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Ucrania: envío de armamento pesado establece nueva fase en la guerra
Apoyo armamentístico de Occidente impulsa a Kiev a girar hacia la ofensiva. ¿Qué recibieron?
Un tanque de guerra T-72 y un vehículo blindado hacen entrenamiento en territorio de Hungría, cerca a la frontera con Ucrania. Foto: EFE
La guerra en Ucrania cambia. Mientras que Rusia aprende de sus errores, Ucrania aprende que puede hacerle frente y para ello cuenta con las potencias noroccidentales que confían en que las Fuerzas Armadas ucranianas sean capaces de enfrentar al invasor si cuentan con las armas necesarias.
Al inicio de la invasión, el 24 de febrero, los envíos de armamento en apoyo a Kiev se limitaron a material ligero como lanzagranadas y armas anti-tanques que los soldados podían cargar al hombro. También munición, equipos sanitarios, combustible o raciones de campaña.
Durante semanas, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, pidió que le enviaran aviones de combate o que la Otán aplicara sobre el cielo ucraniano una zona de exclusión aérea que impidiera los vuelos rusos. Sin embargo, la solicitud del mandatario no tuvo éxito, pues los gobiernos europeos y el estadounidense entendían que eso conllevaría su entrada en la guerra.
Zelenski, entonces, cambió de estrategia y empezó a pedir armamento pesado. Se necesitaron meses para que la Otán entendiera que los ucranianos, al contrario de lo que se temía al principio de la guerra, no iban a caer como naipes, sino que iban a frenar a los rusos si contaban con esas armas.
Esa convicción, generada por el ejército ucraniano, por su capacidad para frenar y hasta expulsar de algunas regiones a los rusos, fue clave para la decisión de enviar armamento pesado.
Apoyo extranjero en armamento
Presidente ucraniano, Volodomir Zleneski Foto:EFE/EPA/UKRAINIAN PRESIDENTIAL PRESS
Con el nuevo paradigma, cambió el tipo de envíos. La mayoría de los países europeos, además de Estados Unidos, Canadá y Australia, envían ya tanques, antiaéreos, artillería de medio y largo alcance, obuses, helicópteros y hasta los primeros aviones de combate.
En este sentido, empezaron envíos por parte de países como República Checa y Eslovaquia (que llegó a decir que sería mejor que los tanques T-72 de fabricación soviética los usaran soldados ucranianos en Ucrania y no soldados eslovacos en su país).
El apoyo se fue extendiendo y hasta Alemania, criticada por sus dudas de apoyar una guerra regular durante las primeras semanas del conflicto, prometió esta semana enviar tanques ‘Guepard’ con capacidad antiaérea y considera después enviar los ‘Leopard’, según afirmó la ministra de Defensa alemana, Christine Lambrecht.
“Ante una guerra de agresión brutal nos hemos despedido de una política de contención en cuanto a la exportación de armas en zonas de guerra y de conflicto, ante todo para ayudar a Ucrania” dijo Lambrecht, quien también indicó que no fue una decisión fácil de tomar, pero que estaba “respaldada por la mayoría de nuestra población”.
La idea es que con armamento pesado las fuerzas ucranianas puedan mantener sus líneas y hacer frente a las rusas en batallas mayores y más clásicas, donde la artillería y los tanques son claves. Esa artillería sirve para atacar las líneas rusas a kilómetros de distancia, mientras que los tanques y blindados permiten la movilidad de las tropas ucranianas por el frente del conflicto.
El primer armamento pesado que se envió a Ucrania estaba conformado por tanques, artillería y antiaéreos de los arsenales de países como Polonia, República Checa, Eslovaquia y otros de la región del Báltico. La mayoría de estas naciones tenían todavía equipos militares de fabricación soviética, que los soldados ucranianos saben utilizar a la perfección.
¿Cómo se prepara la milicia ucraniana?
Ahora, que Ucrania contará con armamento occidental mucho más sofisticado, grupos de soldados ucranianos están siendo entrenados en localizaciones secretas (en algunas zonas de Alemania) en el uso de material militar como helicópteros, antiaéreos, artillería y tanques, por parte de fuerzas estadounidenses, según informó el Pentágono. Y es que cada pieza de artillería necesita entre ocho y 10 hombres. Esto quiere decir que para controlar esas 90 piezas se necesitan al menos 720 combatientes.
