiene que dar con la forma de ayudar a la cadena de café a recuperar su posición en Estados Unidos, donde sus 17 mil tiendas generaron 26.7 mil millones de dólares en ingresos el año pasado, sino también encontrar una solución en China, donde sus 7.600 tiendas generan alrededor de 3.000 millones de dólares en ventas anuales.
Starbucks dista de ser la única compañía extranjera que batalla con China. Marcas que alguna vez consideraron al país como un mercado de crecimiento en auge están luchando con una menor demanda por sus productos.
China ahora tiene más cafés que Estados Unidos, reporta World Coffee Portal, una firma de investigación de mercado.
“Los consumidores chinos están muy mimados en algunos aspectos porque es un mercado muy competitivo”, dijo Nancy Zheng, socia de Bain & Company en Shanghai.
“Son la primera marca de café en China, por lo que definitivamente será un desafío defender su posición porque todos los productos nuevos les están robando a sus clientes”, dijo Zheng sobre Starbucks.