Exportaciones colombianas de aluminio, afectadas por nuevo arancel anunciado por Donald Trump

Una nueva orden ejecutiva expedida este martes en la noche por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impuso un nuevo arancel del 25 por ciento a todas las importaciones de aluminio y sus derivados, lo que afectará a muchas empresas colombianas.

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Aunque otra orden previa de esta semana en la que Trump elevó el arancel para las importaciones de acero al 25 por ciento no afectó al país -que ya pagaba esa tarifa-, se había especulado que no habría cambios en el sector del aluminio.

Con esta orden, no obstante, quedó claro que el aluminio también será gravado con ese mismo porcentaje.

La proclamación del 11 de febrero de 2025 introduce modificaciones significativas en la política comercial de Estados Unidos que se venían aplicando hasta ahora.

En el caso del aluminio, además de subir el arancel del 10 al 25 por ciento, se eliminan las exenciones que existían para Argentina, Australia, Canadá, México, la Unión Europea y el Reino Unido.

Así mismo se incorporan productos derivados del aluminio como las extrusiones, ventanas, autopartes y aluminio fabricado que ahora estarán sujetos al arancel del 25 por ciento.

De igual forma, la proclamación pone fin al proceso de exclusión de productos, es decir, las empresas ya no podrán solicitar exenciones, incluso si un producto no estaba disponible en el mercado nacional de Estados Unidos.

El único país con una estructura arancelaria distinta es Rusia, que seguirá sujeto a un arancel del 200 por ciento debido a sanciones previas.

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos será la responsable de hacer cumplir estos aranceles. Los importadores deberán pagar la tarifa en el momento de la entrada, y la CBP tendrá la autoridad para perseguir intentos de evasión mediante reexportación o clasificación errónea de productos.

“El aumento del arancel al 25 % representa uno de los cambios más significativos en la política comercial de Estados Unidos en los últimos años. Al eliminar exenciones, aumentar los aranceles y ampliar su aplicación a productos derivados, el gobierno estadounidense busca fortalecer la producción nacional de aluminio y reducir la dependencia de importaciones extranjeras”, dice la firma de consultoría Millán y Ayala.

Según la firma, el cambio beneficiará a los productores de aluminio en Estados Unidos, promoviendo la inversión en la industria nacional donde sectores como defensa, aeroespacial e infraestructura serían los principales beneficiarios.

No obstante, la medida también plantea desafíos. Los fabricantes y sectores dependientes del aluminio, como el automotriz y la construcción, enfrentarán costos más altos, lo que podría generar aumentos de precios para los consumidores. Además, la eliminación de exenciones para productos específicos implica que las empresas de Estados Unidos pagarán más incluso si ciertos productos no se producen localmente.

Adicionalmente, la eliminación de acuerdos previos con Canadá, México, la UE y el Reino Unido podría provocar represalias comerciales, aumentando el riesgo de conflictos arancelarios.

SERGIO GÓMEZ MASERI

CORRESPONSAL DE EL TIEMPO

WASHINGTON