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Análisis
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Estados Unidos: los desafíos que tendrá Kamala Harris para derrotar a Donald Trump si es nominada como reemplazo de Joe Biden
Harris ya hizo historia en 2021 al convertirse en la primera mujer y primera afroestadounidense en ser vicepresidenta de EE. UU.
Tras semanas de especulaciones y críticas sobre su capacidad física y agilidad mental, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, decidió este domingo abandonar la carrera por la reelección y dio su apoyo a la vicepresidenta, Kamala Harris, de cara a las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
"Hoy quiero ofrecer todo mi apoyo y respaldo para que Kamala sea la candidata de nuestro partido este año. Demócratas: es hora de unirse y vencer a Trump. Hagámoslo", apuntó.
Joe Biden en la cumbre Vote To Live Properity, en el College of Southern, Nevada. Foto:AFP
Aunque Biden le ofreció su respaldo, esto no garantiza que sea ella quien se enfrente al republicano Donald Trump en los comicios de noviembre, ya que oficialmente la candidatura depende de la decisión de los delegados del partido.
Sin embargo, Harris es una de las grandes opcionadas y ya comenzó a recibir apoyos del partido, entre ellos el del expresidente Bill Clinton y su esposa y exsecretaria de Estado Hillary Clinton.
¿Quién es Kamala Harris y qué retos tendrá si finalmente es elegida para hacerle frente al candidato republicano Donald Trump?
Kamala Harris, la primera mujer en la vicepresidencia de EE. UU.
Kamala Harris hizo historia en enero de 2021 al convertirse en la primera mujer, la primera afroestadounidense y la primera persona de origen asiático en ser vicepresidenta del país.
Harris nació en Oakland, California, en 1964. Se graduó de la Universidad de Howard, fundada en Washington para acoger a estudiantes afroestadounidenses, y luego de la Escuela de Derecho de Hastings de la Universidad de California.
La vicepresidenta, de 59 años, cuenta que de niña se manifestaba por los derechos civiles junto a su padre jamaicano, profesor de economía, y de su madre india, investigadora del cáncer de mama.
En 1990, se incorporó a la Oficina del Fiscal del Distrito del Condado de Alameda y se especializó en casos de agresión sexual infantil.
Harris ejerció como fiscal de distrito en San Francisco durante dos periodos (2004-2011) y luego fue elegida dos veces fiscal general de California (2011-2017), convirtiéndose en la primera mujer y la primera persona negra al frente de los servicios judiciales del estado más poblado del país.
Kamala Harris y el presidente Joe Biden. Foto:AFP
En enero de 2017, Harris juró el cargo en el Senado en Washington, donde se convirtió en la primera mujer del sur de Asia y en la segunda senadora negra de la historia.
Entre sus prioridades, según recuerda la página web de la Casa Blanca, impulsó leyes para luchar contra el hambre, reducir los alquileres o mejorar la atención médicamaterna en Estados Unidos.
Harris compitió por la nominación demócrata en 2020 pero se retiró de la contienda y respaldó al presidente Biden, que luego la nombró su vicepresidenta. “He decidido que voy a apoyar con gran entusiasmo a Joe Biden para que sea presidente de Estados Unidos. Creo en Joe. Creo realmente en él, y le conozco desde hace mucho tiempo”, escribió en su cuenta de X (antes Twitter).
Creo en Joe. Creo realmente en él, y le conozco desde hace mucho tiempo
Una vez en el cargo de vicepresidenta, Harris dedicó su discurso de victoria a las mujeres que han luchado por la igualdad en el país. Desde entonces, abanderó temas como la lucha por la libertad de las mujeres para tomar decisiones sobre su cuerpo o la lucha contra la violencia armada en Estados Unidos.
Kamala Harris, vicepresidenta de Estados Unidos. Foto:AFP
En 2022, por ejemplo, defendió fervientemente el derecho al aborto, puesto en entredicho por la Corte Suprema tras tumbar el fallo Roe vs. Wade y desde entonces ha realizado giras por todo el país defendiendo la interrupción libre del embarazo.
