80 años desde la victoria que cambió el rumbo de la historia / Embajador de Rusia en Colombia, Nikolay Tavdumadze

Este 9 de mayo celebraremos el 80º aniversario de la Gran Victoria sobre la Alemania nazi en la guerra más sangrienta de la historia humana. En nuestro país (Rusia) se llama la Gran Guerra Patria, porque toda la nación soviética se levantó para contrarrestar la invasión brutal y violenta del fascismo que amenazaba con exterminio físico de una gran parte de la población del país y la esclavización de los demás. Como consecuencia, en aquella lucha por el derecho de existir, en la URSS perdieron sus vidas casi 27 millones de personas (16 millones de ellas eran civiles). La ciudad de Leningrado (hoy, San Petersburgo) vivió 900 días bajo el bloqueo total, sufriendo de la hambruna, falta total de atención médica y servicios básicos. No hay ni una sola familia en nuestro país que no tenga antepasados quienes defendieron heroicamente su Patria en aquella época. Cada año en Rusia guardamos un minuto de silencio por ellos.

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La guerra duró en total 1418 días y se desarrolló en el vasto escenario desde Moscú y Stalingrado hasta Berlín. Las tropas del Ejército Rojo tuvieron que recorrer casi toda Europa para liberar el Viejo Continente del nazismo, garantizando la libertad a los pueblos de todas las naciones que ya estaban bajo el yugo del régimen de Hitler.

La victoria en 1945 sentó los cimientos para la construcción del orden mundial posguerra basado en la seguridad colectiva y cooperación internacional. Por desgracia, estos días hay países que quieren relegar al olvido los logros del pasado y, en vez de dialogar para encontrar soluciones mutuamente aceptables, optan por acciones unilaterales: sanciones y restricciones. En vez de hablar de la paz, aumentan los suministros de armas letales buscando infligir “derrota estratégica” a Moscú. Una estrategia inviable que perjudica a sus propios autores.

Para el pueblo ruso, así como para todas las naciones que hacían parte de la antigua Unión Soviética, esta fecha conmemorativa es sagrada. Rusia siempre preservará la memoria de todos los caídos por la libertad e independencia de nuestros pueblos. Rechazamos y condenamos enérgicamente cualquier intento de revisar los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial y sus resultados.

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Da mucha vergüenza ver cómo en Europa buscan olvidar el papel que desempeñó la URSS en la derrota del nazismo. Este año, por ejemplo, los polacos decidieron no invitar a representantes de nuestro país a la conmemoración del 80 aniversario de la liberación por el mismo Ejército Rojo del campo de concentración “Auschwitz”. Una falta de respeto absoluta a la valentía de nuestros antecesores. Hay que recordar una cosa: el que no preserva la memoria histórica, está condenado a repetir los errores del pasado. No es sorprendente en este contexto que muchos líderes europeos, sus gobiernos y órganos supranacionales hagan caso omiso a la propagación de las prácticas que en la primera mitad del siglo XX conllevaron la tragedia global. Hacen la vista gorda ante las violaciones flagrantes de derechos humanos y la prohibición de todo lo ruso (medios, cultura, idioma, etc.) en Ucrania.

Estos días rendimos homenaje a los héroes del pasado quienes a costa de sus vidas aseguraron un futuro libre para las generaciones venideras. Aunque ellos ya no están con nosotros, su hazaña es eterna y no será olvidada. 

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