Los rezagos de América Latina y el Caribe con la Agenda 2030

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fueron adoptados en 2015 por los líderes mundiales con el propósito de erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos. Estos cuentan con metas específicas que se pretenden alcanzar al 2030.

(Lea también: ¿Cómo va el país con su agenda para el 2030?)

El Centro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para América Latina y el Caribe (Cods) de la Universidad de los Andes presenta anualmente un índice con el propósito de evaluar el avance y cumplimiento de la Agenda 2030. En el informe presentado a finales del 2023 se evidencia que la región lleva un cumplimiento de menos del 60 por ciento de los indicadores, con niveles bajos o escasos de progreso en la implementación de los diferentes ODS. 

De acuerdo con los resultados, América Latina y el Caribe enfrenta, como región, grandes retos en el cumplimiento de los objetivos debido a los altos niveles de desigualdad que se presentan en la mayoría de los países, a los mercados laborales informales que generan gran vulnerabilidad en la población económicamente activa y a la falta de concientización y políticas públicas que busquen proteger los recursos naturales. 

Adicionalmente, se evidencian grandes inequidades entre países como Guatemala y Honduras con niveles de cumplimiento menores al 50 por ciento, mientras que Brasil logra un cumplimiento cercano al 70 por ciento, siendo este el país con el mayor porcentaje de cumplimiento en el índice ODS. 

Dentro de los indicadores con mayor logro se encuentran: el ODS 1, sobre el fin de la pobreza, y el ODS 13, de acción por el clima. Ambos objetivos tienen un cumplimiento mayor al 70 por ciento en promedio en la región. 

En el primer caso se evidencia que a pesar de que la región vio un aumento de los niveles de pobreza durante el 2020, como resultado de la pandemia por covid-19, en promedio se ha logrado un avance importante en la reducción del porcentaje de personas que viven en pobreza por ingreso, utilizando las líneas de pobreza extrema de 1,9 dólares por día o de 3,5 dólares por día. 

(Lea también: Alinearse con los ODS, un reto fundamental para los nuevos alcaldes)

Ahora, en el caso del ODS 13, se resalta que la producción de emisiones de C02 en los países de la región es relativamente baja en comparación con otros países y regiones del mundo; sin embargo, América Latina y el Caribe es una de las regiones más afectadas y vulnerables al cambio climático, con un aumento en el número de fenómenos naturales asociados a cambios en el clima que se presentan anualmente.

Impacto del covid-19 

Otro hallazgo importante del índice ODS es que la tendencia en el avance del cumplimiento de los ODS es bastante baja, con todos los países presentando indicadores con rezagos importantes y con tendencias decrecientes. En otras palabras, si los países continúan con la tendencia actual, pocos serán los objetivos y las metas cumplidas. 

Lo anterior resalta la necesidad de contar con una estrategia que permita cumplir con la Agenda 2030 y, más importante aún, implementar políticas sostenibles en donde se respeten los límites del planeta y se promueva el desarrollo y bienestar social de todas las poblaciones, incluyendo los grupos usualmente dejados atrás como son las mujeres, población indígena, población con discapacidad, migrantes y minorías étnicas. 

Un análisis detallado de los cambios observados durante el 2020 y cómo la pandemia por covid-19 afectó el avance de los ODS, resaltó que, en la esfera económica, el crecimiento de la región (ODS 8.1) se vio afectado de manera negativa en todos los países que la conforman, excepto Guyana y República Dominicana, con tasas de crecimiento de su producto interno bruto (PIB) negativo. 

Adicionalmente, la región se caracteriza por altos niveles de informalidad e inestabilidad laboral, lo cual fue uno de los factores que causó que el efecto económico y social de la pandemia fuera mucho más grande que en otras regiones del mundo. La región también se caracteriza por presentar altos niveles de desigualdad económica y de oportunidades, con una distribución desigual de recursos entre e intra-países. 

(Lea también: Informe: América Latina no está avanzando lo suficiente en el cumplimiento de los ODS)

El covid-19 también generó un aumento en los niveles de desigualdad, los cuales aun antes de la pandemia ya venían aumentando sumado a que la reducción de la desigualdad se había visto estancada desde el 2017. Esto revela que, aun sin la pandemia, el cumplimiento del ODS 10, de reducción de las desigualdades para los países de América Latina y el Caribe, ya presentaba problemas. 

En la esfera social se resalta que la región enfrenta grandes retos en el cumplimiento del ODS 3, sobre salud y bienestar, en el cual se evidencia un aumento de la mortalidad materna e infantil durante la pandemia. Estas tasas en algunos países no han podido regresar a los niveles prepandemia, revelando que existen problemas estructurales de a los servicios de salud para las mujeres durante el embarazo. 

Asimismo, la región se ha caracterizado por una alta tasa de cobertura de vacunación para menores de 5 años; sin embargo, desde el 2016 se vio una reducción en la tasa de vacunación. Este fenómeno fue exacerbado por la pandemia por covid-19 y es preocupante, dado que la vacunación es uno de los principales mecanismos para prevenir la mortalidad infantil y en menores de 5 años y la existencia de patologías prevenibles en niños y niñas. 

Con respecto a la educación (ODS 4) se evidencia que la región enfrentó la pandemia por covid-19 con una baja cobertura de internet en los colegios. En países como Paraguay, por ejemplo, menos del diez por ciento de los colegios contaban con a internet. Además, aunque la tasa de matrícula no se disminuyó durante el 2020 y 2021, no se conoce a cabalidad cuál fue el efecto de la educación virtual en el aprendizaje que niños, niñas y adolescentes tuvieron durante este periodo. 

Otro ODS por resaltar es el quinto, de equidad de género, en donde se subraya la falta de datos que permitan el monitoreo y análisis del avance o retroceso en el cumplimiento de sus objetivos. En aquellos indicadores en donde se cuenta con datos, se evidencia que las mujeres y niñas son aquellas que enfrentan mayores barreras de a educación, empleo y oportunidades, con una carga de cuidado y de trabajo no remunerado, el cual no ha sido reconocido en muchos de los países como una problemática que debe ser solucionada. 

(Lea también: América Latina no alcanzará las metas de educación de la Agenda 2030)

En la esfera ambiental, América Latina y el Caribe es la región más biodiversa del planeta; no obstante, enfrenta grandes retos en el cumplimiento de los ODS relacionados con el medioambiente, como son el ODS 13, sobre la acción por el clima, el ODS 14, de vida submarina y el ODS 15, de vida de ecosistemas terrestres. En el caso de a fuentes de agua limpia (ODS 6), a pesar de ser América Latina y el Caribe una de las regiones del mundo con mayor número de fuentes hídricas, estas han disminuido de manera importante en los últimos 40 años. 

Cabe resaltar que el número de áreas protegidas por país, aunque ha aumentado en los últimos años, es heterogéneo entre países. Mientras hay naciones como Paraguay con un porcentaje de áreas protegidas menor al 5 por ciento o Dominica con 0 por ciento de áreas protegidas, República Dominicana cuenta con 81,45 por ciento de áreas protegidas de acuerdo con Key Biodiversity Areas. 

MÓNICA PINILLA Y CARLA PANYELLA

Subdirectora y coordinadora de proyectos del Centro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para América Latina y el Caribe de la Universidad de los Andes