Ante crisis en empresas de tecnología, trabajadores le apuestan a startups climáticas

Cuando Arebeth Pease fue despedida de la startup tecnológica MasterClass el año pasado, tenía un abanico de posibilidades de empleos. Pero las misiones de muchas empresas tecnológicas sonaban huecas, dijo.

Pease, de 42 años, se sintió atraída por Span, una empresa de arranque que fabrica es eléctricos para hogares inteligentes y figura en una categoría de empresas de rápido crecimiento que buscan combatir el cambio climático. Se unió a Span en septiembre como gerente de operaciones, con el enfoque de la startup en el cambio climático como el principal argumento de venta.

“Realmente estamos haciendo labor que importa”, dijo.

A medida que las empresas de tecnología recortan prestaciones y eliminan empleos, la desaceleración económica ha servido como una señal de alarma entre muchos trabajadores, llevándolos a cuestionar si el papel de su empresa en la sociedad en realidad estaba haciendo del mundo un lugar mejor. ¿El resultado? Más ahora están acudiendo en masa a startups climáticas, en el momento en que los inversionistas inyectan dinero al campo.

El año pasado, las empresas de arranque climáticas en EE. UU. recaudaron casi 20 mil millones de dólares, casi triplicando los 7 mil millones de dólares del 2020, reporta Crunchbase, un proveedor de datos. Al menos 83 empresas enfocadas en el clima en el mundo valen más de mil millones de dólares, afirma HolonIQ, una firma de investigación.

La tecnología climática es “uno de los pocos puntos brillantes en la economía y una de las pocas industrias que tienden a ser extremadamente resistentes a la recesión”, dijo Rick Zullo, inversionista en la firma de capital de riesgo Equal Ventures.

Al menos 135 fondos enfocados en la inversión climática, con 94 mil millones de dólares bajo gestión, se han creado desde el 2021, informó el boletín Climate Tech VC.

Cuando Julia Collins hizo la presentación a los inversionistas de su startups de tecnología climática en el 2019, dedicó la primera diapositiva a una explicación dramática de la emergencia climática. Había creado Planet FWD, un proveedor de software que ayuda a empresas a gestionar su impacto climático, y Moonshot, una empresa de bocadillos que utiliza ingredientes regenerativos, proveedores locales y envases reciclados. “Tuve que pasar mucho tiempo conduciendo a la gente por la curva de aprendizaje”, dijo.

Eso ha cambiado desde entonces. “Estamos mucho más allá del punto de tener que probar el cambio climático o que es un gran mercado”, dijo Collins.

Muchos trabajadores tecnológicos también han pasado por un despertar climático. Olya Irzak, una de las fundadoras de Frost Methane Labs, tiene casi una década de asesorar a personas que quieren trabajar en empresas climáticas. Pero durante la pandemia, más personas comenzaron a comunicarse con ella.

“La gente estaba mucho tiempo sentada en casa, haciendo muchas preguntas difíciles”, dijo Irzak.

Diego Sáez Gil, uno de los fundadores de Pachama, una empresa que financia la reforestación y vende créditos de carbono, dijo que recientemente contrató a personas de Meta, Google, Amazon, Airbnb y Tesla, algunos aceptando recortes salariales.

“Las personas que llegan al clima son misioneros”, dijo. “Se dieron cuenta de que ‘el planeta se está desmoronando y estoy trabajando para hacer que la gente haga clic en anuncios’”.

Por: ERIN GRIFFITH