'La única salida que le queda a Nicaragua es la justicia internacional': excanciller Norman Caldera

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Así lo señaló el excanciller nicaragüense Norman Caldera, que viajó este miércoles a España para conocer las iniciativas que se impulsan desde este país en materia de justicia internacional. Caldera agregó que el presidente del país, Daniel Ortega, "no está dispuesto a dialogar" con los que piden un cambio.

​"La única salida que le queda a Nicaragua es la justicia internacional", señaló Caldera, que vive exiliado en Estados Unidos y que, en una entrevista con EFE, aclaró que el motivo de su viaje a España no fue solo ofrecer su punto de vista en la Jornada sobre Crímenes Internacionales en la que participa este miércoles, sino también "escuchar a los abogados españoles que están buscando salidas al sufrimiento de seis millones de nicaragüenses".

Porque, en su opinión, el derecho internacional es un arma importante "para cambiar la aceleración de fuerzas y conseguir que Ortega se disponga a negociar".

El exministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua, que también fue titular de Fomento, Industria y Comercio de su país, lamentó "la saña" con la que el Gobierno de Daniel Ortega está llevando a cabo "matanzas, desapariciones, confiscaciones, detenciones ilegales y persecuciones". 

Aún así, Caldera descartó "la lucha armada porque Nicaragua ya sufrió demasiado con la revolución sandinista, que acabó siendo una gran estafa".

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Por ello, piensa que es necesario buscar salidas pacíficas, que "siempre pasan con el diálogo. Pero para dialogar hacen falta dos partes y Daniel Ortega se niega a dialogar".

Por ello, Caldera ve en la justicia internacional una salida, que ya emprendió algunos países, como Argentina, donde el juez Ariel Lijo abrió una investigación penal al presidente Ortega y la vicepresidenta de este país, Rosario María Murillo, para determinar si son responsables de Delitos de lesa humanidad.
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En España, el Grupo Iberoamericano para la Justicia Internacional está estudiando denunciar a Ortega ante la Corte Penal Internacional, como ya hizo el director jurídico de este grupo de abogados, Blas Jesús Imborda, con Nicolás Maduro, en una denuncia en la que trabajó junto a la exfiscal general de Venezuela Luisa Ortega.

Tras participar en el ciclo de conferencias sobre crímenes internacionales celebrado en la sede del Consejo General de la Abogacía Española, en el que se habló de los casos de Nicaragua y Venezuela, Imborda reconoció a EFE que estos dos países tienen situaciones diferentes porque Venezuela es miembro de la Corte Penal Internacional, pero Nicaragua no.

Aún así, tango Imborda como Caldera ven posible recorrer esta vía porque hay precedentes de países que no forman parte de este tribunal internacional y fueron denunciados ante él.

Respecto a la presión que pueda ejercer la comunidad internacional sobre el gobierno de Nicaragua, Caldera reconoció sentirse decepcionado porque, "a pesar de las muchas acciones hostiles de Ortega y de haber insultado y expulsado a muchos embajadores, los países se limitan siempre a lamentarlo, en una colección de cartas con las que ya podríamos construir un muro de las lamentaciones".

"No hay voluntad política -agregó- porque, incluso cuando los nicaragüenses salieron a la calle y el Gobierno reprimió las protestas provocando más de 300 muertos, la reacción internacional se quedó, lamentablemente, en el lamento".
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