"Algunos líderes republicanos intentan usar la ley contra las mujeres. ¡Cómo se atreven! ¡Cómo se atreven a decirle a una mujer lo que puede o no puede hacer con su propio cuerpo!", dijo en alguna ocasión.
Harris también ha tenido una importante agenda en el exterior: ha visitado más de 19 países y se ha reunido con más de 150 líderes del mundo. En junio, por ejemplo, representó al presidente Joe Biden en la Cumbre por la Paz de Ucrania, que tuvo lugar en Suiza.
Los retos de Harris si llega a asumir la candidatura demócrata
Tras la salida de Biden, ahora comienza un periodo de gran incertidumbre sobre cómo transcurrirá el proceso para buscar otro postulante, quién será el candidato y cómo hará campaña.
El Comité Nacional Demócrata afirmó este domingo que si bien la renuncia de un candidato a la presidencia a falta de poco más de tres meses para las elecciones "no tiene precedentes", en los próximos días el Partido emprenderá un proceso "transparente y ordenado" para reemplazar a Biden.
Este proceso, añadió, se regirá por las normas y procedimientos establecidos por el Partido, en un momento en el que los delegados "están dispuestos a tomar en serio su responsabilidad de presentar rápidamente un candidato al pueblo estadounidense".
La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris. Foto:AFP
Harris ya afirmó este domingo que espera "ganar la nominación" del Partido Demócrata para "derrotar a Donald Trump", al tiempo que elogió el "acto desinteresado y patriótico" del presidente demócrata de 81 años, que la respaldó como candidata.
"Haré todo lo que esté en mi mano para unir al Partido Demócrata -y unir a nuestra nación- para derrotar a Donald Trump", escribió en un comunicado.
Pero la 'vice' de Biden tiene varios retos para ganar la nominación y también tendrá un difícil camino si se llega a convertir en la candidata presidencial demócrata que tendrá que hacerle frente al republicano Donald Trump.
Haré todo lo que esté en mi mano para unir al Partido Demócrata -y unir a nuestra nación- para derrotar a Donald Trump
Harris no goza de amplios niveles de popularidad: según la media de sondeos recogida por la web FiveThirtyEight con fecha del 17 de julio, un 50,4 por ciento de ciudadanos desaprueba su gestión y solo un 38,6 por ciento la apoya.
A ello se suman las críticas de múltiples sectores, entre ellos algunos grupos demócratas, que la señalan de no haber forjado un papel mayor en el gobierno actual.
Y aunque a Harris le va mejor en las encuestas que a Biden, Trump sigue liderando la contienda presidencial. Según un sondeo realizado la semana pasada por CBS News y YouGov, en una hipotética carrera Trump-Harris el republicano obtendría 51 por ciento contra un 48 por ciento de Harris. En el caso de Biden, la encuesta mostraba un 52 por ciento para Trump y 47 por ciento para el actual mandatario.
El elegido demócrata -Harris o cualquier otro- también tendrá el reto de unir a los demócratas en torno a su candidatura y de hacer una campaña exprés de tres meses para darse a conocer a los más de 250 millones de estadounidenses en edad de votar y, sobre todo, lograr convencerlos.
En ese aspecto Harris cuenta con cierta ventaja, pues como vicepresidenta los estadounidenses la conocen desde hace casi cuatro años.
La exsenadora por California ha recibido el apoyo de varios congresistas, también de importantes referentes demócratas como Bill y Hillary Clinton, y recorre desde hace meses los estados clave para hacer campaña, en particular sobre el derecho al aborto, uno de los temas importantes en las elecciones presidenciales de noviembre.
La vicepresidenta estadounidense Kamala Harris pronuncia su discurso durante la sesión plenaria de la Cumbre sobre la paz en Ucrania. Foto:AFP
Otra preocupación es que los fondos ya recaudados por la campaña de Joe Biden no serán fácilmente transferibles a ningún otro candidato desde el punto de vista legal. Sin embargo, como el nombre de Kamala Harris ya figura en los documentos oficiales de la campaña, algunos expertos estiman que es más fácil atribuirle los millones de dólares recaudados.
