'Ya no doy regalos ni dinero en las bodas por esto; no me arrepiento'

Una mujer de Estados Unidos solía seguir al pie de la letra las normas sociales sobre asistir a bodas: llegaba impecable, participaba en la celebración y, por supuesto, llevaba un regalo. Sin embargo, con el tiempo, se dio cuenta de que estos gestos, aunque bien intencionados, no eran compatibles con sus propias metas financieras y estilo de vida.

Ivana Robinson contó por medio de un ensayo para Business Insider que, a medida que aumentaba el número de invitaciones, también lo hacía el costo de asistir a las bodas, participar en los eventos previos y comprar regalos. Por supuesto, ella quería estar presente en los momentos especiales de sus seres queridos, pero el gasto asociado a estos compromisos comenzó a ser una carga. Entonces, tomó una decisión que transformó su manera de ver las bodas: dejó de dar regalos.

Según el relato, en los últimos seis años, Ivana ha asistido a al menos nueve bodas sin llevar obsequios y asegura que no se arrepiente de su elección. Para ella, la tradición de dar regalos ha perdido relevancia. Explica que, en el pasado, los regalos ayudaban a las parejas a establecer su primer hogar, pero hoy en día muchas de ellas ya han formado sus hogares antes de casarse. Además, Robinson observa que la situación económica de los jóvenes es diferente a la de generaciones anteriores.

Su enfoque ha sido darle preferencia a su presencia en lugar de un obsequio material. A lo largo de los años, ha viajado a varios países y ciudades para acompañar a sus amigos en sus días especiales. Ivana cree firmemente que ningún regalo puede superar el valor de estar presente y crear recuerdos compartidos.

Sorprendentemente, ninguno de sus amigos ha mencionado la falta de un regalo. Cuando decidió preguntarles, la respuesta fue que apreciaban mucho más el hecho de que estuviera a su lado en un día tan significativo. Para Ivana, esta experiencia ha confirmado que lo más importante es estar presente, celebrar juntos y fortalecer los lazos de amistad.

Igual que para Ivana Robinson, esto es una decisión totalmente personal. Según el blog de Citizens Bank, la gente suele gastar entre US$50 y US$100 en regalos de bodas, ajustando la cantidad según su relación con los novios, otros compromisos de regalos y su presupuesto. Para alguien cercano, como una tía favorita, podría gastar más, especialmente si tiene ahorros para esa ocasión. En cambio, para un amigo con quien no tiene mucho o o si el dinero es limitado, es común optar por el límite inferior o incluso gastar menos de US$50.