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Los impactantes secretos del caso de abuso a Gisèle Pelicot orquestado por su exesposo
En el juicio se reveló más sobre el abuso sistemático que orquestó Dominique Pelicot por 10 años.
443 años, esa es la condena de prisión acumulada de los 51 hombres que violaron a Gisèle Pelicot en un sistema de abuso orquestado por su -en ese entonces- esposo Dominique Pelicot durante casi 10 años, entre 2011 hasta 2020.
El caso, histórico en ese país y en el mundo, ha convertido a Gisèle Pelicot en un ícono feminista de resistencia al decidir hacer pública el juicio y mostrar su rostro, bajo el argumento de que son los abusadores y no ella los que se deben sentir avergonzados.
“Es para que la vergüenza cambie de bando”, argumentó uno de sus abogados, Stéphane Babonneau.
Fui sacrificada en el altar del vicio. Probablemente no me recupere jamás. Pero no es por mí que renuncié a un juicio a puertas cerradas. Muchas mujeres no tienen pruebas. Yo sí
Y la valentía de Gisèle ha quedado más que demostrada, al ser la imagen de resistencia y hacer el llamado a alzar su voz contra el abuso, mientras que los 51 hombres ocultan sus rostros.
“Fui sacrificada en el altar del vicio. Probablemente no me recupere jamás. Pero no es por mí que renuncié a un juicio a puertas cerradas. Muchas mujeres no tienen pruebas. Yo sí”, explicó.
Miles de horas, cientos de fotos y videos, más de 200 violaciones registradas en los dispositivos de Dominique Pelicot, ese es el enorme material probatorio que le sirvió a la justicia sa dar con los perpetradores y conocer el modus operandi del macabro sistema de abuso.
Con la sentencia emitida, los nombres y profesiones de los abusadores salieron a la luz, así como detalles desconocidos sobre cómo Dominique drogó, violó y entregó a Gisèle a medio centenar de desconocidos para que la abusaran sexualmente.
EL TIEMPO recopiló la información revelada por la justicia de ese país y reconstruyó este entramado.
Gisele Pelicot (Centro) al término del juicio donde se emitieron las condenas. Foto:EFE
El pasado oculto de Dominique pudo evitar la tragedia
Ante el caso, lo que se preguntan muchas personas es cómo no se pudo conocer este abuso sino hasta una década después de que ocurrieran, y lo cierto es que muchas de las pistas estaban ahí. Durante el juicio se conoció que Dominique ya había sido arrestado por grabar debajo de las faldas de mujeres en un supermercado en 2010, diez años antes de su captura.
Fue atrapado con una cámara oculta escondida en un lapicero, cerca de donde Gisèle vivía. Se le impuso una multa de 100 euros para evitar ir a juicio. “Nunca me informaron”, dijo Gisèle en corte, agregando que, de haberse enterado de esto, ella habría actuado y no habría perdido “diez años de mi vida”.
Pero eso no es todo, después de su arresto en 2010 se recolectaron muestras de ADN de Dominique y, al ser ingresadas en la base de datos nacional, estas coincidieron con un rastro de sangre de un zapato de la escena de un intento de violación a una mujer que trabajaba en bienes raíces en París en 1999, cuando Dominique tenía 46 años y trabajaba también en este sector.
Durante el juicio en 2022, Dominique negó haber cometido este intento de abuso en el 99, pero, al mostrarle las muestras de ADN, aceptó ser el perpetrador. Según relató, sintió la “necesidad” de violar a la mujer desde el momento en que la vió, pero, mientras le quitaba la ropa, vio que tenía la misma edad que su hija y se sintio “bloqueado”.
Pena máxima a Dominique Pelicot. Foto:
Asimismo, también se investiga un caso similar ocurrido en 1991 en el que la víctima, también una mujer que trabajaba en bienes raíces, fue violada y asesinada con un cuchillo. Dominique niega ser el responsable.
Lo que sí es cierto es que la evidencia de sus anteriores abusos y la prueba que lo vincula a un caso en los años noventa estaban ahí y, de investigarse, se podría haber logrado prevenir este abuso. De momento, se desconoce por qué las autoridades no hicieron nada al respecto.
El macabro modus operandi de Dominique
Pastillas para dormir y medicamentos para tratar la ansiedad triturados y mezclados en vino, comida, helado y cervezas se convirtieron en la herramienta de Dominique para llevar a Gisèle a un estado de inconsciencia profunda. El abusador obtenía los fármacos con prescripción médica de su doctor y las escondía en el garaje en una media dentro de uno de sus zapatos para escalar, se reveló en el juicio.