Por lo pronto, los republicanos ya comenzaron a enfilar sus ataques contra Harris y la campaña presidencia de Trump afirmó que la vicepresidenta será "incluso peor" para Estados Unidos que el mandatario demócrata.
"Harris será incluso peor para la gente de nuestra nación que Joe Biden. Harris ha sido la facilitadora en jefe del corrupto Joe todo este tiempo", afirmó en un comunicado.
En 2020, el republicano Donald Trump también calificó a Harris de "monstruo" y "mujer colérica" y volvió a salir en su contra tras el calamitoso debate de Joe Biden contra Donald Trump el 27 de junio.
Un desafío histórico y una dura rivalidad electoral con Donald Trump
La realidad es que Harris se enfrenta a un desafío histórico. En toda la historia de Estados Unidos, los votantes solo han elegido a un presidente afroestadounidense: Barack Obama (2009-2017).
Estados Unidos tampoco ha elegido antes a una mujer como presidenta. En las elecciones de 2016, la demócrata Hillary Clinton fue la primera nominada a la Presidencia por uno de los dos principales partidos políticos del país, pero perdió frente a Trump, que la llamaba "Corrupta Hillary".
Como ya ocurrió en las elecciones de 2016 con Clinton y en los dos anteriores ciclos electorales con Obama en 2012 y 2008, la raza y el género serán parte central de la campaña si Harris acaba siendo la candidata.
Esto se verá acentuado porque enfrente de Harris está Trump, quien "tiene un discurso populista marcado por el racismo, la xenofobia y el odio hacia el otro, es decir, todo aquel que no es un hombre blanco", dijo a la agencia Efe la analista Yamila Pino.
Harris no goza de amplios niveles de popularidad: según la media de sondeos recogida por la web FiveThirtyEight con fecha del 17 de julio, un 50,4 por ciento de ciudadanos desaprueba su gestión y solo un 38,6 por ciento la apoya.
Trump ya ha dejado entrever en su mitin del sábado en Grand Rapids (Michigan) cómo atacará a Harris, a quien definió como "Risas Kamala". "Se puede decir mucho por su risa. Está loca; le falta un tornillo", añadió en tono despectivo.
En opinión de Pino, "no se puede tapar el sol con un dedo" y es innegable el contraste entre Trump y Harris, quien podría hacer historia como la primera mujer negra nominada por uno de los grandes partidos y también, si lo logra, como primera mujer negra en llegar a la presidencia.
Antes que ella la única mujer negra en hacerlo fue Shirley Chisholm, quien en 1972 aspiró a la nominación de uno de los dos grandes partidos para la Presidencia de Estados Unidos. Sin embargo, no logró ser la candidata demócrata para esos comicios en los que el elegido fue George McGovern, quien perdió frente a Richard Nixon.
El candidato presidencial republicano Donald J. Trump llega a su primer mitin conjunto con el candidato republicano a la vicepresidencia Senador JD Vance en Van Andel Arena en Grand Rapids, Michigan, Foto:EFE
Cincuenta años después, la barrera racial y de género sigue siendo un obstáculo formidable en la política estadounidense, como lo demuestra el hecho de que nunca se haya elegido a una gobernadora afroamericana. La campaña de Stacey Abrams a la gobernación de Georgia en 2018 generó un gran entusiasmo, pero no logró superar esa barrera histórica.
En ese escenario, el cambio solo puede ser gradual. Por tanto, si Harris es elegida como candidata a la Casa Blanca, lo más posible es que su compañero de fórmula fuera un hombre blanco.
En la lista de posibles figura Josh Shapiro, que tiene la ventaja de ser gobernador del estado clave de Pensilvania, o los gobernadores de Carolina del Norte, Roy Cooper, y Kentucky, Andy Beshear, dos estados que votan republicano en las elecciones presidenciales, por lo que su perfil podría atraer a votantes moderados.
¿Qué tan lejos llegará Harris en la contienda? Estará por verse.