En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información aquí

Suscríbete
Disfruta de los beneficios de El Tiempo
SUSCRÍBETE CLUB VIVAMOS

¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo [email protected] no ha sido verificado. Verificar Correo

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión

Hola, bienvenido

¿Cual es la ciudad colombiana clasificada como la más peligrosa del mundo?
¿Cómo va el juicio al expresidente Álvaro Uribe?
¿Accidente de bus en Calarcá?
Frío inusual en Bogotá explicado por el Ideam

¿Por qué estamos obsesionados con los senos?

Después de su propia mastectomía, la socióloga Sarah Thornton intentó responder a la pregunta.

Foto: ilustración por Vanessa Saba; fotografías por Getty Images

Alt thumbnail

Actualizado:

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon
En la víspera de su doble mastectomía hace seis años, la autora y socióloga cultural Sarah Thornton dejó libres sus senos. Fue a nadar a una alberca al aire libre en el área de la Bahía de San Francisco y se desató la parte superior del bikini. Era su forma de despedirse de ellos, dijo recientemente.
“Yo era alguien como que los desestimaba como bubis tontas, irrelevantes, sin importancia”, dijo. Como feminista autoproclamada, solía pensar que la obsesión por los senos era vanidosa y desagradable, impulsada por una necesidad superficial de complacer la mirada masculina. Sus senos fueron el foco de dos incidentes de acoso sexual en su adolescencia y, hace aproximadamente una década, se convirtieron en una fuente de miedo: había cáncer de mama en su familia y los médicos descubrieron células atípicas. Después de muchos exámenes, deshacerse de una parte de su cuerpo a la que no estaba particularmente apegada parecía una precaución fácil de tomar.
Pero meses después de su cirugía, que incluyó implantes que se sentían como “impostores de silicona” —tan extraños e inanimados para ella que los bautizó como Beto y Enrique— sintió una “maraña de emociones en torno a lo que perdí y lo que gané”, dijo. “Beto y Enrique eran realmente extraños para mí ­—eran más grandes que antes, estaban duros y no tenía sensación en los pezones”. Fue entonces cuando se dio cuenta de que no había apreciado sus pechos lo suficiente.
La exploración de Thornton respecto al significado cultural de los senos resultó en su nuevo libro, “Tits Up: What Sex Workers, Milk Bankers, Plastic Surgeons, Bra Designers, and Witches Tell Us About Breasts”. “Tetas”, escribe, es su palabra preferida.
Thornton escribió el libro “para ayudar a las mujeres a reevaluar sus pechos de manera positiva”, dijo.
¿Qué opinas de “Beto” y “Enrique” después de escribir este libro?
Me deshice de Beto y Enrique. Y ahora tengo a Glenda y Brenda. Y lo bueno que tienen es que son más pequeñas, son mucho más cómodas. Mi actitud hacia esta parte de nuestro cuerpo se ha transformado totalmente. Los estudios muestran que la mayoría de las mujeres en Estados Unidos está insatisfecha con esta parte de su cuerpo. Y hoy pienso: ¿Es broma? Este es el emblema de la feminidad y está justo debajo de nuestra cara, al frente y al centro.
Señalas en el libro que gran parte de la insatisfacción se deriva de la presión para encajar en una idea de ser atractiva. ¿Cómo se convirtieron los senos en tema de erotismo?
A principios del siglo 20, lo más fetichizado eran las piernas. Hay que recordar que las mujeres habían usado faldas largas durante todo el siglo 19 y luego, en los años 20, hubo un cambio radical en la ropa que usaban —las piernas comenzaron a ser vistas después de la Primera Guerra Mundial. Eso cambia totalmente después de la Segunda Guerra Mundial. Lo más importante es que aparece la fórmula para bebés. No se tiene la sexualización completa de los senos cuando están asociados con la lactancia.
La sexualización de los senos ha resultado en la enorme popularidad del aumento de senos. ¿Seguimos obsesionados con los senos grandes?
Yo diría que el aumento alcanzó su máximo en el 2007. La noción de que los senos grandes son el ideal de belleza es particularmente estadounidense y posiblemente se extiende por el continente americano. Pero en Asia, por ejemplo, existe una larga historia de fajarse los senos. Y las mujeres más sexys tenían el pecho plano. Puedes verlo en el traje de una geisha. En África, este tipo de seno en forma de daga, un seno puntiagudo apuntando hacia abajo, es el estándar de belleza y está absolutamente relacionado con la lactancia. Los pueblos que vivían en climas cálidos no tendían a cubrirse el pecho, y los senos no eran y aún no son sexualizados en esas culturas.
En tu libro, abordas las leyendas y los símbolos relacionados con los senos embebidos en muchas religiones importantes. ¿Que destaca?
En el sur de la India está el concepto de que los pezones son un tercer ojo. Eso me parece tremendamente atractivo, porque no me di cuenta de lo sensibles y vivos que eran mis pezones hasta que perdí todo el tejido mamario y me cortaron los nervios de los pezones. También sabemos que la relación entre madre e hijo es comunicativa —la saliva y la temperatura corporal de un bebé y todo lo relacionado con un bebé al amamantar está en un circuito de retroalimentación con el cuerpo de la madre, y la leche materna se adaptará a las necesidades nutricionales del bebé. Este tipo de comunicación interpersonal vía el seno está validado por estudios. Un experto en la leche que incluyo en el libro llama a esto “comunicación corporal”. Realmente amo ese término.

Sigue toda la información de Internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon

Conforme a los criterios de

Logo Trust Project
Saber más
Sugerencias
Alt thumbnail

BOLETINES EL TIEMPO

Regístrate en nuestros boletines y recibe noticias en tu correo según tus intereses. Mantente informado con lo que realmente te importa.

Alt thumbnail

EL TIEMPO GOOGLE NEWS

Síguenos en GOOGLE NEWS. Mantente siempre actualizado con las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en Google News.

Alt thumbnail

EL TIEMPO WHATSAPP

Únete al canal de El Tiempo en WhatsApp para estar al día con las noticias más relevantes al momento.

Alt thumbnail

EL TIEMPO APP

Mantente informado con la app de EL TIEMPO. Recibe las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en tu dispositivo.

Alt thumbnail

SUSCRÍBETE AL DIGITAL

Información confiable para ti. Suscríbete a EL TIEMPO y consulta de forma ilimitada nuestros contenidos periodísticos.

Mis portales