“Este nuevo esfuerzo de entrenamiento en Alemania y otras localizaciones en Europa es en apoyo directo a los recientes paquetes de ayuda de seguridad de EE. UU., que están diseñados para ayudar a Ucrania a ganar sus batallas de hoy y construir fuerza para mañana”, explicó el portavoz del Departamento de Defensa, John Kirby.
A su vez, se presentó un aumento en los envíos de drones de ataque (drones kamikazes), que permiten tanto en atacar directamente columnas de tanques rusas, como en ayudar a su artillería a calibrar con mayor precisión sus disparos en el terreno.
Soldados ucraniano en el punto de seguridad de Brovary, este de Kiev. (Imagen de archivo). Foto:EFE/EPA/ROMAN PILIPEY
El envío de artillería de medio y largo alcance parece clave en estos momentos de la guerra, pues, en un conflicto de posiciones con unas líneas de frente delimitadas, se hace necesario para Ucrania poder disponer de armas con las que golpear a las fuerzas rusas a distancia.
Algunas piezas de artillería pueden disparar proyectiles de gran calibre hasta a 40 kilómetros de distancia y pueden ser remolcables o autopropulsadas. Países europeos como Estonia, República Checa, Francia y los Países Bajos ya las están enviando.
Eso sumado a que EE. UU. realizó un envío de 90 de esas piezas, lo que supera al stock total de algunos grandes países europeos.
La respuesta de Moscú
Ante el nuevo panorama, el Kremlin insistió en que las entregas de armas pesadas a Ucrania por parte de países europeos amenazan la seguridad en el continente. “La tendencia para llenar de armas Ucrania y otros países son acciones que amenazan la seguridad del continente y provocan inestabilidad”, dijo el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.
Rusia advirtió previamente de que considerará “objetivos legítimos” de sus Fuerzas Armadas el armamento suministrado por Occidente a Ucrania.
En este sentido, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, acusó esta semana a la Otán de “combatir contra Rusia a través de su proxy y armar a ese proxy”. Moscú también criticó la entrega a Ucrania de helicópteros rusos destinados a Afganistán.
Serguéi Lavro, Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia. Foto:EFE/EPA/ALEXANDER ZEMLIANICHENKO
Los tanques y otros vehículos blindados son la otra aportación que crece. Ucrania ya recibió decenas de tanques, principalmente checos y polacos. EE. UU., Reino Unido, Países Bajos y Australia, por su parte, están enviando blindados de transporte de tropas que soportan el paso sobre minas.
España envió esta semana a Polonia un buque de carga militar con 20 toneladas de municiones y decenas de camiones militares.
También empiezan a llegar helicópteros del tipo Mi-17. Son helicópteros viejos, de fabricación soviética, que EE. UU. ha comprado en arsenales de Europa del este, pero para los que Ucrania tiene pilotos entrenados.
Crecen posibilidades de triunfo de Ucrania
La reunión de principios de esta semana en la base militar estadounidense de Ramstein, en Alemania, en la que Washington convocó a los ministros de Defensa y a los jefes de Estado de 40 países, sirvió para hacer un repaso de las necesidades ucranianas en material militar pesado.
Así las cosas, el encuentro, que se mantendrá de manera mensual, promete soportar cualquier necesidad que Kiev requiera para mantener el control de la mayoría del país, e incluso retomar zonas perdidas.
EE. UU. cree que Ucrania puede “ganar la guerra” si por ello se entiende expulsar a las fuerzas rusas de la mayor parte de su territorio (aunque Crimea sería la excepción). De esa reunión salió también el nombramiento del general estadounidense retirado, Terry Wolff, como coordinador de toda esa ayuda.
Las armas intentan que no se hundan las líneas ucranianas y que a Rusia le salga lo más cara posible la guerra, tanto en términos humanos como económicos. Tal como señaló Josep Borrell, alto representante de la política exterior de la Unión Europea: “Nosotros ponemos las armas y el Ejército ruso pone los muertos”.