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¿Qué era la organización Eta y cómo operaba?
En casi seis décadas de operación, dejó un historial de 900 muertes. Esta fue su trayectoria.
La idea del desarme tomó forma desde mediados de diciembre, cuando fueron arrestados cinco intermediarios civiles. Foto: Vincent West / REUTERS
La organización nacionalista y separatista Eta anunció oficialmente este jueves su disolución, poniendo fin a casi 60 años de actividad armada y terrorista. Creada en 1959 por un grupo de estudiantes vascos, su caída representa el fin de la última gran organización terrorista de Europa occidental. Este es un resumen de los actos cometidos por Eta.
Atentado atribuido al ETA el 29 de julio de 2009, en la ciudad de Burgos, en el norte de España. el ataque dejó al menos 46 personas heridas. Foto:Reuters / Felix Ordonez
El grupo terrorista nació a finales de los años 50 del pasado siglo, en plena dictadura franquista, y en esta primera etapa cometió su atentado más espectacular: el asesinato en 1973 en Madrid del entonces presidente del Gobierno, Luis Carrero Blanco, cuyo vehículo saltó por los aires al estallar una bomba colocada bajo el asfalto.
Aunque el discurso de Eta era que luchaba contra el Estado español que oprimía al pueblo vasco, el 40 por ciento de sus víctimas fueron civiles por atentados indiscriminados con bombas: el más cruento fue el de un supermercado en Barcelona, en 1987, donde murieron 21 personas.
Eta atacó a policías, guardias civiles, políticos, empresarios y simples ciudadanos de a pie. Según constata el informe Foronda, de la Universidad del País Vasco, sus acciones fueron 'in crescendo' tras la muerte de Francisco Franco en 1975. Entre 1968 y 1975, Eta mató a 43 personas.
A partir de ahí, y hasta 2010, mató al menos a otras 786, en el País Vasco, el resto de España y también en Francia. Entre 1981 y 1991, la media fue de casi un muerto cada diez días.
"Era como vivir dentro de una pesadilla", recuerda Eduardo Madina, ex diputado socialista que perdió una pierna al estallar una bomba lapa bajo su coche el 19 de febrero de 2002, cuando tenía 26 años. "Había en mi generación una subcultura de la violencia que terminó por pensar que la violencia era aceptable. Unas 200.000 personas, 12% de la población", pensaba así, afirma Madina.
A los ataques de Eta vinieron a responder estructuras parapoliciales, como los GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación), que cometieron 27 asesinatos. Según Foronda, un total de 914 personas perdieron la vida, el 92 % de ellas en acciones de Eta y grupúsculos afines, 7 % víctimas de los GAL y pequeños grupos de ultraderecha y 1 % sin esclarecer.
Los secuestros
En octubre se cumplen cinco años desde que ETA renunció definitivamente a la lucha armada. Foto:Gara / REUTERS
Para financiarse, Eta recurrió al secuestro y extorsión, sobre todo de empresarios, al igual que hicieron las Brigadas Rojas en Italia. En total, 86 personas fueron secuestradas por Eta y grupos afines, según el estudio Foronda de la Universidad del País Vasco, que cifra en el equivalente de 38,5 millones de euros los rescates abonados a la banda.
Algunos secuestros traumatizaron especialmente al país, como el de Miguel Ángel Blanco, concejal del pueblo de Ermua, secuestrado en julio de 1997. España entera esperó con ansiedad el desenlace del ultimátum de 48 horas dado por Eta para que el gobierno reagrupara a sus más de 500 presos, desperdigados lejos del País Vasco.
Finalmente, el concejal, de 29 años, fue asesinado de dos balazos en la nuca. Cientos de miles de personas se manifestaron en todo el país a gritos de "¡asesinos!", dando inicio a un movimiento popular masivo de rechazo a la violencia de Eta, conocido como 'Basta Ya'.
Su muerte provocó una ola de indignación y de movilizaciones conocida como "Espíritu de Ermua" que, junto con el movimiento "Manos Blancas" surgido tras el asesinato de Tomás y Valiente, hizo que Eta perdiera parte de su apoyo social.
La organización terrorista separatista vasca ETA ha ocasionado cerca de 900 muertos y miles de heridos por sus acciones terroristas que han sido objeto de rechazo. Foto:AFP
Intimidación y 'kale borroka'
Más allá de los atentados, secuestros y extorsiones, imperaba un clima de agitación callejera. La "kale borroka", "combate de calle" en vasco, tenía por objetivo mantener a la población bajo presión con manifestaciones que terminaban en disturbios, o con explosiones destinadas a dañar cajeros automáticos de bancos. La presión se cebaba especialmente con aquellos que se oponían a la independencia del País Vasco.
"A mí por llevar una bandera española en el puño me partieron la cara", recuerda el senador conservador Iñaki Oyarzábal, adolescente en aquella época. Según cuenta, a causa de las amenazas había compañeros "que se marchaban a mitad de curso sin ninguna explicación".
Extorsiones
Las extorsiones habrían afectado a cerca de 10.000 personas, según el libro "Misivas del terror", publicado por la Universidad de Deusto en 2017. Los empresarios que se negaban a pagar recibían cartas con el emblema de Eta: una serpiente enroscada en torno a un hacha.
"Al no haber entregado a Euskadi Ta Askatasuna [Eta] la ayuda económica solicitada por diez millones de pesetas y habiendo vencido sobradamente los plazos estipulados (...), tanto Ud. como todos sus bienes son objetivo operativo de Eta", decían las misivas.
Violencia policial
A base de ejecuciones, secuestros y torturas, las fuerzas de seguridad también hicieron su "guerra sucia" en el País Vasco. El 29 de enero de 1982, Encarni Blanco, simpatizante de Eta, fue detenida con su marido por la Guardia Civil tras regresar de su viaje de novios. La detención duró cinco días y cinco noches. Cuenta que estuvo encapuchada todo el tiempo, y que recibió numerosas descargas eléctricas.
"No puedes tumbarte, no puedes dormir, no sabes en la hora que vives, no sabes si es de día o es de noche (...) al final te derrumbas como persona". Entre 1960 y 2014 se presentaron más de 4.000 denuncias contra la policía por presuntas torturas.
El fin
Este jueves, el Centro para el Diálogo Humanitario, ubicado en Suiza, confirmó la autenticidad del comunicado emitido por ETA, declarando así el fin de las actividades de la organización separatista. Foto:EFE / Valentin Flauraud
En octubre de 2011, Eta anunció "el cese definitivo de su actividad armada", cercada por las actuaciones policiales, tanto en Francia como en España, con desarticulaciones sucesivas de sus cúpulas dirigentes.
Desde entonces dio nuevos pasos hacia su disolución. El más reciente fue el pasado 20 de abril, cuando reconoció el "daño causado" a las víctimas y les pidió perdón, aunque solo a las que no estaban relacionadas "directamente" con lo que ellos siempre califican de "conflicto".
Eta llega al final de sus días con casi 300 en la cárcel (245 en España y el resto en Francia) y sin haber llegado a ningún tipo de acuerdo con el Gobierno español para su excarcelación o el acercamiento a prisiones del País Vasco.