Gisèle cuenta que incluso llegó a estar inconsciente por 18 horas. Era tal la cantidad de veces que Dominique la drogaba, que incluso creía que tenía una grave condición médica que los doctores no pudieron determinar.
Una vez notó que uno de sus pantalones tenía marcas y no recordaba cómo. “No me estarás drogando por casualidad”, le preguntó Gisèle a su esposo a modo de broma; él rompió en llanto y le cuestionó cómo podría ser capaz de acusarlo de eso. Nunca volvió a hacer esa broma.
“A veces mientras hablábamos, ella se apagaba”, dijo su hijo mayor, David a la corte al recordar veces en las que, después de tomar vino o comer, Gisèle entraba en un estado de somnolencia y Dominique rápidamente la llevaba a la cama. Sin embargo, nunca sospecharon de su papá, a quien describieron como un hombre amoroso.
“Mis padres tenían el don de organizarnos fiestas de cumpleaños sorpresa”, cuenta David. “Todos nuestros amigos estaban allí, y mis amigos decían lo afortunado que era de tener un padre así. Todo el mundo lo adoraba en esas fiestas; mis amigos lo veían como un modelo a seguir. Bailaba con mis amigos, se sentaba a comer con mis amigos, y hoy esos amigos no entienden lo que pasa”.
Grafiti en Francia que dice "Justicia para Gisele, justicia para todos". Foto:EFE
Promoción en redes a desconocidos
Dominique ya conocía la dosis necesaria para dejarla inconsciente durante alrededor de 7 horas; una vez la drogaba, usualmente de noche, le quitaba la ropa o le ponía prendas distintas y aba a hombres para que llegaran a violarla.
Durante el juicio se dio a conocer que el abusador aba a las demás personas a través del sitio web Coco, el cual se encuentra cerrado desde entonces, y les ofrecía a su esposa. El chat se llamaba “sin el conocimiento de ella”. Se conoció que sus conversaciones, que incluían por mensajes o llamadas telefónicas decían frases como “estoy buscando a un cómplice pervertido que abuse a mi esposa que está dormida”.
Dominique incluso escribía palabras degradantes y obscenas en referencia a Gisèle en la cama.
Dominique dio a conocer sus reglas: Los hombres deben parquear cerca y caminar a la casa, para evitar llamar la atención; deben dejar la ropa en la cocina; no se podía fumar ni tomar alcohol; susurrar dentro del cuarto y lavarse las manos y tener las uñas cortas. Los condones no eran una obligación.
El hijo de Gisele Pelicot, David, habla con la prensa a la salida del juzgado. Foto:AFP
Cámaras de video que Dominique puso en la habitación muestran a decenas de hombres entrando a abusar de Gisèle, incluso algunos sonreían a la cámara o hacían poses de victoria.
Así, durante casi 10 años, se registraron más de 200 violaciones de unos 50 hombres entre los 26 y 74 años, todos declarados culpables este jueves 19 de diciembre.
50 hombres, todos cómplices del horror
El medio centenar de violadores en este macrocaso de abuso eran personas del común, con hijos, trabajos y muchos sin antecedentes criminales.
Enfermeros, bomberos, granjeros, conductores, especialistas en tecnología y hombres casados y con varios hijos son los abusadores que, sin sospechar, viajaron a la casa de un extraño a tener encuentros sexuales con una mujer inconsciente.
Boceto judicial. Foto:AFP
Gran parte de los acusados niegan haber violado a Gisèle, argumentando que creían que era un “juego orquestado” por una pareja. Incluso uno de los señalados sugirió que no era violación porque el esposo de Gisèle habia dado el consenso. “Puede hacer lo que quiera, es su esposa”, dijo.
Sin embargo, ninguno decidió detener la situación, o denunciar ante la policía. De hecho, un electricista dijo que no quería “perder el tiempo en la comisaría”, porque, según argumenta, no le habrían creído.
Gisele Pelicot. Foto:EFE
Mientras que, la única persona que no fue acusada de violar a Gisèle, Jean-Piere Marechal, itió seguir los consejos de Dominique sobre cómo drogar y violar a su propia esposa e incluso invitó al abusador para que la viole también.
Entre tanto, otros 20 hombres no pudieron ser identificados.
Santiago Andrés Venera Salazar - INTERNACIONAL - EL TIEMPO