Hace más de medio siglo, Boeing presentó el 747, un avión enorme y llamativo que cautivó la imaginación del público y llevó los viajes aéreos a las masas. El jet ha sido un caballito de batalla desde entonces, transportando pasajeros y carga alrededor del mundo. Pero sus días están contados: Boeing entregó el último 747 que fabricará.
Con una joroba distintiva, el 747, apodado la “Reina de los cielos”, es quizás el avión comercial más reconocible jamás construido. El avión transformó los viajes aéreos y se convirtió en un símbolo del ingenio estadounidense. Todavía podría estar volando dentro de décadas, una longevidad que los historiadores de la aviación dijeron que era un testimonio del trabajo que los ingenieros, diseñadores y otros hicieron para rehacer repetidamente el avión.
“Es uno de los grandes”, dijo Shea Oakley, quien opera una firma de consultoría de historia de la aviación. “Fue un salto cuántico”.
El 747 está compuesto por unos 6 millones de piezas producidas en todo el mundo. La labor de ensamblarlas en un avión se completaba en una fábrica en Everett, Washington. Esa planta, que se construyó para el 747 en la década de 1960, ha sido el hogar de los 747s hasta el hasta el último: el número mil 574.
La producción del último 747 comenzó en septiembre. El 31 de enero fue entregado a Atlas Air Worldwide, una aerolínea de carga y pasajeros que lo utilizará para transportar mercancías.
Boeing comenzó a diseñar el 747 a mediados de la década de 1960 a solicitud de Pan American World Airways, una aerolínea líder que terminó por declararse en bancarrota en 1991. Pero muchas personas dentro de Boeing anticipaban que el avión pronto sería reemplazado por un avión supersónico que la empresa estaba desarrollando (pero abandonó en 1971).
Como resultado, y para justificar su inversión, Boeing y Pan Am decidieron que el avión debería diseñarse con pasajeros y carga en mente, una elección que sería crucial para su éxito y determinaría su forma única. Los diseñadores querían que la nariz se levantara para que pudiera cargarse la carga más fácilmente. Para ello, colocaron la cabina de vuelo sobre la cabina principal, en lugar de en la parte delantera del avión, creando la joroba inusual del 747.
Más de dos docenas de aerolíneas se comprometieron a comprar el 747 cuando fue mostrado por primera vez al público. En 1970, el 747 realizó su primer vuelo comercial, transportando a más de 300 pasajeros de Pan Am a Londres desde Nueva York.
Instantáneamente se convirtió en una sensación pública. El avión de cuatro motores era mucho más grande que cualquier otro y podía acomodar a cientos de personas. La cubierta superior, accesible por una escalera de caracol, albergaba un lujoso salón.
Ser propietario de un 747 se convirtió en un símbolo de estatus para las aerolíneas. Algunas empresas compraron el avión a pesar de que no se ajustaba del todo a sus necesidades.
La razón más importante por la que las aerolíneas compraron un 747 fue que les ayudaba a reducir costos. Debido a que el avión podría transportar muchos más pasajeros en un solo viaje, las aerolíneas podrían vender boletos más baratos, haciendo que los viajes aéreos estuvieran al alcance del bolsillo para las masas.
Boeing produjo varias versiones del avión en las décadas de 1970 y 1980 para diferentes usos y para mejorar cuánto podía transportar y qué tan lejos podía volar. En 1989, la compañía presentó una importante actualización, el 747-400, que se convirtió en su modelo de avión de mayores ventas. Boeing vendió más 747 en la década de 1990 que en cualquier otra década.
Pero el mundo estaba empezando a dar vuelta a la página.
Los aviones bimotores más pequeños y eficientes ahora podían volar distancias más largas. Su tamaño más pequeño significaba que las aerolíneas podían ofrecer rutas internacionales directas entre ciudades más pequeñas.
A mediados de la década de 1990, Boeing presentó el 777, que era casi tan grande como el 747. Con sólo dos motores, era más avanzado y eficiente.
Persistió el interés en el 747, particularmente para operaciones de carga. A principios de la década de 2010, Boeing presentó el último modelo, el 747-8.
Algunas aerolíneas todavía usan el avión para vuelos de pasajeros, incluyendo Lufthansa, Korean Air y Air China. Pero el 747 ha caído cada vez más en desgracia entre muchas aerolíneas y probablemente terminará su vida transportando carga. El último de los aviones producidos fueron cargueros 747-8 para Atlas Air, que opera la flota de 747 más grande del mundo y alquila aviones y tripulaciones para operaciones de carga o de pasajeros.
NIRAJ CHOKSHI
The New York Times
BBC-NEWS-SRC: http://www.nytsyn.com/subscribed/stories/6561905, IMPORTING DATE: 2023-02-08 00:00:07