¿Por qué Donald Trump decide regresar a X, la red social que lo expulsó? Las claves de la entrevista con Elon Musk, caracterizada por múltiples mentiras

Tras varias semanas en declive el expresidente Donald Trump intentó este lunes recuperar algo de protagonismo en la carrera electoral estadounidense durante un conversatorio en la red social X con su dueño, el multimillonario Elon Musk.

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La conversación, que se expandió por casi dos horas, se caracterizó por el tono amigable, la cantidad de mentiras que se dijeron (más de 30, según los fact checkers en EE. UU.) y su marcado énfasis hacia el tema migratorio, que incluyó varias menciones sobre Venezuela.

Esto fue lo más destacado de esa conversación.

Como se recuerda, en enero del 2021, luego de que una turba de trumpistas se tomó el Capitolio, la en ese entonces Twitter -hoy X- suspendió la cuenta del expresidente de manera indefinida por su rol en esos eventos.

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Trump, en respuesta, creó su propia red social (Truth Social), que es la que viene usando desde entonces.

Musk, tras comprar Twitter en 2022, le levantó la suspensión pero el expresidente, hasta ahora, la había evitado pues ambos compiten por el mismo mercado.

Sin embargo, el ascenso de la vicepresidenta y candidata Kamala Harris tras la renuncia de Joe Biden a la nominación del partido demócrata ha transformado la carrera por la Casa Blanca.

De ser claro favorito, Trump ha pasado a un segundo plano. Todas las encuestas, incluidas las que se han hecho en muchos de los llamados "estados indecisos", hoy favorecen a Harris y con cada día que pasa el margen sigue creciendo.

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El expresidente, por lo tanto, estaba urgido de un golpe de opinión que le permitiera cambiar la trayectoria, y la red social X, con sus millones de s en EE. UU., era la plataforma perfecta. Para ponerlo en contexto, mientras que Trump tiene solo 7,5 millones de seguidores en Truth Social, cuenta con más de 80 millones en X. 

Musk, por su parte, suma 193 millones a nivel mundial.

Aunque hay disputas sobre el número de gente de gente que vio el conversatorio de este lunes, se habla de que por lo menos 1 millón de personas lo siguieron y otros 60 millones le dieron un "like".

Adicionalmente, el conversatorio le dio al expresidente la oportunidad de charlar con un entrevistador amigable que no le hizo preguntas difíciles, tras el mal momento que vivió hace 10 días cuando asistió a un encuentro con periodistas de origen afroamericano.

Musk, vale anotar, no solo ya dijo públicamente que apoya a Trump, sino que volvió a reiterar su respaldo durante el encuentro. "Creo que estamos en una bifurcación en el camino del destino de la civilización y creo que debemos tomar el camino correcto y creo que ustedes son el camino correcto", le dijo el magnate de Tesla.

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Qué tanto le sirvió al exmandatario es lo que está por verse. Pero sí dejó claro que utilizará cualquier estrategia que le permita reintroducirse en la conversación así sea contrario a sus intereses económicos.

La conversación gravitó hacia los temas preferidos del expresidente con un gran segmento dedicado al atentado contra su vida durante un mitin político hace cuatro semanas. Pero también la inmigración ilegal, el cambio climático, sus planes de des regularización y, por supuesto, ataques contra Harris y los demócratas.

Varios medios en EE. UU., entre ellos el New York Times y el Washington Post, hicieron notar que Trump tuvo momentos en los que su voz sonó ininteligible y arrastraba frases. Así mismo, en la demora por más de 40 minutos en el inicio de la transmisión, que fue visto como un nuevo fracaso de la red para este tipo de eventos en vivo, como cuando algo similar sucedió en una entrevista con el gobernador de la Florida Ron DeSantis.

Otros de los aspectos más destacados por lo medios fue lo amigable del tono y los pocos esfuerzos que hizo Musk por verificar las respuestas del exmandatario.

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Como ya es habitual en sus intervenciones, Trump pronunció una gran cantidad de mentiras: según el Post, una cada cuatro minutos.

Al referirse a la tasa de criminalidad del país, el expresidente dijo que estaba "por los cielos", cuando en realidad ha bajado en estos cuatro años.

Los datos preliminares del FBI para 2023 mostraron una disminución de aproximadamente el 13 por ciento en los asesinatos y una disminución de aproximadamente el 6 por ciento en los delitos violentos en general en comparación con 2022, lo que sitúa los niveles de asesinatos y delitos violentos por debajo de donde estaban en el último año calendario de Trump en el cargo en 2020.

Y para este primer trimestre de 2024, la caída ha sido aún más pronunciada con respecto al mismo trimestre de 2023: una disminución de aproximadamente el 26 por ciento en los asesinatos y aproximadamente el 15 por ciento en los delitos violentos en general.

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Al hablar de inflación, uno de los temas más calientes de la campaña, el republicano sostuvo que era la peor en 100 años.

Pero en julio, cuando se conoció la tasa más reciente, esta se ubicaba en el 3,2 por ciento, una cifra que fue superada hace tan solo diez años. Si bien sigue siendo alta para los estándares de EE. UU., es falso -y de lejos- que se más elevada en un siglo. Algo que tampoco es cierto si se toma el dato más alto de la inflación bajo el gobierno de Biden -el 9,1 por ciento en junio de 2022-, pues en 1981 se presentaron niveles superiores.

Trump, por otra parte, alegó que los efectos del cambio climático son una exageración y que el nivel del mar solo aumentará un octavo de pulgada en los próximos 400 años.

Pero de acuerdo con la Nasa, el nivel está subiendo a ese ritmo o más (1 octavo de pulgada), anualmente.

Trump sostuvo a su vez que Harris pretende liberar a todos los inmigrantes ilegales que se encuentran en centros de inmigración. Lo que dijo Harris, durante la campaña del 2020, fue que pretendía cerrar todos los centros de detención, que son manejados por empresas privadas pues ese es un trabajo que le corresponde a las autoridades federales.

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En este, tema, el migratorio, Trump volvió a prometer "la deportación masiva más grande de la historia". Pero, allí, también usó estadísticas inventadas para resaltar las diferencias.

Dijo, por ejemplo, que a EE. UU. estaban entrando más de un millón de ilegales por mes. De acuerdo con las cifras oficiales, el promedio a lo largo de la istración Biden no ha superado los 250.000 al mes (en junio, la última disponible fue de 205.000). Y muchos de ellos son deportados de manera automática.

Una exageración similar cometió cuando dijo que en este gobierno habían ingresado más de 20 millones de ilegales y en su mayoría delincuentes y criminales.

Adicionalmente, la idea de que son criminales no tiene asidero. Si bien algunos seguramente los son, la gran mayoría son personas en condición de pobreza que provienen de Venezuela, Colombia y otros países de Centroamérica que no tienen récord criminal y han solicitado asilo.

Trump volvió a insistir que Venezuela ha vaciado sus cárceles y hospitales mentales y que estos delincuentes y enfermos han ingresado a EE. UU. Pero, de acuerdo con el Migration Policy Institute (MPI), no hay nada que permita respaldar esa teoría, que circula primordialmente entre voces de la extrema derecha.

Como es su costumbre, además, el expresidente reiteró que en las elecciones del 2020 se cometió fraude y que él fue el ganador legítimo.

Pero, como se sabe, Biden ganó por un amplio margen (306 contra 232 votos ante el colegio electoral) y nunca surgió evidencia alguna del supuesto fraude, que fue investigado por las autoridades federales y judiciales del país, muchas de ellas leales al mismo Trump.

SERGIO GÓMEZ MASERI

Corresponsal de EL TIEMPO

Washington