¿Por qué en redes piden liberar a Luigi Mangione pese a ser señalado de cometer un crimen a sangre fría?

Luigi Mangione, identificado como el presunto asesino de Brian Thompson, el director ejecutivo de la aseguradora UnitedHealth Group, que murió en plena calle de Manhattan tras ser abaleado, se convirtió en el símbolo de cómo un problema sistémico del sistema de salud estadounidense eclipsó un crimen a sangre fría.

Bajo la hipótesis que tiene la policía de que el acusado tuviera "mala voluntad hacia el Estados Unidos corporativo" pues, según un manifiesto recuperado en la captura de Mangione escrito con su letra, el sospechoso criticaba a la industria de seguros médicos por anteponer los beneficios económicos a la atención sanitaria.

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Aunque no está claro en qué medida su propia experiencia con el sistema de salud influyó en sus opiniones, según una fuente relacionada con el caso que habló con The New York Times, las palabras "negar", "defender" y "deponer" estaban escritas en casquillos de bala encontrados en la escena del asesinato de Thompson.

Se trataría del vocabulario que utilizan las aseguradoras de salud para rechazar las reclamaciones de pago de los pacientes.

Rápidamente, el caso, que sacudió a la sociedad estadounidense, desató una ola de reacciones en redes sociales dividida entre quienes se muestran a favor del acusado, dada la información que circula sobre su historial médico, y quienes no justifican el crimen de ningún modo.

Según cuentan familiares y amigos de Mangione a medios locales, el joven, que nació y se crio en Maryland, sufría un dolor de espalda crónico, provocado por una supuesta desalineación de vértebras que le comprimía un nervio.

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Debido a esta lesión, ya no podía practicar hobbies como el surf o la escalada. Incluso, cuentan que le recomendaron no tener intimidad física.

Alrededor de 2022, el acusado se mudó a Honolulu, Hawái, y vivió en un espacio de “coworking” y “coliving” por seis meses. El dueño de la posada dijo en una entrevista a CNN que no recordaba que el acusado hablara nunca de armas o violencia, pero rememoró una ocasión en la que el joven hizo una clase de surf y terminó “en cama durante una semana” con dolor de espalda.

“Fue realmente traumático y difícil, ya sabes, cuando tienes poco más de 20 años y no puedes hacer algunas cosas básicas”, expresó.

Con este pedazo de la historia, los internautas mostraron su respaldo a Mangione. Por ejemplo, un de X escribió: "el sistema de salud en Estados Unidos es una estafa y alguien finalmente se volvió loco".

Según un informe publicado por The Commonwealth Fund este año, a pesar de que el país gasta casi el doble en atención médica que cualquier otra nación desarrollada, el 18 % de su PIB, los estadounidenses mueren más jóvenes y enfrentan la mayor cantidad de muertes evitables en comparación con otros países avanzados.

El centro de investigación privado estadounidense sugiere en el estudio que el sistema de salud en el país “está plagado de ineficiencias istrativas y falta de coordinación en la prestación de servicios, lo que contribuye a que los pacientes tengan que navegar por un laberinto de burocracia para recibir la atención que necesitan”.

Por otro lado, personajes como el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, se han pronunciado. En una entrevista, el político dijo que a pesar de entender que la gente esté frustrada con el sistema sanitario, “no matamos a gente a sangre fría para resolver diferencias políticas o expresar un punto de vista”.

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En una zona de Nueva York muy vigilada y transitada por trabajadores y turistas, la semana pasada Luigi Mangione abatió a quemarropa al director ejecutivo de una de las mayores compañías de seguros médicos en EE. UU. y protagonizó una fuga de película que concluyó seis días después en el estado de Pensilvania.

El presunto asesino permanece en Pensilvania, en la prisión de máxima seguridad de la Institución Correccional Estatal (SCI), a la espera de una posible extradición a Nueva York, a la que se prevé que el sospechoso se oponga.

Cuando el lunes 9 de diciembre, Mangione fue detenido en un McDonald's después de que una empleada del establecimiento lo reconoció, el acusado estaba en posesión varias identificaciones falsas, el manifiesto antes mencionado y una pistola con silenciador en gran medida imposible de rastrear ya que se fabricó en una impresora 3D.

El caso también reabre el debate sobre el uso de armas en el país con un llamado de atención especial a la tendencia en aumento de las "pistolas fantasma”, aquellas que no tiene número de serie y se crean mediante el ensamblaje de una mezcla de piezas comerciales.

"El hecho de que un arma de fuego impresa en 3D permitiera a Mangione disparar supuestamente a Thompson en una calle de Manhattan, sin duda el tiroteo de mayor repercusión jamás cometido con una pistola fantasma o un arma impresa en 3D, demuestra lo lejos que ha llegado la tecnología de armas de bricolaje", dijo Cody Wilson, fundador del grupo de defensa de los derechos de las armas Defense Distributed, al portal Wired, especializado en tecnología y ciencia.

“Simplemente, habla de la facilidad con la que puedes hacer esto. No necesitó ser un experto en armas impresas en 3D o en tiro", aseveró Wilson.

Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, la naturaleza no rastreable de las “armas fantasmas” las hace “especialmente atractivas para personas peligrosas y prohibidas habilitadas”.

De acuerdo con Eric Tirschwell, director ejecutivo de Everytown Law, una organización dedicada a educar y concientizar sobre la prevención de la violencia con armas de fuego, imprimir un arma no es tan fácil como comprar un kit, “uno necesita a una impresora 3D y conocimiento sobre cómo obtener los planos necesarios. Pero creo que eso será una nueva frontera en las armas caseras que requiere, y con suerte será satisfecha con más regulaciones”, dijo a CNN.

Es imposible saber cuántas “armas fantasmas” existen, sin embargo, algunas agencias en EE. UU. rastrean aquellas que son recuperadas en escenas del crimen.

La Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) reportó más de 45.000 armas de fuego fabricadas de manera privada de este tipo entre 2016 y 2021. Para 2022, el Departamento de Justicia de Estados Unidos Dijo haber recuperado 25.000.

En medio de esta polémica, el arresto de Mangione ha renovado los pedidos para actuar en contra del uso de “armas fantasmas”, incluso por parte del alcalde de la ciudad donde supuestamente mató a Thompson.

“Son extremadamente peligrosas, y debemos hacer más a nivel federal para restringir la disponibilidad de ‘armas fantasmas’”, dijo el alcalde de Nueva York, Eric Adams.